La noticia de la enfermedad de Yasser Arafat ha opacado un hecho significativo como el aparente fin de 37 años de ocupación militar y colonización ilegal de Gaza. Esta retirada no resultó un motivo de alegría para los palestinos, ya que a cambio de desmantelar los asentamientos de Gaza y otros cuatro muy marginales en […]
La noticia de la enfermedad de Yasser Arafat ha opacado un hecho significativo como el aparente fin de 37 años de ocupación militar y colonización ilegal de Gaza.
Esta retirada no resultó un motivo de alegría para los palestinos, ya que a cambio de desmantelar los asentamientos de Gaza y otros cuatro muy marginales en el norte de Cisjordania, Ariel Sharon pretende y se cree con derecho a eternizar su control sobre las fronteras de todos los territorios palestinos, mantener la ocupación y opresión, enterrar la Hoja de Ruta, aplazar indefinidamente la instauración de un estado palestino y seguir con la expansión y colonización rampante, que él califica de «natural», de los asentamientos -ilegales según el derecho internacional- de Cisjordania y sus más de 210.000 colonos.
Así, es nula la posibilidad de que este proyecto político, impuesto con ofensivas militares como las invasiones últimas, traiga la paz a la región. Por otro lado, dos informes jurídicos, de Israel y la ANP, coinciden en que, según la legislación internacional, Gaza seguirá ocupada pese a la salida de colonos judíos y soldados israelíes. Por tierra, mar y aire, el férreo control militar de las fronteras, económico, comercial y de circulación, seguirá en manos de Israel, por lo cual, según la legislación internacional y la IV Convención de Ginebra, Gaza seguirá ocupada. De esa forma, la fuerza militar ocupante, Israel, seguirá teniendo la responsabilidad de la suerte que pueda correr el pueblo ocupado, un millón trescientos mil palestinos.
He ahí el escepticismo de los palestinos sobre la publicitada retirada de Gaza. Nadie cree que esto es un paso hacia la paz. La opinión pública palestina, en forma casi unánime, considera que esta retirada se debe al altísimo costo para Israel que significa la ocupación de Gaza y a su vez, es una maniobra para eternizar la ocupación y colonización ilegal de la Ribera Occidental.
Si realmente Israel busca la paz, acataría la legalidad internacional, es decir, las resoluciones de la ONU, los dictámenes de Corte Internacional de Justicia de La Haya, los Convenios de Ginebra, entre otros.
Comité Democrático Palestino – Chile