El pasado 23 de enero la monja benedictina Teresa Forcades fue deportada de Israel. El motivo de su viaje al país era impartir clases sobre la Trinidad en la Facultad de Teología de la abadía benedictina de la Dormición, en Jerusalén, durante 15 días. Se da el caso que Montserrat Viñas, la abadesa emérita del […]
El pasado 23 de enero la monja benedictina Teresa Forcades fue deportada de Israel. El motivo de su viaje al país era impartir clases sobre la Trinidad en la Facultad de Teología de la abadía benedictina de la Dormición, en Jerusalén, durante 15 días. Se da el caso que Montserrat Viñas, la abadesa emérita del Monasterio de Sant Benet de Montserrat, que acompañaba Forcades, sí pudo entrar en el país. Forcades estuvo repatriada tras ser registrada e interrogada y después de haber pasado la noche del 22 de enero retenida en una dependencia del aeropuerto de Tel Aviv.
En un comunicado enviado ayer a los medios, personas cercanas a Forcades informaron que ni los funcionarios del departamento de inmigración ni los de seguridad le dieron ninguna explicación pero avisaron que su presencia en Israel era considerada ‘peligrosa’. En el interrogatorio le preguntaron por su participación en la Flotilla de la Libertad, el pasado junio, que tenía el objetivo de navegar hacia Gaza para romper el bloqueo que sufre este territorio desde hace ya 10 años. El ejército israelí asaltó la embarcación en aguas internacionales antes de que pudiera llegar al puerto de Gaza.
En declaraciones hechas a la agencia Efe y publicadas en distintos medios españoles Emanuel Najshón, portavoz de Exteriores de Israel, afirmó que «Somos un país soberano y, como cualquier otro, incluso España, decidimos quién puede entrar en nuestro territorio y quién no. En principio los participantes de las flotillas no tienen acceso [a Israel]». Este no es un hecho aislado; responde al patrón habitual utilizado por el gobierno de israelí.
La prohibición de las autoridades israelíes de permitir la entrada de Teresa Forcades y de otras personas que apoyan la causa palestina en territorio israelí, bajo cuyo control es imprescindible para poder entrar o salir de territorio palestino, valida y demuestra la necesidad de campañas internacionales no violentas como las de la Flotilla de la Libertad.
Rumbo a Gaza, junto con el resto de organizaciones que conforman la Flotilla de la Libertad, seguirá planificando y participando en acciones internacionales de apoyo al pueblo palestino. El ejemplo solidario de Teresa Forcades y de tantas otras personas continuará. Seguiremos denunciando la ocupación de Palestina y el bloqueo a Gaza. Seguiremos exigiendo al Estado de Israel el cumplimiento de la legalidad internacional y el respeto a los Principios Generales de los Derechos Humanos del pueblo palestino. Y seguiremos denunciando las complicidades existentes entre el gobierno español y el estado sionista de Israel.
La Flotilla de la Libertad fletará un barco de mujeres
La Coalición de la Flotilla de la Libertad no parará hasta que no se acabe el bloqueo y, como anunciamos el pasado mes de agosto, volveremos a fletar nuevos barcos. La siguiente misión, enmarcada en la campaña Mujeres Rumbo a Gaza (Women’s Boat to Gaza), constará de almenos un barco tripulado por mujeres de todo el mundo. De esta forma queremos destacar la contribución de las mujeres palestinas a la lucha de su pueblo.
Gaza lleva la última década bajo bloqueo israelí. Durante este tiempo ha sufrido innumerables ataques contra la población asediada, cuya vida se ha convertido en una pesadilla de lucha continua. Nuestras Flotillas u otras misiones navales son una denuncia ante la inacción de la comunidad internacional frente a este sufrimiento y a la vez un llamamiento a la solidaridad de la sociedad civil con la resistencia palestina.
Mujeres Rumbo a Gaza desafia el bloqueo israelí y trae un mensaje de esperanza al pueblo palestino. Para llevar a cabo esta misión contaremos con apoyo de mujeres y hombres, ONGs y asociaciones de todo el mundo.
La coalición internacional de la Flotilla de la Libertad está compuesta de organizaciones y iniciativas de la sociedad civil de distintos países. Llevamos años denunciando el ilegal e inhumano bloqueo israelí y no desistiremos hasta que sea levantado por completo y que el pueblo palestino recupere sus derechos.
Desde Rumbo a Gaza creemos firmemente que estas acciones, el boicot y los grupos de apoyo en el terreno conseguirán sumar fuerzas para poner fin a la injusticia de una ocupación que se prolonga desde hace ya 67 años. No pararemos nuestras acciones hasta que se levante el bloqueo. ¡Volveremos!