Después de examinar la información preliminar sobre los resultados económicos del 2016 y las perspectivas para el 2017, resulta interesante resumir aquellos factores -externos e internos- que tendrán una incidencia mayor a corto plazo en la evolución de la economía nacional para retomar la senda del crecimiento. En estas consideraciones se incluyen algunas valoraciones sobre […]
Después de examinar la información preliminar sobre los resultados económicos del 2016 y las perspectivas para el 2017, resulta interesante resumir aquellos factores -externos e internos- que tendrán una incidencia mayor a corto plazo en la evolución de la economía nacional para retomar la senda del crecimiento.
En estas consideraciones se incluyen algunas valoraciones sobre determinadas medidas que -de adoptarse-, pudieran mejorar las perspectivas a corto plazo.
Como se apuntó con anterioridad en estos trabajos, los factores externos tienen una influencia de mucho peso en nuestro desempeño, tomando en cuenta que el nivel de apertura de la economía cubana alcanza más de un 46%[1]. Sobre ellos solo caben acciones puntuales para mitigar o potenciar su impacto a corto plazo, ya que transformaciones estructurales que pueden modificar esta situación tomarán tiempo para su materialización. Entre los factores externos de mayor peso se encuentran los siguientes. -El bloqueo económico de Estados Unidos.
El impacto directo e indirecto de esta agresión ha costado acumulativamente 125 873 millones de dólares hasta el 2016, con una tendencia creciente del costo, que se elevó a 4 680 millones solo entre el 2015 y el 2016. Este es el principal factor que las agencias evaluadoras de riesgos consideran en el caso de Cuba,[2] elemento que tiene una influencia de mucho peso para cualquier negocio con el capital extranjero.
Por otra parte, la decisión de levantar el bloqueo no se concretó con la administración de Barack Obama, que no avanzó sustancialmente en esa dirección y cuya solución final se encuentra en manos del Congreso de EEUU. Las perspectivas con la nueva administración de Donald Trump colocan la posible eliminación del bloqueo en un proceso más incierto y a mediano plazo.
Al respecto la posición de EEUU hasta el presente ha planteado como premisa para la discusión del tema, la respuesta a la reclamación por las nacionalizaciones de propiedades norteamericanas en Cuba en 1960, la que se fija actualmente en unos 7 000 millones de dólares. Por su parte, Cuba estableció una demanda por daños al gobierno norteamericano por 121 000 millones en el año 2000, la que fue precedida por otra demanda de 181 100 millones en 1999 por daños humanos. Lógicamente estas cifras habría que actualizarlas hasta el presente, pero en cualquier caso una solución al tema de las compensaciones -que se ubica como precedente para el análisis del bloqueo por parte de EEUU- no puede ser unilateral y sólo a favor de la parte norteamericana.
Finalmente, para tener una idea del peso del bloqueo sobre nuestra economía, baste decir que se ha estimado que su levantamiento total añadiría dos puntos porcentuales al crecimiento del PIB cubano cada año.
-Evolución previsible de la economía mundial y su impacto sobre Cuba.
Comenzando por las principales exportaciones de bienes, las perspectivas de precios son favorables. En el caso del níquel para los próximos años -según datos del Banco Mundial-los pronósticos muestran un crecimiento del 40,5% de los precios entre el 2017 y el 2021; los del azúcar decrecen ligeramente -2,5%; y en el caso del petróleo aumentarán un 24,3%, incidiendo favorablemente en los derivados.
Entre las exportaciones de mayor valor agregado -que representan alrededor del 15% del total exportado- se continúan destacando los productos farmacéuticos -incluyendo los productos de la biotecnología- cuyo nivel de exportaciones se reportaba en torno a los 600 millones de dólares ya en el 2013. La evolución de esta industria continúa siendo favorable en el mercado internacional.
