Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández.
Las dos terceras partes de la población del Yemen no pueden acceder al agua potable, según la organización internacional de ayuda humanitaria.
Oxfam declaró ayer martes que la coalición que lidera Arabia Saudí y que está bombardeando a los rebeldes hutíes ha contribuido a que tres millones más de yemeníes no puedan acceder al agua potable. Esto significa que al menos 16 millones de una población de 24 millones no disponen de agua potable ni saneamiento.
Según Oxfam, la escasez de agua ha provocado una auténtica amenaza de las enfermedades que ponen en peligro la vida, incluidas malaria, cólera y diarrea. Quienes no disponen de acceso al agua han tenido que empezar a cavar sus propios pozos o comprar agua acarreada en camiones, que ha cuadruplicado su precio en las últimas semanas. Antes del conflicto, el coste de ese agua era de 2.000 riales yemeníes (8,2€) en la ciudad portuaria occidental de Al Hudaydah, Oxfam dice que ahora cuesta 8.000 riales (33€).
Uno de los responsables de Oxfam advirtió que la cifra de personas sacudidas por la crisis supondría la suma de las poblaciones de varias capitales europeas. «El equivalente a las poblaciones combinadas de Berlín, Londres, París y Roma, viviendo entre montones de basura en las calles, con el alcantarillado destruido y sin agua potable por séptima semana consecutiva».
«Si los combates, la escasez de combustible, la falta de suministros médicos, la falta de sueño debido a los bombardeos y los precios por las nubes no fueran suficiente, casi dos terceras partes de los yemenís están sin agua potable ni servicios de saneamiento», decía en un comunicado Grace Ommer, directora de Oxfam en Yemen.
El Yemen es el país más pobre del mundo árabe y desde el 25 de marzo pasado está siendo machacado por los bombardeos de la coalición liderada por los saudíes, en el intento de hacer retroceder a los rebeldes hutíes de las grandes zonas que ahora controlan en el país. Riad ha dicho que su campaña es una respuesta a los llamamientos efectuados por el acosado presidente del Yemen, Abd Rabbuh Mansur Hadi, pidiendo ayuda contra los hutíes, cuyo ascenso ha alarmado a los Estados del Golfo debido a que perciben que el grupo está recibiendo apoyos de su rival regional, Irán.
Además de los ataques aéreos, se han producido feroces combates terrestres, en los que los hutíes y los partidarios del depuesto ex presidente Ali Abdullah Saleh han estado luchando contra las fuerzas aliadas con Hadi, quien actualmente reside en la capital saudí.
Desde que empezó la campaña aérea en marzo, Arabia Saudí y Egipto han impuesto un estrecho embargo naval contra el Yemen para impedir que la ayuda militar a los hutíes pueda llegar al asolado país.
Oxfam dijo que desde que la coalición inició su operación en el Yemen, han muerto casi 2.000 personas, más de 7.000 han resultado heridas y alrededor de 500.000 han tenido que huir de sus hogares. Añadió que el conflicto ha «dejado el país en ruinas» y Ommer pidió un alto el fuego urgente para aliviar la presión sobre la situación humanitaria.
«Hay un riesgo enorme de que se produzca un brote de enfermedades si no se solucionan los problemas de agua potable y saneamiento», dijo. «Los hospitales no saben cómo hacer frente a la carencia de combustible, agua potable y suministros médicos. El Yemen necesita urgentemente de un alto el fuego y que vuelvan a abrirse las rutas comerciales para que puedan entrar en el país los suministros vitales que permitan reconstruir y modernizar la infraestructura hídrica. Cualquier cosa que no sea esto supondrá añadir otra enorme carga de miserias a las que los yemeníes están ya padeciendo».
Rory Donaghy es el fundador del Centro Emiratí por los Derechos Humanos, la primera organización independiente en abordar los abusos a los derechos humanos en los Emiratos Árabes Unidos. Suele publicar sus trabajos en Guardian’s Comment is Free, Huffington Post, Jadaliyya and Open Democracy.