El programa de activismo de 2017 incluye paneles y encuentros en universidades y comunidades de 12 provincias cubanas
La urgencia de persistir desde la educación, investigación, comunicación social y el activismo por transformar la sociedad y romper las relaciones desiguales de poder y la violencia hacia las mujeres y las niñas, afloró la víspera en un encuentro convocado por el no gubernamental Centro Oscar Arnulfo Romero (Ceoar) .
Organizado de conjunto con la Asociación Cubana de las Naciones Unidas y en su sede, el panel «Violencias de género ejercidas contra mujeres y niñas. Cuba y Latinoamérica en el cambio de imaginarios sociales a favor de la equidad de género», devino un espacio para la reflexión y la actualización sobre investigaciones y la campaña de Ceoar al respecto «Eres más».
Gabriel Coderch, coordinador de Ceoar, dijo que en el primer año de la desaparición física del líder revolucionario Fidel Castro (1926-2016), un homenaje a su vida es «reunirse para abordar el tema de las mujeres, pues él les dedicó tiempo y esfuerzo, convencido de su fuerza dentro del proceso revolucionario cubano y de la necesidad de romper con toda atadura para su desarrollo íntegro».
«Luchar por el empoderamiento femenino, luchar contra la violencia, es cumplir con Fidel, con sus ideales de justicia social», indicó Coderch.
«Ceoar se ha propuesto este año hacer más visible la violencia que se ejerce hacia las mujeres jóvenes, en una apuesta por la juventud como grupo poblacional y actor social que tiene mucha relevancia para la sostenibilidad de lo que queremos trabajar hacia el futuro y construir una sociedad libre de violencia hacia las mujeres», destacó Mareelén Díaz, también de esta organización de inspiración cristiana.
Foco rojo en las edades jóvenes
En el encuentro, insertado en la Jornada por la No Violencia contra Mujeres y Niñas 2017, la investigadora Idania Rego, del Grupo de Estudios de Juventud, del estatal Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas, mostró hasta qué punto sobreviven estereotipos y mitos, incluso entre las generaciones más jóvenes.
Según Rego, una investigación en curso que se desarrolla en siete naciones de la región, Colombia, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, República Dominicana y Cuba, con el apoyo de la organización no gubernamental Oxfam, indaga sobre los imaginarios sociales alrededor de la naturalización de la violencia hacia las mujeres, el control de sus cuerpos y la impunidad, entre otros.
En el caso cubano, expuso, los resultados preliminares muestran que tanto las muchachas como los muchachos encuestados han incorporado en general mitos de larga data como que las mujeres son para la casa y la maternidad, y los hombres son los proveedores, deben tener el control y sus infidelidades deben ser entendidas y perdonadas.
Más que campañas
La periodista y comunicadora Tamara Roselló, de Ceoar, mostró ejemplos de los diferentes enfoques que se emplean en países de la región para visibilizar el problema de la violencia hacia las mujeres y las niñas.
Frases como «Ni una menos, vivas nos queremos»; «Métele un golazo al machismo»; «No basta con indignarse, ante el acoso, actúa»; «Actúa, detén la violencia» y «Los celos no son excusa para el control», son algunas de las diversas maneras empleadas para mover la conciencia social y que han contado con el apoyo de Oxfam.
Explicó que, para dirigirse a las poblaciones más jóvenes, muchas de estas campañas han sumado la colocación de mensajes en espacios públicos y el uso de las nuevas tecnologías, que tienen mayor alcance en esos grupos, al uso tradicional de soportes como gorras, camisetas y pulóveres.
Como puntos comunes entre esas experiencias, se incluyen perseguir el cambio en imaginarios sociales a favor de masculinidades y feminidades libres de violencias machistas y racistas, las alianzas con organizaciones de mujeres y feministas, vincularse a procesos ya en marcha en cada país y reconocer que jóvenes y adolescente son actores de cambio e innovación.
«Los mensajes no se limitan solo a la violencia sino que se conectan con otras discriminaciones como el racismo y las que sufren las poblaciones indígenas», apuntó Roselló.
Eres más rejuvenece
Las nuevas estrategias de la campaña Eres más las expuso Roberto Miguel Torres, de Ceoar, quien consideró posible cambiar la historia de subordinación y violencia para construir una diferente y emancipada de las mujeres.
Al hacer un recuento del trabajo del centro, Torres mencionó la organización de encuentros, paneles y coloquios; el apoyo a espacios como los Talleres de Transformación Integral del Barrio, comunidades alejadas y vulnerables y universidades; la articulación de actores con objetivos comunes en el enfrentamiento al problema y la creación de la plataforma de hombres por la No violencia, entre otros.
En el intercambio, se abordaron temas como la necesidad de visibilizar también a las mujeres trans y lesbianas, continuar trabajando con los hombres, transformar el espacio educativo donde el profesorado no siempre está sensibilizado ni preparado para transmitir valores ajenos a la discriminación y la violencia, entre otros.
Algunas personas reiteraron el viejo reclamo de que las acciones no se limiten a la jornada alrededor del Día de lucha por la no violencia hacia las mujeres y las niñas, sino que se mantenga durante todo el año, que los estudios tengan en cuenta los espacios rurales y la diversidad sexual y la lucha por la no violencia se una a la causa antirracista y otras vulnerabilidades.