Al respecto en el 2016 se destacaba que en EEUU el índice PER[3] -que representa la relación entre la capitalización bursátil del valor y los beneficios netos-, era en la biotecnología un 73% superior al del resto de los sectores.[4]Tomando en cuenta lo anterior, cabe esperar un crecimiento favorable de la producción farmacéutica cubana, no solo para la exportación, sino también para la sustitución de importaciones, cuyo impacto total se calculó recientemente en 1 744 millones de dólares.[5]
El mercado de exportación de fuerza de trabajo calificada se ha mantenido en los últimos años como la base de los mayores ingresos en divisas del país, aportando un estimado de 11 543 millones de dólares como promedio anual entre el 2011 y el 2015. En la perspectiva debe tenerse presente que la exportación de estos servicios se ha basado hasta el momento en convenios intergubernamentales, lo cual -si bien brinda un mercado asegurado a las exportaciones- está sometido a fuertes variaciones ante un cambio de política de los gobiernos que pagan por esos servicios, o incluso a su cancelación ante un cambio de gobierno.[6]
Esta coyuntura indica la conveniencia de estudiar otras fórmulas de negociación, incluyendo la variante de ampliar la prestación de servicios médicos en Cuba para los clientes extranjeros que lo soliciten.[7]
-Incremento de los niveles de la inversión extranjera directa y su eficiencia.
Como se apuntó anteriormente en este trabajo, uno de los elementos de mayor importancia para estimular el crecimiento en el 2017 consiste en elevar el gasto de gobierno para aumentar el nivel de las inversiones, para lo cual se destinarán 4 768 millones de pesos en el Presupuesto del Estado de 2017 con el objetivo de apoyarlas.
En esa dirección, será preciso incrementar la eficiencia del proceso inversionista, eliminando las deficiencias que impiden su adecuada recuperación. Al respecto un factor muy significativo será lograr una mayor calificación y estabilización de la fuerza de trabajo en la construcción mediante un adecuado sistema de estimulación que impida la alta movilidad que la misma.[8] Medidas urgentes deberán adoptarse en este ámbito tomando en cuenta que se estima que entre 2009 y 2014 abandonaron el sector de la construcción 25 000 operarios calificados -según informó el Ministro de la Construcción en la Asamblea Nacional-, mientras que por otra parte, en un estudio realizado entre el 2002 y el 2012, se comprobó la pérdida de 13 pesos por cada peso invertido producto de demoras, sobregiros en los costos y falta de financiamiento para completar la recuperación de la inversión, entre otras causas.[9]
Además de los temas relativos a lograr una mayor agilidad en la aprobación de los proyectos de inversión asociados al capital extranjero y la liquidación de dividendos atrasados, debe prestarse mayor atención al estimulo a las empresas estatales para que elaboren propuestas que permitan incrementar la Cartera de Oportunidad de Proyectos de Inversión mediante una retención de utilidades para los fondos de estimulación y desarrollo; es preciso también explorar la creación de fondos de inversión conjunta entre el Estado, los emisores y receptores de remesas para aumentar la capacidad inversionista del país;[10] finalmente, deben buscarse alternativas que permitan métodos más flexibles para la contratación de fuerza de trabajo, conjugando formulas que contemplen una mejor combinación de ingresos del Estado, costos del operador extranjero y estímulos para el trabajador cubano. Además de los factores externos referidos, es posible aplicar medidas internas que favorezcan la recuperación y el impulso al crecimiento económico del país. Entre ellas cabría destacar las siguientes.
-Aplicación de la ciencia y la técnica en la producción y los servicios.
Debe reconsiderarse la elevación de los gastos para el desarrollo científico del país y revertir el descenso que ha llevado a los gastos en I+D a solo el 0,4% del PIB, cuando a inicios de los años 90 se lograba un 1%.
