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498 beatos

Fuentes: kevinvazquez.blogspot.com

Las 498 beatificaciones llevadas a cabo por el actual pontífice y la cúpula eclesiástica católica romana, en las personas de otros tantos franquistas, muertos en su lucha material y espiritual contra la II República española, renueva el compromiso de la Iglesia Católica con el franquismo y con los sectores sociales y políticos que de él […]

Las 498 beatificaciones llevadas a cabo por el actual pontífice y la cúpula eclesiástica católica romana, en las personas de otros tantos franquistas, muertos en su lucha material y espiritual contra la II República española, renueva el compromiso de la Iglesia Católica con el franquismo y con los sectores sociales y políticos que de él se reclaman hoy, más o menos abiertamente, en nuestro país: los mismos que se niegan a condenar la dictadura y a reconocer cabalmente a sus víctimas.

La Iglesia bendice unos muertos, los suyos. Tiene su lógica. Siempre es bueno recordar las cosas elementales; por ejemplo, que la Iglesia sigue al servicio de los de siempre de la manera más beligerante, incluso fomentando el enfrentamiento civil en países ajenos.

La Iglesia sigue idéntica a sí misma, mediante la combinación de su discurso ultramontano típico, con la instrumentalización de algunos de sus seguidores más abiertos y progresistas. Aportó las concepciones que fundamentaron ideológicamente el franquismo y ese mismo armamento ideológico continua siendo el único que encontramos en sus discursos y actitudes prácticas.

Han beatificado a los suyos, a sus combatientes. Se han autobeatificado. Pues muy bien, lo de siempre. ¿Por qué asombrarse o escandalizarse? ¿A quién se le puede ocurrir que hagan otra cosa? Son iguales a sí mismos. De ahí que comprenda, pero no comparta, la forma que ha tomado la protesta de esos jóvenes de izquierda que en Roma enarbolaron una pancarta que decía: «Quien ha asesinado, torturado y explotado no puede ser beato». ¿Acaso son más papistas que el Papa? ¿Acaso no saben los beatificadores a quiénes beatifican? ¿Es que en el nutridísimo santoral católico los hay mejores? No beatificar a estos o beatificar a personas del gusto de la izquierda sería ir contra la propia naturaleza de la Iglesia católica. Beatifican a los suyos, repito, a quienes juzgan que han defendido sus intereses materiales y espirituales. No hay escándalo que valga, sólo lógica.

No entender esto es entender muy poco o nada de la Iglesia católica, de su historia y de su papel social, político y económico en Occidente