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Clausura del VIII Congreso del PCPE

Voces amigas

Fuentes: Rebelión

VIII Congreso del PCPE El sábado se clausuró el VIII Congreso del Partido Comunista de los Pueblos de España, que reunió en Madrid, desde el pasado viernes, a más de ciento veinte delegados y a veinticinco representaciones internacionales venidas de Europa, América Latina, África y Asia, cuya presencia atenta a lo largo de todo el […]

VIII Congreso del PCPE

El sábado se clausuró el VIII Congreso del Partido Comunista de los Pueblos de España, que reunió en Madrid, desde el pasado viernes, a más de ciento veinte delegados y a veinticinco representaciones internacionales venidas de Europa, América Latina, África y Asia, cuya presencia atenta a lo largo de todo el debate ocurrido en el Congreso fue uno de los elementos más resaltados por los miembros del Partido.

Algunos de los integrantes de esas delegaciones analizaron las realidades de sus países, la coyuntura internacional que rodeaba este VIII Congreso y también la necesidad del trabajo unitario de las organizaciones comunistas como la mejor vía de enfrentar la violencia que el capitalismo está ejerciendo en la sociedad mundial.

Paulos Alepis. Partido Comunista de Grecia (KKE).

Sobre el estado del capitalismo actual y sobre la necesidad de una respuesta comunista unitaria al sistema dominante.

«Lo que nadie puede poner en duda es que el momento que estamos viviendo es el de mayor crisis del capitalismo desde su nacimiento y que esa crisis es la que determina su agresividad y sus ataques feroces contra los trabajadores y las trabajadoras en cualquier rincón del planeta.

Lo que tampoco se debe desconocer es que la clase obrera esta resistiendo en muchos países del mundo, incluyendo los países occidentales capitalistas, aunque en ellos haya que cuestionar esa resistencia porque no va en contra del sistema dominante.

Esa es la razón que lleva al KKE a considerar que la presencia del Partido en esas expresiones y en esas luchas de resistencia dentro de estos países capitalistas tiene que tener un carácter distintivo del resto.

De este VIII Congreso del Partido Comunista de los Pueblos de España, después de haber estudiado sus tesis, creemos que es fundamental que todas ellas se vean reflejadas en la práctica y, de igual manera, estamos convencidos de que debe ser la práctica la que conforme la unidad de los Partidos Comunistas de Europa.

Con esa unión, que ha de caminar junto a la lucha de clases, llegarán mejores tiempos para la clase obrera española y mundial».

Partido Argelino para la Democracia y el Socialismo (*).

Sobre el momento político que atraviesa Argelia y el rol de un Partido Comunista en el combate frente al imperialismo norteamericano que pugna (con la UE) por convertirse en la nueva potencia colonizadora del continente africano.

«Nuestro papel, el que nos toca desempeñar ahora, es el de alertar a los trabajadores o, lo que es lo mismo, luchar contra ese proyecto neocolonizador.

Hay que tener en cuenta que el sueño de la burguesía compradora norteamericana va mas allá y pretende ponerse a remolque de la OTAN, que es una organización agresiva y criminal que ha intervenido en contra de nuestro pueblo en la guerra de liberación argelina, dando armas a los colonialistas franceses.

Al tiempo, Argelia ha firmado acuerdos de asociación con Europa en virtud de los cuales los capitalistas occidentales pueden exportar todo lo que quieran a Argelia sin pagar ningún derecho de Aduanas y, del mismo modo, las multinacionales europeas o norteamericanas, establecidas en Argelia, pueden llevar sus productos a la Unión Europea sin pagar ningún tipo de tasa.

El pueblo argelino se desarrolla en medio de esa situación tremenda en la que, además, tiene que enfrentarse a los movimientos islamistas, creados por el imperialismo para destruir las verdaderas luchas de liberación nacional en esta parte del mundo.

Dentro de ese panorama, en el comunismo argelino existe una corriente de opinión que apoya la reconstrucción de una Internacional Comunista como la que existió en el pasado y que seguiría los pasos de lo que es la Federación Sindical Mundial.

Esa misma corriente es la que hoy abraza iniciativas como la del Partido Comunista griego de hacer encuentros internacionales que nos permitan entrar en contacto con otras organizaciones comunistas de todo el mundo y que nos pongan en la vía de lograr nuestro máximo objetivo; esto es, desarrollar al máximo el internacionalismo proletario».

Frank Venmans. Partido del Trabajo de Bélgica (PTB)

Sobre la lucha de los trabajadores en Bélgica y la respuesta internacionalista del PTB.

«La Unión Europea, a partir del Pacto de Lisboa del año 2000, se puso el objetivo de convertir su economía en la más competitiva del mundo como una forma de consolidar el bloque europeo frente a los Estados Unidos. Para hacerlo había que destruir todas las conquistas sociales que los trabajadores y trabajadoras de Europa habían logrado a lo largo del siglo XX, algo que se precipitó con la caída de los países del Este.

