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250 mujeres palestinas e israelíes plantearon la desobediencia civil en una conferencia

Fuentes: Lo Metsaytot Lo (no obedecemos)

Traducido para Rebelión por J. M. y revisado por Caty R.

El 12 de marzo de 2011, mujeres defensoras de los derechos humanos de Palestina e Israel conmemoraron el centenario del Día Internacional de la Mujer con una conferencia histórica aportando las siguientes contribuciones: Ilana Hammerman: La ley de «entrada a Israel» es ilegal y no debe acatarse y Rivka Suma: El ataque de Itamar demuestra que debemos seguir trabajando juntas todos los días para poner fin a la ocupación imposible.

«La regulación que permite la entrada en Israel es ilegal y no debe acatarse. Como un grupo de mujeres que practican la desobediencia civil, continuaremos trabajando para desestabilizar el sistema de los decretos y reglamentos militares que hacen que la vida de nuestros amigos palestinos y sus familias sea insoportable», dijo la escritora y traductora Ilana Hammerman en una conferencia de mujeres sin precedentes en Cisjordania, en celebración de la desobediencia civil.

250 mujeres israelíes y palestinas ciudadanas Cisjordania (en proporciones casi iguales), pasaron el día discutiendo formas de practicar la desobediencia civil.

La presencia de ciudadanos israelíes en la ciudad palestina de Beit Ommar es en sí misma un acto de desafío: el ejército israelí pegó grandes carteles a la entrada de Beit Ommar prohibiendo el acceso a los ciudadanos israelíes. Las señales declaraban, erróneamente, que la zona de Beit Ommar está en la Zona A, entonces está bajo el control de la Autoridad Palestina. De hecho, los acuerdos de Oslo definen claramente que está en la Zona B y en consecuencia es tratada como tal por las fuerzas de seguridad israelíes, que evitan que las fuerzas de seguridad palestinas actúen en el pueblo.

Fida Arar y Ghadeer Abu Ayyash, de Beit Ommar, y Yusra Hammam, de Usan, relataron detalladamente el sufrimiento de las mujeres palestinas en los puestos de control en el camino al trabajo. Además de la carga de mantener a sus familias (con padres y maridos a menudo encarcelados o que no pueden conseguir trabajo), se ven obligadas a pasar largas horas de cola diaria en un puesto de control volante, y someterse a veces a controles a menudo humillantes. Las mujeres palestinas también llamaron la atención sobre la pauperizada situación de las mujeres en la sociedad palestina, y exhortaron a las mujeres a insistir en sus derechos a la educación y a más libertad de elección.

Sara Beninga, una activista del Movimiento de Solidaridad de Sheikh Jarrah, se centró en la investigación política iniciada por la policía israelí contra los activistas. Gritar consignas contra la ocupación ahora se llama «incitación» y se criminaliza, explicó la activista, y por lo tanto, «la actividad no violenta conjunta de palestinos e israelíes contra la ocupación se concibe en la actualidad como la mayor amenaza para el régimen israelí».

Las participantes se refirieron directamente al asesinato que tuvo lugar en la colonia de Itamar, de Cisjordania, pocas horas antes del inicio conferencia. Rivka Suma, una veterana activista israelí, dijo: «Estos hechos de violencia, que no terminarán mientras la ocupación continúe, enfatizan el compromiso de trabajar juntas todos los días para poner fin a la situación actual, que es inaceptable». Otra mujer israelí dijo que «Nuestra oposición a la violencia incluye también el fenómeno los Baruch Goldstein palestinos» [se refiere a un colono israelí que masacró a 40 palestinos en una mezquita hace unos años]. Y agregó: «Durante años la sociedad israelí tuvo el monopolio de la violencia en la zona. Israel dedica la mitad de su presupuesto nacional a mantener este monopolio No es de extrañar que la otra parte siga tratando de quebrarlo…»

Una participante palestina dijo: «Nosotras también rechazamos el uso de la violencia que no ha contribuido a nuestro progreso, sino por el contrario, hace que retornen los ataques sobre nuestra propia gente».

Las participantes describieron la conferencia como pionera, y fue planeada para que coincida con el Día Internacional de la Mujer, como una experiencia emocional poderosa. «Es una excepcional ocasión para nosotras ser hospedadas tan generosamente por las mujeres que viven bajo la ocupación, a pesar de todos los daños causados ​​a esa sociedad por nuestro lado», dijo la activista feminista israelí Yvonne Deutsch. La artista Tamar Borrer, un trío de cantantes árabe-israelí y el Debkka Grupo de Danza de Beit Ommar actuaron gentilmente durante la conferencia.

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Fotografías de Tzal Esti

Fuente: http://www.wluml.org/node/7031