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Petronor y PNV: una pareja responsable de crímenes climáticos

Fuentes: Rebelión

Frente al cambio climático, ¡queremos más que sanciones simbólicas! Con la apertura de la Conferencia Internacional sobre Cambio Climático en París (COP21), queremos denunciar los crímenes climáticos que supone la producción de cantidades astronómicas de petroleo por Petronor. En su propia pagina, podemos leer: «Con la gasolina que se obtiene en Petronor a lo largo […]

Frente al cambio climático, ¡queremos más que sanciones simbólicas!

Con la apertura de la Conferencia Internacional sobre Cambio Climático en París (COP21), queremos denunciar los crímenes climáticos que supone la producción de cantidades astronómicas de petroleo por Petronor. En su propia pagina, podemos leer: «Con la gasolina que se obtiene en Petronor a lo largo de un solo minuto de producción, un turismo podría dar casi 2,5 veces la vuelta a la Tierra».

No podemos tragar los cuentos del PNV que pretende luchar contra el cambio climático, conociendo la connivencia que existe entre el partido y la empresa.

Petronor, desde sus orígenes, es la empresa del capitalismo vasco, un proyecto diseñado en pleno franquismo, que ha destruido una marisma y se ha apropiado del castillo de Muñatones del siglo XIV como el palacio del Marqués de Villarías que sirve hoy en día de oficinas. La 2ª mayor refinería de Europa y 1ª de España, pertenece actualmente al grupo Repsol más un 14% de Kutxabank. La ampliación con una planta de coke y de cogeneración eléctrica, inaugurada en abril del 2013 por el entonces príncipe Felipe, supuso un incremento notable de las emisiones, sobre todo de compuestos orgánicos volátiles (C.O.V) como el benceno, tolueno y xileno.

Cuando el proyecto de la planta de coke se inicia en el 2007 se traspasan las competencias de la refinería al Gobierno Vasco con el fin de facilitar al máximo su ejecución, limando los problemas que el entonces Ministerio de Medioambiente presidido por Cristina Narbona le estaba poniendo. El PNV negocia las competencias según los intereses de Petronor y facilita que se ejecute una ampliación muy contaminante en una refinería que está situada en el centro de la población.

Este proyecto genera un importante movimiento vecinal de oposición que todavía sigue en plena actividad y que ha luchado en todos los frentes, incluido el judicial, con una concatenación de juicios hasta estar ahora pendientes de una sentencia del Tribunal Supremo.

Durante este periodo, la puertas giratorias funcionan al máximo:

  • Josu Jon Imaz, ex-consejero de industria del Gobierno Vasco y ex-presidente del PNV hasta 6 meses antes de ser Presidente de Petronor, ha escalado luego a la dirección de Repsol.
  • Jose Ignacio Zudaire, ex-consejero de industria del gobierno de Ibarretxe, es ahora director de personas y relaciones institucionales de Petronor.
  • Javier Balza, exconsejero de interior también del Gobierno de Ibarretxe, actual abogado de Petronor, ha sido contratado especialmente para luchar contra los juicios de la Coordinadora anticoke.

Desde el arranque de la planta de coke el número de incidentes ha crecido muchísimo, a una media de 4 mensuales, así como picos de emisiones diarios de C.O.V., ruido y olores insoportables. Recientemente ha sido condenada, por primera vez, a una sanción grave, de solo 20.001 € (el mínimo) por no informar en el plazo de 48 horas de un incidente: la emisión de polvo de coke sobre la población. Una pequeña muestra de la tremenda protección institucional de esta industria que en tantos años e incidentes solo ha tenido una sanción.

El PSE también apoya y tiene sus puertas giratorias. Melchor Gil, cuñado de Patxi Lopez, es miembro del consejo de administración de Petronor desde 2008. Fruto de un acuerdo entre el PNV y el PSOE, Petronor ve prorrogada la concesión de Dominio Público Marítimo Terrestre que finalizaba el octubre del 2012, mediante una codificación ex profeso en diciembre del 2011, a cambio del apoyo del PNV a los presupuestos generales del PSOE.

El compromiso del PNV con el medio-ambiente es puramente propagandístico puesto que está implicado en la apuesta de Repsol por la compra de la empresa canadiense Talisman, bajo dirección de Josu Jon Imaz. Petronor pasa a ser la primera refinería de Europa que refina arenas bituminosas, un producto petrolífero más pesado y contaminante. Esto convierte a la refinería en una planta específica para crudos pesados o ultrapesados, con el peligro que supone su ubicación física, que en 10 km a la redonda engloba todo el Gran Bilbao, casi 1 millón de habitantes.

Y por si fuera poco, Petronor importa desde el año pasado 60 000 toneladas de aceite de palma, participando así en la deforestación a gran escala: un desastre ecológico y humanitario en muchos países del planeta, especialmente en Indonesia, hogar del orangután y de otras especies emblemáticas, donde hectáreas de selva se arrasan para cultivar la palma cuyo aceite ahora refinará Petronor.

Necesitamos romper el tabú que supone cualquier cuestionamiento hacia una empresa apoyada por el partido mayoritario, con consecuencias catastróficas sobre el clima, la biodiversidad, pero también sobre la salud de la población.

Conocemos las guerras y el terrorismo engendrados por el control del oro negro, conocemos el peligro del fracking o de las arenas bituminosas, la explotación de los países del Sur con la producción de agro-carburantes y sus consecuencias sobre los ecosistemas, pero también sabemos que las negociaciones internacionales durante la cumbre de París no llegarán a un acuerdo suficiente para impedir un aumento de 2 grados en la tierra si los lobbies energéticos presionan a los gobiernos (como viene siendo habitual).

Por eso, necesitamos actuar aquí y ahora: apostar por otro modelo energético, salir de la huida hacia adelante que supone producir cada vez más y promover, al contrario, una reducción de nuestro consumo energético. Para ser en vez de tener, por nuestra salud, para ir hacia la paz en Oriente Medio y por un futuro deseable para nuestras hijas y nuestros hijos.

Costará, pero tenemos que romper esta relación entre Petronor y el PNV para poder poner en la mesa, lo antes posible, el futuro cierre de la planta de Muskiz y así poder anticipar la reconversion de las trabajadoras y de los trabajadores.

O si no, por lo menos, que dejen de ponerse medallas y de intentar convencernos de que están luchando contra el cambio climático. Los hechos contradicen sus declaraciones.

Firmantes: Desazkundea, Coordinadora Anticoke, Asociación Ecologista Kima Berdea