En este contexto, el movimiento obrero en Bélgica se ha fortalecido hasta llegar a ser el más importante que ha conocido el país en los últimos 15 años y, así, el proyecto de Ley de prejubilación ha sacado a la calle a cien mil personas para protestar por el aumento de la edad de prejubilación de los 58 a los 60 años.

En este caso, la movilización social no pudo vencer, pero sí fue capaz de fortalecer al movimiento obrero.

Todos los partidos políticos, menos el PTB, apoyaron esta Ley, pero, después de la lucha librada por su derogación, una parte del sindicato socialista quiso alejarse de su propio partido, con lo que se concluye que ese sindicato va a defender mejor a la clase obrera en las luchas que están por venir y que ya se están preparando.

La respuesta del PTB frente a este tipo de medidas pasa, sin duda, por afianzar el internacionalismo, que es para nosotros la única manera de encarar las políticas neoliberales puestas en marcha en Bélgica y en el resto de los países europeos y que en su conjunto está basada en el recorte de los derechos de la clase obrera.

Los criterios de liberalización y competitividad son los que el capitalismo pretende imponer y, al enfrentarlos, la clase obrera de Europa y del mundo pone de manifiesto los vínculos estrechos que la unen, por encima de fronteras nacionales.

Como parte de esa tendencia, los partidos comunistas en Europa avanzan hacia una colaboración mayor entre ellos, una colaboración que ya se demostró cuando las organizaciones comunistas europeas se opusieron y consiguieron frenar la Ley anticomunista que iba a salir del Consejo de Europa.

Esa colaboración sigue ahora con el enfrentamiento al proyecto de prohibir a las Juventudes Comunistas checas, porque se sabe que esa lucha es la de todos los comunistas.

El contacto entre partidos y organizaciones comunistas es vital en estos momentos, ya que permite intercambiar experiencias y trazar líneas de acción comunes, internacionalistas, contra las amenazas del capitalismo»

Nelson Chaves. Movimiento Revolucionario 8 de Octubre de Brasil.

Sobre los cambios soberanistas en América Latina.

«Después de luchar durante todo el siglo XX contra las dictaduras, el continente vive una nueva etapa de recuperación nacional. Eso es lo que hemos visto en Venezuela, en Bolivia, en Uruguay y lo que con mucha probabilidad veremos en Méjico.

En este último caso, el giro que puede dar este país en las próximas elecciones se plantea como fundamental por el freno que supondría al intento de los Estados Unidos de imponer el ALCA en el continente.

En América Latina estamos asistiendo a un fortalecimiento enorme de los movimientos populares, que están invirtiendo la correlación de fuerzas. En Brasil, por ejemplo, luchamos contra el imperialismo con la unión no sólo de los partidos de izquierda sino de todos los sectores progresistas que existen en el país. No hay que olvidar que la herencia del saqueo colonial y, posteriormente, del expolio norteamericano nos han dejado grandes capas de miseria económica y política que tenemos que hacer desaparecer ya. Para esa tarea necesitamos todos los brazos que podamos juntar.

La unidad de todas esas fuerzas progresistas es necesaria en una etapa que es el inicio de una coyuntura nueva y en la que ya no se está permanentemente a la defensiva. Ahora podemos pensar, como se ha dicho en este VIII Congreso, en la construcción de una organización mundial y para eso debemos colocar muy bien cada piedra pero, sobre todo, no podemos hacer concesiones y olvidar el pasado de las luchas comunistas.

En definitiva, debemos trazar las líneas de acción que nos lleven a golpear juntos al enemigo y a hacerlo en el mismo lado; sólo así podremos debilitar al imperialismo.

El proyecto de integración latinoamericana es un fenómeno nuevo con raíces muy antiguas, que está construyendo las bases de las revoluciones nacionales en el continente.

Sabemos que el imperialismo va a atacar ese proyecto y los comunistas tenemos que estar preparados para defender las luchas de los pueblos y su derecho a elegir a sus Gobiernos».

Oscar Martínez Cordobés. Partido Comunista de Cuba (PCC).

Sobre la «posición común europea» contra Cuba, la doble moral en torno a los Derechos Humanos y la posición de la izquierda en Europa.

«La «posición común» de Europa es un invento de Aznar para hacer que todos los países europeos se alinearan con los Estados Unidos en su política de confrontación y de guerra permanente contra Cuba.

Esa posición común, basada en las informaciones manipuladas sobre la supuesta violación de los Derechos Humanos en Cuba, es absolutamente discriminatoria porque no se aplica a ningún otro país del mundo, ni siquiera a aquellos que tienen cárceles secretas, secuestran y asesinan a activistas políticos o bombardean poblaciones civiles. Ese es el caso de los Estados Unidos o de Israel, y Europa no tiene una posición común contra ellos.

