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¿2025 año del pueblo gitano?

Fuentes: Ctxt [Imagen: Malagón]

El 12 de enero se cumplen 600 años de presencia romaní documentada en la península y el gobierno dedica estos meses a conmemorar la fecha. Pero la minoría étnica más numerosa sufre discriminación y falta de derechos.

«El Rey Alfonso, etc., a todos y cada uno de sus nobles, amados y fieles nuestros y sendos gobernadores, justicias, subvengueros, alcaldes, tenientes de alcalde y otros cualesquiera oficiales y súbditos nuestros (…) como nuestro amado y devoto don Juan de Egipto Menor, que con nuestro permiso ir a diversas partes, entiende que debe pasar por algunas partes de nuestros reinos y tierras, y queremos que sea bien tratado y acogido”.

Estas son las primeras líneas del salvoconducto con el que el rey Alfonso V de Aragón autorizó, el 12 de enero de 1425, al conde de Egipto Menor y a quienes le acompañaban a moverse libremente por la península ibérica. Esto supone la primera prueba documentada de la llegada de las personas gitanas a la península. Y también el inicio de una historia que, si bien comenzó con una afectuosa y amable bienvenida, tan solo 50 años más tarde se convirtió en lo que serán continuos episodios de persecución y rechazo.

En 1499 los Reyes Católicos promulgaron una serie de leyes o pragmáticas cuyo objetivo era claro: hacer desaparecer los derechos conseguidos hasta ese momento y avanzar hacia la homogeneización cultural. Y desde entonces son más de 200 leyes antigitanas las que se ponen en práctica a lo largo de la historia de España con la intención de acabar con el pueblo gitano y su cultura.

En 1749, la noche del 30 de julio, la historia de España vuelve a estar marcada por un deleznable y sangriento episodio antigitano: la Gran Redada. Fernando VI ordena el apresamiento de todos los gitanos del Reino de manera indiscriminada: hombres, mujeres, ancianos y niños. Uno de los mayores intentos de exterminio hacia el pueblo gitano, desconocido para la gran mayoría de la sociedad española; el nombre de uno de sus principales impulsores, el marqués de la Ensenada, luce en algunas de las calles de nuestro país.

Durante el Holocausto se estima que más de 500.000 gitanos y gitanas fueron asesinados por los nazis en los campos de concentración, también gitanos y gitanas españoles. Más de 4.000 durante la madrugada del 1 de agosto de 1944, en la conocida como “La noche de los gitanos”. Y más tarde, durante la dictadura franquista, los gitanos y las gitanas fueron perseguidos en España por normas como la Ley de Vagos y Maleantes o la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social. No es hasta 1978, con la firma de la Constitución y la transición democrática, cuando se garantiza, al menos sobre el papel, la igualdad y los derechos de todos los españoles.

Seis siglos después del salvoconducto del rey Alfonso V de Aragón, el Gobierno de España ha proclamado 2025 como «Año del Pueblo Gitano» para conmemorar nuestra llegada a la península Ibérica: “Una oportunidad histórica para reconocer y celebrar la profunda huella cultural, social y lingüística que el pueblo gitano ha dejado en nuestra nación y también para reconocer las injusticias históricas y actuales a las que se enfrenta el pueblo gitano”.

Aunque somos la minoría étnica más numerosa en España, un país al que tanto hemos contribuido en la cultura, la lengua, la música, la literatura, la pintura e incluso hasta en el cine o en la moda, la discriminación surgida de una imagen social basada en prejuicios y estereotipos sigue siendo nuestro día a día. A pesar de algunos avances como la inclusión del antigitanismo en el Código Penal español, los gitanos y las gitanas seguimos viendo vulnerados nuestros derechos y sufriendo la discriminación con todas sus consecuencias.

Aquel salvoconducto del 12 de enero de 1425 recogía que don Juan de Egipto Menor debía “pasar por algunas partes de nuestros reinos y tierras, y queremos que sea bien tratado y acogido”. Sin embargo, 600 años más tarde, estamos destinados a estudiar en colegios segregados o vivir en barrios gueto. Y no, no somos bien tratados y mucho menos acogidos, pues nos encontramos con barreras en cosas tan básicas como alquilar una vivienda o que nos acepten en un trabajo; una auténtica pesadilla a la que todos los gitanos y gitanas tenemos que enfrentarnos para poder vivir de una manera digna.

“Sean dejado ir, estar y pasar por cualquier ciudad, villa, lugar y otras partes de nuestro señorío a salvo y con seguridad, siendo apartadas toda contradicción, impedimento o contraste”, pero 600 años más tarde, no nos sentimos a salvo y mucho menos seguros, pues seguimos sufriendo la violencia y la incomodidad de las identificaciones policiales por perfil étnico en las calles o tenemos que aguantar cómo nos persiguen en centros comerciales y supermercados.

Por tanto, 2025 será nuestro año si conseguimos que se conozca nuestra verdadera historia a través de su estudio en colegios y universidades, si se ponen medidas para acabar con la segregación escolar y si nuestras niñas dejan de sufrir sentencias antigitanas y machistas basadas en estereotipos y prejuicios. 2025 será nuestro año si dejan de permitirse pogromos como el de Peal de Becerro o Íllora. 2025 será nuestro año si conseguimos que nos alquilen viviendas, si ningún niño, adulto o persona mayor está destinado a vivir en chabolas y si personas como las que viven en Cañada Real consiguen tener cubiertas las necesidades más básicas de cualquier ser humano, como luz, agua, servicios sanitarios o educación. 2025 será nuestro año si entienden que necesitamos representación política gitana en España y si los medios de comunicación ofrecen una imagen del pueblo gitano real, justa y libre de bulos y prejuicios. En definitiva, 2025 será nuestro año si alcanzamos la igualdad de oportunidades y podemos ejercer todos nuestros derechos como el resto de la ciudadanía española.

Mientras tanto, celebremos y gritemos que hoy, 12 de enero de 2025, los gitanos y las gitanas, a pesar de los distintos intentos de exterminio y asimilación cultural, aquí seguimos, resistiendo y manteniendo nuestra propia identidad, nuestros valores y nuestra cultura. Ojalá no solo sea 2025 nuestro año. Ojalá también lo sean los próximos 600 años de nuestra historia.

¡Salud y libertad!

Fuente: https://ctxt.es/es/20250101/Firmas/48312/Jose-Santos-pueblo-gitano-2025-presencia-romani-antigitanismo-discriminacion.htm