La positiva experiencia de los centros del anteriormente denominado Polo Científico del Oeste de La Habana -que concentra las instituciones más avanzadas en el campo de la biotecnología-, supuso una inversión que algunos autores han estimado en una cifra superior a 3 500 millones de dólares durante más de 30 años. Para llegar a los resultados que hoy exhiben como empresas de alta tecnología, fue preciso garantizar la investigación mediante el financiamiento del presupuesto del Estado. Esta experiencia nos muestra que no es posible el desarrollo científico solo con un esquema empresarial, si no se complementa con el financiamiento a riesgo que toda investigación requiere.[11]
Ese mismo criterio también aplica para la introducción de los adelantos científicos en la producción y los servicios, para lo que se requiere cubrir costos indispensables antes de obtener los resultados financieros a que se aspira.
Finalmente, no debe perderse de vista la necesaria corrección de los sistemas de estimulación y retribución de los trabajadores de los sectores de la ciencia y educación para preservar la fuerza de trabajo de alta calificación, que constituye el principal activo para el desarrollo del país. Esta es una decisión política que resulta indispensable para garantizar la continuidad del desarrollo y cuyo costo a corto plazo puede compensarse en el Presupuesto Estatal por otras vías.
-Promoción de exportaciones de mayor valor agregado y sustitución de importaciones.
En relación a las exportaciones el camino más expedito consiste en la agregación de valor a los productos ya existentes, antes de iniciar nuevas líneas de exportación. Sería el caso de la producción de níquel refinado y la de aceros especiales; la producción de conservas de alimentos; la refinación de derivados del petróleo de mayor calidad; la producción de derivados de la caña de azúcar, como el azúcar ecológica, el ron, alimento animal y el papel entre otros renglones a considerar, que ya cuentan con una base productiva en el país.
En lo referido a la sustitución de importaciones, es necesario tomar en cuenta que para cada peso que se deje de comprar en el exterior, se requiere una inversión previa de entre 16 y 17 centavos. Un sector de primera prioridad en este contexto sería la sustitución de la importación de alimentos.
Un elemento común y de gran importancia es asegurar una logística adecuada para la fluidez, tanto de las exportaciones, como de la producción nacional que sustituya importaciones. En este sentido, es imprescindible garantizar los flujos de materias primas y materiales, los envases, el transporte, el aseguramiento energético y el financiamiento indispensable, creando para todo ello el tratamiento diferenciado que se requiere a fin de asegurar las producciones y servicios correspondientes, en una ruta critica que garantice los resultados previstos.
Según las proyecciones del EIU ya citado, se pudiera alcanzar un crecimiento del 35,5% de las exportaciones de bienes entre el 2016 y 2021, superando el ritmo de incremento de las importaciones que sería del 34,6% en ese período.[12]
-Potencial de desarrollo de las empresas estatales.
La empresa estatal seguirá desempeñando un rol fundamental en el desarrollo del país.
No obstante, será preciso acelerar los procesos que permitan una gestión descentralizada y eficiente de estas empresas, que hoy no cuentan con un entorno regulatorio que facilite su gestión. Conceptos tales como la planificación flexible y participativa, la gestión del riesgo, sistemas de control económico cuyo costo no sea superior a sus beneficios, así como mayor autonomía para la gestión financiera, se convierten en requisitos indispensables para elevar la eficiencia empresarial y competir en igualdad de condiciones con el sector no estatal.
-Potencial de desarrollo y el papel del sector privado y el cooperativo.
Además del espacio que ya ocupan en servicios como la gastronomía, o el arrendamiento de viviendas, resulta muy importante incorporar tanto al sector cooperativo como al privado, en áreas urbanas y rurales, al impulso de la producción material del país.
En tal sentido, el desarrollo de las cooperativas de la construcción y las de transporte, así como las Pymes privadas, en sectores tales como las confecciones y la fabricación de calzado, deben estimularse para que se integren a los procesos de expansión de las producciones de bienes y servicios, individualmente o en asociación con la propiedad estatal, contando con los aseguramientos indispensables para ello.
