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Grave denuncia sobre tráfico de mujeres

91 mujeres

Fuentes:

El día 7 de diciembre de 2004, en una operación conjunta con la policía camboyana y aprobada previamente por el Ministerio del Interior y por el fiscal de Phnom Penh, capital de Camboya, AFESIP rescataba a 84 mujeres y niñas que estaban siendo prostituidas en el hotel Chai Hour II. Ocho personas eran detenidas. Como […]

El día 7 de diciembre de 2004, en una operación conjunta con la policía camboyana y aprobada previamente por el Ministerio del Interior y por el fiscal de Phnom Penh, capital de Camboya, AFESIP rescataba a 84 mujeres y niñas que estaban siendo prostituidas en el hotel Chai Hour II. Ocho personas eran detenidas. Como es constumbre tras este tipo de redadas, se trasladó a las víctimas al centro Srey Khan, la primera etapa del proceso de reinserción por el que pasan nuestras beneficiarias…

En Srey Khan las chicas que sacamos de las redes del tráfico reciben asistencia psicológica y médica para ser derivadas posteriormente y según edad y nacionalidad a algún otro de los centros que nuestra organización gestiona en el Sudeste Asiático. Pero esta vez, un día después de la redada, el centro era asaltado por hombres armados a plena luz del día. Unas 25 o 30 personas, entre las que se encontraban, según testigos presenciales, hombres uniformados, secuestraban a las 84 jóvenes recién rescatadas y a otras 7 que se encontraban con anterioridad en el centro. Horas antes ya se había puesto en libertad sin cargos a los detenidos de Chair Hour II.

Se ha interpuesto una serie de demandas alegando torturas y detención ilegal a AFESIP exigiendo una compensación de 1,6 millones de dólares en nombre, supuestamente, en nombre de las 83 mujeres raptadas.

A pesar de haber sufrido amenazas con anterioridad, esta es la primera vez que se vulnera la seguridad de los centros de AFESIP. A día de hoy y aunque no se puede asegurar totalmente la integridad de nuestro trabajo en Camboya, el centro de Srey Khan está en funcionamiento. No obstante, Somaly Mam ya ha comunicado al Gobierno de su país que, si no garantiza la seguridad de centros y trabajadores, no seguirá trabajando en Camboya.

El poder de las mafias

Tras una denuncia formal de los hechos, las autoridades camboyanas aprobaron la formación de un Comité Interministerial que debía llevar a cabo una investigación.

AFESIP ha aprovechado este lamentable suceso para llamar la atención de la Comunidad Internacional hacia la influencia que las redes internacionales de tráfico de personas y crimen organizado tienen en muchos países, siendo éstas un peligro para la democracia e influyendo más en Gobiernos corruptos que las organizaciones que luchan por la promoción de los Derechos Humanos. Se trata de redes sumamente organizadas que ganan millones de dólares mediante actividades ilegales como el tráfico de drogas y armas, el blanqueo de dinero y la esclavitud de seres humanos. Es la capacidad que tienen de enriquecerse tan rápidamente lo que les otorga su poder y su impunidad incluso tras ataques tan fragantes y explícitos como el que el pasado diciembre sufrió AFESIP.

Para nuestra organización no hay duda de la vinculación de estas redes con las conclusiones publicadas por el Gobierno camboyano en su informe final acerca de lo sucedido, hecho público el pasado 17 de febrero y que, a pesar de las presiones internacionales y de una resolución de la Subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento, niega los hechos.

Y la culpa fue de… AFESIP

Según el Comité Interministerial responsable de investigar el ataque, fueron las chicas las que rompieron las instalaciones del Srey Khan desde dentro tratando de escapar de AFESIP. Así mismo, se asegura que, tras una rigurosa investigación en la que se han entrevistado a las víctimas y los presuntos asaltantes, la treintena de personas que según nuestra organización secuestró a las 91 chicas, no eran sino familiares que, en ningún caso, estaban armados.

«De acuerdo con las declaraciones -reza el informe gubernamental camboyano- de las 81 chicas entrevistadas, 71 huyeron individualmente del centro». Contradiciendo las investigaciones realizadas por los trabajadores sociales de AFESIP y por la policía el día de la redada en el Chair Hour II, entre las secuestradas no había ninguna menor.

Para explicar las declaraciones de los testigos presenciales que aseguraban que entre los asaltantes había individuos armados, las autoridades camboyanas resuelven que se encontraba allí y sin ninguna razón aparente «un hombre vestido de guardaespaldas y con un walkie-talkie que se llama Nak Heng, de 42 años, nacido en el pueblo de Preas Ponlear». A partir de esto y según la Comisión Interministerial, los trabajadores de AFESIP debieron confundir a un grupo de familiares «hombres, mujeres, jóvenes y ancianos» junto con un guardaespaldas armado con un walkie-talkie y un grupo de chicas que tiraba las puertas con un grupo de 30 hombres armados que secuestraba a niñas y mujeres a la fuerza.

En ningún momento, el informe hace referencia a las actividades que se llevaban a cabo en el burdel Chair Hour II, ni a por qué el Ministerio del Interior camboyano autorizó que la policía llevase a cabo una redada.

Tampoco se hablan de las personas detenidas que posteriormente se pusieron en libertad.

Tras el espaldarazo que este informe ha supuesto para nuestra organización, AFESIP reitera su compromiso para con las víctimas del tráfico. Y recuerda a la Comunidad Internacional la vulnerabilidad de las organizaciones que luchan contra las mafias que se enriquecen con la esclavitud sexual así como la necesidad de aumentar la inversión para garantizar la protección de las ONG y la puesta en práctica de medidas efectivas en la lucha contra el crimen organizado.

Por ellas y en su nombre, AFESIP España lanza la campaña ’91 mujeres’, para gritarle al mundo que la situación de explotación por la que pasan millones de mujeres supone una de las más fragantes e ignoradas violaciones de Derechos Humanos.