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Aquellos que creían que Sharon se habían convertido en un izquierdista y que se había empezado a preocupar por "los derechos de los palestinos" estaban muy equivocados

La excavadora ha ganado

Fuentes: Haaretz

Traducido para Rebelión por Carlos Sanchis

Ariel Sharon irá a la fiesta de la victoria del presidente norteamericano George W. Bush en su rancho de Crawford, Texas, el 11 de abril. No hay nada con que los políticos disfruten más que con regodearse, y Sharon tiene muchas razones para celebrar su victoria sobre los «rebeldes» que intentaron detener su plan de desconexión y que fracasaron; su victoria sobre los incrédulos que elogiaron su reino una y otra vez, su victoria sobre la izquierda que una vez lo persiguió y ahora organiza manifestaciones en su honor; su victoria sobre Tommy Lapid que intentó ejercer la influencia de su poder político y se estrelló dos veces.

Pero más que otra cosa, en Texas Sharon celebrará la victoria de la excavadora. En el fondo de su conversación con el presidente estará el fortalecimiento sobreentendido respecto a que Israel preserve para sí los bloques de asentamientos en Cisjordania. Bush ya aceptó el principio el año pasado. Ahora Sharon quiere asegurarse la promesa norteamericana para que una anexión de los bloques en el futuro se convierta en permiso para construir, a cambio de la evacuación de colonos de Gaza y del norte de Samaria.

Sharon está sacrificando Gush Katif y arriesgando la disputa doméstica para lograr dos metas: fortalecer su poder en casa con la promesa de «dejar» la odiada Gaza y poner la frontera oriental de Israel en las líneas de la cresta que extenderán la «estrecha cintura» alrededor de la región de Dan y de Jerusalén.

Sharon creció en la era del mandato británico, y a continuación fue educado en los principios prácticos del sionismo del «dunum tras dunum». La ideología y las ideas sublimes nunca le interesaron, y aun ahora los encuentra difíciles de entender y siente desprecio por ellos. Para él, sólo el poder importa. ¿Buenos son los predicamentos antirreligiosos de Lapid, si se doblega y apoya los presupuestos a la hora de la verdad? Lo mismo sostiene la verdad en los territorios. Aquellos que controlan la colina ganarán y dictarán la frontera futura.

Hace dos años, Sharon actualizó las metas de la guerra con los palestinos. Su exigencia de que se rindieran incondicionalmente fue reemplazada por una política de fortalecer los «bloques» y prepararlos para su anexión a Israel: Ma’aleh Adumim, Ariel, el Bloque Etzion, Beit Arye. Desde entonces, Sharon ha apostado firmemente por esa meta, con la planificación del Muro, su permiso de construcción y la toma de tierras. Estuvo acertado en su valoración de que si él promete evacuar unos asentamientos aislados, el mundo le perdonará la construcción en los bloques. Sharon culpa de la última disputa con Washington sobre la construcción planeada entre Ma’aleh Adumim y Jerusalén a la cacareada incautación en Jerusalén.

La carta de Bush de abril del 2004, en la que la administración se reafirmó el fin de semana, muestra que los estados Unidos no están interesados en la abstracta justicia de la Corte Internacional de La Haya o en los lamentos de los palestinos ocupados. El reconocimiento de «las nuevas realidades sobre el terreno» es la gran victoria de fuerza, prueba de que los asentamientos judíos establecen la frontera. Es todo un asunto de proporcionalidad. Si Gush Katif tuviera 200.000 judíos, y no 7.000, nadie estaría hablando de la evacuación. Si hubieran construido altos asentamientos allí, como en Ma’aleh Adumim, y no invernaderos y chalés el mapa sería diferente.

La política de Sahron de bloques de asentamientos enciende una profunda mecha en el centro del mapa político de Israel. Salvo Paz Ahora y algunos alborotadores de la izquierda, todos estamos enamorados de Ma’aleh Adumim y Ariel. Ehud Barak, que quiere competir contra Sharon, le pasa por la derecha y advierte contra perder los bloques debido a demasiado apetito. Simón Peres estaba furioso sobre el «calendario» anunciado de la nueva construcción en Ma’aleh Adumim, pero no sobre el principio. Por consiguiente, las próximas elecciones las ganará quién proteja mejor y conserve Ariel y Beit Arye.

Aquellos que habían pensado que Sharon se habían convertido en un izquierdista y que se había empezado a preocupar por «los derechos de los palestinos» estaban muy equivocados. Sharon todavía cree que la excavadora y las unidades de viviendas pondrán la frontera, con el apoyo y el respaldo de Norteamérica. La próxima reunión en Crawford significa concederle una fuerza más amplia.

29 de marzo de 2005