El tratamiento inclusivo y la estimulación de la producción agrícola -especialmente de alimentos- de campesinos, arrendatarios y cooperativistas debe tener también un trato preferencial en términos de aseguramiento logístico de insumos productivos y dotación -siquiera mínima- de herramientas y equipos, que permitan elevar su productividad.
La regulación de estos sectores en la economía no estatal deberá lograrse mediante instrumentos económicos, dejando atrás el peso que hoy tienen las regulaciones administrativas sobre el mercado, que han demostrado históricamente su ineficiencia.
Resumiendo, como ha dicho recientemente la economista británica Emily Morris, Cuba enfrenta un desafío no una crisis.[13]
La lógica de desempeño de la economía cubana en los últimos cinco años sigue siendo sólida. Primero hay que restaurar la confianza financiera en el país, lo que se ha ido logrando mediante el proceso de renegociación y pago de la deuda externa vencida. Esto es un requisito indispensable para que ingrese la inversión extranjera directa, necesidad incuestionable dada la baja capacidad de ahorro interno que la economía cubana ha presentado durante años. A partir de un mayor nivel de inversión -hasta llegar a entre 20-25% del PIB- el país asegurará ritmos de crecimiento mayores del orden del 5 al 7% y habremos entrado en la senda del desarrollo establemente.
Por el momento, es preciso volver a crecer en el 2017 y es posible hacerlo.
Notas
[1] El nivel de apertura se mide sumando las exportaciones y las importaciones y dividiendo esa suma entre el PIB.
[2] En el 2015 la agencia Moody’s le otorgó a Cuba una calificación Caa2, que significa una economía con riesgo manejable, pasando de estable a positiva. Ver EFE «Mejora la calificación internacional de Cuba» diciembre 11 de 2015 en www.efe.com. No obstante, el Economist Ilelligence Unit ubicó el riesgo nuevamente en CCC, lo que representa un empeoramiento, tal y como se señala en su último reporte. Ver Economist Intelligence Unit «Country Report Cuba. February 9th 2017» en www.eiu.com
[3] PER = Price to Earnings Ratio.
[4] Ver «¿Hay oportunidades en el sector de la biotecnología de Estados Unidos?, marzo 24 del 2016 en www.estrategiasdeinversion.com
[5] Ver «BioCubaFarma a la vanguardia de la biotecnología cubana» periódico Granma, julio 6 del 2016 en www.granma.cu
[6] Este parece ser el caso del gobierno de Temer en Brasil, que ha planteado reducir la presencia de médicos cubanos en los próximos años.
[7] Existen experiencias positivas en este sentido para los casos de la India y Costa Rica en años recientes.
[8] En fechas recientes se han producido incrementos salariales para los constructores que laboran en obras del turismo y también se benefician con otras medidas aquellos que trabajan en empresas mixtas y en la Zona Económica Especial del Mariel. No obstante, el diferencial existente entre estos pagos y los ingresos de los constructores del sector privado y cooperativo es todavía notable.
[9] Ver «Proceso inversionista. Camino empedrado de buenas intenciones» Economía. Separata del periódico Trabajadores, 29 de agosto del 2016, p. 3.
[10] Ya antes de los años 80 existían experiencias favorables en este sentido en países como Yugoeslavia. El capital de trabajo que entra a Cuba via remesas se puede estimar entre 1 000 y 1 250 MM de dólares en estos momentos. Ver de Cheney Wells (2011) «The Role of Remittances in Cuba’s Non State Sector» en www.thecubaneconomy.com
[11] Sobre el tema puede verse el trabajo de Carlos Rodríguez «El financiamiento de la ciencia» Cubadebate, 15 de enero de 2017 en www.cubadebate.cu
[12] Ver EIU Op. Cit., p.9.
[13] Ver «La Habana se enfrenta a un desafío, no a una crisis» enero 9 de 2017 en www.lapupilainsomne.wordpress.com