El informe se titula Informe sobre la asistencia de la UNCTAD al pueblo palestino: cambios registrados en la economía del territorio palestino ocupado. En su resumen inicial, indica lo siguiente: «Las perspectivas a largo plazo del desarrollo económico de Palestina resultaron más inalcanzables en 2011 que en años anteriores. Las restricciones a la libertad de […]
El informe se titula Informe sobre la asistencia de la UNCTAD al pueblo palestino: cambios registrados en la economía del territorio palestino ocupado. En su resumen inicial, indica lo siguiente:
«Las perspectivas a largo plazo del desarrollo económico de Palestina resultaron más inalcanzables en 2011 que en años anteriores. Las restricciones a la libertad de circulación, la inestabilidad de las entradas de ayuda, la parálisis del sector privado y la crisis fiscal crónica ensombrecieron el panorama. La reciente recuperación del crecimiento en Gaza no es sostenible. Persiste una elevada tasa de desempleo, que exacerba la pobreza, ya que uno de cada dos palestinos entra en la categoría de «pobre». En las circunstancias actuales, caracterizadas por la debilidad de la demanda privada, la reducción del gasto de la Autoridad Palestina resulta contraproducente. Es necesario que los donantes efectúen desembolsos de asistencia de manera previsible y que aumente la recaudación de ingresos fiscales derivados de los intercambios comerciales a fin de prevenir una crisis socioeconómica de gran envergadura. Los efectos de la ocupación sobre la base productiva palestina, especialmente en el sector agrícola, han sido devastadores. La economía ha perdido el acceso al 40% de las tierras de la Ribera Occidental, el 82% de las aguas subterráneas y más de dos tercios de los pastizales. En Gaza, la mitad de la superficie cultivable y el 85% de los recursos pesqueros son inaccesibles. La creación de un banco de desarrollo agrícola que facilitase el crédito, la distribución del riesgo y la inversión en la agricultura podría ser de utilidad para promover el desarrollo económico estratégico de Palestina. Pese a disponer de recursos limitados, la UNCTAD ha seguido respaldando el fortalecimiento de la capacidad institucional palestina en varios ámbitos, por ejemplo mediante proyectos de formación y cooperación técnica en las esferas de la modernización de las aduanas, la facilitación del comercio y la creación de modelos econométricos para la economía palestina».
Algunas consecuencias
El año 2017 marca el cincuenta aniversario de la ocupación israelí de la franja de Gaza y de Cisjordania, incluyendo Jerusalén-Este. Se trata de la ocupación más larga de la historia reciente. Durante cinco decenios, el pueblo palestino ha tenido que hacer frente al retroceso del desarrollo, a la disminución del potencial humano y a la negación del derecho humano fundamental del derecho al desarrollo, dificultades cuyo final no se vislumbra (…)
Un paro de una amplitud raramente alcanzada en el mundo
Aunque el Producto Interior Bruto (PIB) haya aumentado el 4,1% en 2016, la capacidad de producción de la economía palestina ha continuado erosionándose, con unos resultados económicos muy por debajo de su nivel potencial y un paro de una amplitud raramente alcanzada en el mundo desde la Gran Depresión. (…) El crecimiento del PIB no debe ocultar la sombría realidad económica, caracterizada por la erosión continua del aparato productivo y la pérdida ininterrumpida de tierras y de recursos naturales debido a la expansión de las colonias y la anexión de tierras en Cisjordania, así como por el estallido de la economía ne varios mercados y regiones aisladas y las restricciones que Israel impone a la importación de factores de producción esenciales. Todos estos factores concurren para hacer aumentar los costes de producción, reducir la inversión y, de forma inevitable, crear distorsiones económicas que se traducen en un paro elevado y una pobreza generalizada. (…). Recientemente, el FMI ha sostenido que, si no fuera por la ocupación, el PIB real por habitante del Territorio palestino ocupado sería superior en alrededor de un 40% en la hipótesis más prudente, incluso del 83% según otro método de cálculo (…).
En Gaza la tasa de paro de las jóvenes alcanza el 85%
Una de las consecuencias más terribles de la ocupación es la persistencia de una tasa de paro de las más elevadas del mundo. (…) La débil tasa de actividad (45%), la tasa de paro particularmente elevada entre las mujeres y las jóvenes y la extrema dependencia respecto al mercado de trabajo israelí vienen a añadirse a las dificultades ligadas a la falta de empleo y a la pobreza críticas. (…). En 2016, la tasa de paro de las mujeres ha subido el 5,5% para alcanzar el 45% (…). Las mujeres, que no representaban más que el 15,7% de las personas en actividad laboral, eran el 34,5% de las personas en paro. La situación es peor en Gaza, donde la tasa de paro de las jóvenes alcanza el 85% (…).
El 38% de los y las jóvenes trabajadoras de entre 15 y 24 años están empleados en la economía informal, mientras que el 57% ocupa un puesto informal en la economía formal, y no gozan por tanto ni de prestaciones sociales, ni de seguro de enfermedad, ni de vacaciones anuales ni de baja por enfermedad pagada. Por consiguiente, una proporción extremadamente elevada de la juventud trabajadora (el 95%) está empleada de forma informal. Más del 50% de la juventud trabajadora percibe por tanto una remuneración inferior al salario mínimo y no goza ni de prestaciones básicas ni de la protección que ofrece un empleo formal.
Se puede leer el informe completo aquí (en castellano): http://unctad.org/meetings/es/SessionalDocuments/tdb59d2_sp.pdf
Fuente original: https://vientosur.info/spip.php?article13139