Sin embargo, la izquierda europea y, más concretamente, la española tienen una posición de rechazo hacia esta política que, en el caso de los partidos comunistas, es mucho más contundente.

Para Cuba es vital el respaldo que se haga en Europa a su modelo de desarrollo y, en base a esa importancia, es que abogamos por el trabajo conjunto de los partidos y de los pueblos. En Cuba, esa unidad ha sido un elemento estratégico para la Revolución, sin la que el proceso no habría sobrevivido ni siquiera los primeros años.

Nosotros estamos convencidos de que Europa, en algún momento, tiene que rectificar esa actitud porque esa política no tiene base y, además, porque los pueblos se resisten a que se aplique».

Fayez Badawi. Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP).

Sobre el Gobierno de Hamás y el reconocimiento del Estado de Israel.

«Hoy día el pueblo palestino está sufriendo una de las mayores agresiones que se han ejercido nunca contra un pueblo y también contra la legalidad internacional. Se ha hablado mucho de la victoria de Hamás, de que esta organización tiene que reconocer al Estado de Israel y de que tiene que renunciar al terrorismo.

Sin embargo, hay aspectos que es necesario observar aquí. En primer lugar, todos esos conceptos son rechazados por el pueblo palestino precisamente por aplicarse a un pueblo que vive bajo la ocupación y que sufre la diáspora a la que lo ha forzado el Gobierno israelí.

Hay una pregunta que cabría hacerle a la comunidad internacional porque, según las leyes internacionales vigentes, para que Israel fuera un Estado legal, tendría que reconocer la resolución 194 que obliga a Israel a que vuelvan los refugiados palestinos. Por lo tanto, la formación del Estado de Israel es, de por sí, ilegal.

Por otra parte, estamos viendo que, desde la Unión Europea salen voces como la de responsable de Exteriores, Javier Solana o la del canciller español, Miguel Angel Moratinos que piden a Hamás que reconozca a Israel, cuando es el propio Gobierno israelí el que desconoce las fronteras. El mismo Olmert ha dejado entrever que, de aquí al año 2010, la situación de los palestinos va a empeorar en pro de la consolidación bastarda del Estado israelí y va a empeorar porque va a haber más asentamientos, más colonos, más hambre y más destrucción de la tierra palestina y del pueblo israelí. Esto es una barbarie y ocurre ante nuestros ojos.

¿Qué es lo que quieren que reconozcamos entonces, al Estado que mantiene un muro que fue condenado por el tribunal Internacional de La Haya, que es el mismo que no ha cumplido ninguna de las ochenta y seis resoluciones dictadas por las Naciones Unidas?

¿Quieren que reconozcamos a un Estado que tiene a 9.600 presos palestinos en sus cárceles, a un Estado que tortura y que roba los recursos naturales de Palestina?

No, definitivamente nadie puede pedirnos que reconozcamos nuestro propio genocidio y, en ese sentido pedimos a la UE que sancione a Israel.

En cuanto a la política de los Estados Unidos, creemos que es urgente, en estos momentos, diferenciar el terrorismo de la lucha de los pueblos. Nosotros condenamos el terrorismo, pero reconocemos la resistencia de los pueblos contra las agresiones del imperialismo y, basándonos en esto, afirmamos que los palestinos tenemos derecho, reconocido además legalmente, a defendernos de los ataques de Israel.

Por encima de la doble moral y la perversión del lenguaje que pretende imponer el sistema dominante, los palestinos nos reafirmamos en que Hamás es la punta de lanza de la democracia en la zona de Oriente Medio y que eso es lo que preocupa realmente a los Estados unidos y a Israel. El pueblo palestino, celebrando unas elecciones democráticas, pese a la situación de excepcionalidad permanente que vive, ha demostrado que es un pueblo maduro.

Como miembro del FPLP y como ciudadano palestino, estoy seguro de que ese pueblo sabrá examinar la gestión de Hamás y sancionar su Gobierno, si es que éste no cumple con su programa electoral de transformación política.

El FPLP es un partido que lucha por la liberación nacional y por la consolidación de un Estado democrático progresista, laico y viable con capital en Jerusalén. Esa lucha nos hace estar en el Frente Islámico Nacionalista, formado por trece organizaciones palestinas, y nos lleva respetar el Gobierno de Hamás en función de que ese Gobierno está trabajando por el pueblo palestino.

Sin embargo, como marxistas leninistas, no olvidamos nuestras referencias y sabemos que la lucha por la liberación nacional de nuestro pueblo necesariamente va unida a la lucha por el comunismo. Para eso es necesario fortalecer el partido y hacer mucho trabajo social, con el objetivo de convertirnos en una referencia para el pueblo palestino».

(*) El Partido Argelino para la Democracia y el Socialismo está prohibido en Argelia y por esa razón, el nombre de su representante no aparece en estas declaraciones.