Los carceleros de las prisiones israelíes donde más de 1.600 prisioneros palestinos cumplían ayer el segundo día de una huelga de hambre a muerte, anunciaron que prepararán manjares frente a sus celdas como parte de una «guerra psicológica». El diario «Maariv» informaba de que para quebrar la huelga asarán carne delante de las celdas «para […]
Los carceleros de las prisiones israelíes donde más de 1.600 prisioneros palestinos cumplían ayer el segundo día de una huelga de hambre a muerte, anunciaron que prepararán manjares frente a sus celdas como parte de una «guerra psicológica». El diario «Maariv» informaba de que para quebrar la huelga asarán carne delante de las celdas «para que la huelan», y prepararán otros platos típicos de la cocina mesoriental, como el kebab, el felafel y el postre baklaua.
Según el rotativo, el Gobierno de Sharon pasó por alto una petición del primer ministro palestino, Abu Ala, para mediar en negociaciones entre los presos y representantes del Servicio de Prisiones de Israel.
El ministro israelí de Seguridad Interior, Tsaji Hanegbi, declaró que Israel no cederá ante «ninguna de las exigencias» de los prisioneros y que «pueden seguir la huelga hasta morir».
Las autoridades penitenciarias ordenaron confiscarles los televisores y radios y prohibieron la venta de tabaco en las cárceles donde llevan a cabo la huelga.
Mañana se celebrará en Gaza y Cisjordania el Día del Prisionero Palestino y se supone que otros 1.200 «presos de seguridad», según la denominación israelí, se sumarán a la huelga de hambre por tiempo indefinido.
La iniciativa de los presos palestinos ya está teniendo eco en Euskal Herria, donde Askatasuna denuncia la «actitud dictatorial» de los carceleros israelíes que reflejan las palabras del ministro Hanegbi y compara lo que hace Tel Aviv con lo que vienen haciendo Madrid y París con los presos vascos.