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Noticias de fin de año

Fuentes: La Joven Cuba

Estos meses de fin de año han sido muy duros para la contrarrevolución cubana. La rectificación de las medidas relacionadas con el trabajo por cuenta propia (TCP), internet en los celulares o la -al fin- presencia de los principales dirigentes del país en las redes sociales y en la Mesa Redonda ha sido como un […]

Estos meses de fin de año han sido muy duros para la contrarrevolución cubana. La rectificación de las medidas relacionadas con el trabajo por cuenta propia (TCP), internet en los celulares o la -al fin- presencia de los principales dirigentes del país en las redes sociales y en la Mesa Redonda ha sido como un mazazo para aquellos que ven la manipulación de la realidad cubana como su único objetivo.

Hace pocos días un cubano residente en el exterior me preguntó vía Facebook que cómo veía a Cuba. Le respondí que no tan bien como queremos la mayoría ni tan mal como desea una minoría. Si tuviera que darle una calificación, diría que está «en avance» y eso es lo importante, que avance, rectificando lo que tenga que rectificarse como en el TCP o dando la cara y explicando a la población como en el Decreto Ley 349.

De todos los acontecimientos recientes, lo que más los ha golpeado sin lugar a dudas es el regreso de miles de médicos cubanos de la misión Más Médicos en Brasil. A la contrarrevolución no le interesa el bienestar de los médicos cubanos, de hecho, apoyan el bloqueo que afecta a todos los cubanos y por supuesto menos les interesa la salud de millones de pobres en Brasil. Lo único que les importa es descargar su odio y de paso vivir de eso.

Desde Miami han desplegado una intensa campaña para lograr que no regresen a Cuba la mayor cantidad de médicos posibles desde Brasil, de hecho, lograron que su ahora colaborador y flamante presidente de ese país les ofreciera el asilo político al que decida quedarse. Llegaron a decir que no menos de la mitad se quedarían y como siempre los cálculos le han salido mal.

Se entiende que califiquen a los médicos cubanos como «esclavos» porque jamás entenderán que alguien pueda viajar a miles de kilómetros de su casa para salvar vidas humanas, arriesgando su vida como en el caso de los que lucharon contra la epidemia del ébola en África.

Aquí quiero hacer una acotación. ¿Es la motivación económica lo único que mueve a los médicos cubanos a cumplir una misión en el extranjero? Antes de responder esa pregunta hay que ir al contexto, porque a diferencia de otros países, la carrera de medicina en Cuba no es elitista, no acceden a ella solo aquellos que provienen de una familia adinerada o los que corren con la suerte de obtener una beca. En Cuba para estudiar medicina, basta con tener vocación y aprobar las pruebas de ingreso a la universidad.

No están exentos entonces los médicos de los problemas económicos comunes en nuestro país y las misiones médicas constituyen una vía para poder satisfacer esas necesidades. Esa es una realidad tan grande como el corazón de nuestros médicos, porque nadie que actúa solamente por dinero puede lograr el reconocimiento que ellos han alcanzado en los lugares donde han actuado.

Al gobierno cubano le corresponde actuar con serenidad y entender que muchos de los que hoy no regresan es porque formaron una familia en Brasil y eso no necesariamente significa romper con la revolución cubana. Desde Miami intentarán manipularlos con promesas, desde Cuba no se puede hacer otra cosa que respetarles su decisión y dejarles las puertas abiertas por si algún día deciden regresar e incorporarse al sistema de salud cubano.

Cada buena noticia para los cubanos que quieren un país cada día mejor es una mala noticia para los que no tienen otro objetivo que regresar a la Cuba de antes del 59 o para los que creen que el capitalismo tercermundista que nos tocaría sería capaz de resolver todos nuestros problemas.

La dirección del país se enfrenta a una gran deuda acumulada, deuda que no es posible revertir en poco tiempo, pero sin dudas las noticias de fin de año son halagüeñas. Las predicciones dicen que el 2019 será un año difícil y esa frase la vengo escuchando desde hace mucho tiempo, pero me gusta ver el vaso medio lleno.

Cámbiese lo que tenga que ser cambiado y todo tiempo futuro será mejor.

Fuente: http://jovencuba.com/2018/12/13/noticias-de-fin-de-ano/