Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Estados Unidos y la Unión Europea, dominados y controlados como están por el movimiento sionista y sus entidades, están recurriendo a una nueva modalidad de armas de destrucción masiva contra los palestinos, de forma similar a la que ya pusieron en juego contra Iraq mediante el mortífero bloqueo.
Los palestinos están bloqueados, su país está siéndoles arrancado pedazo a pedazo y están viviendo en campos de concentración rodeados por muros de hormigón y fortificaciones armadas sionistas: los asentamientos. Sus hogares están siendo dinamitados; sus campos y sus olivos están siendo destruidos o confiscados.
En abril del presente año y tras la inesperada victoria de Hamas, EEUU cortó toda la ayuda que no fuera humanitaria. En total, 411 millones de dólares en ayudas que fueron cancelados o suspendidos con la excusa de que el dinero podría servir para ayudar al nuevo gobierno palestino dirigido por Hamas.
Los EEUU, la UE y otros donantes han declarado que no tendrán relaciones con el gobierno dirigido por Hamas a menos que éste reconozca a Israel, renuncie a la violencia y se adhiera a los acuerdos suscritos con «Israel» por anteriores «gobiernos» palestinos. EEUU y la UE están ignorando a las víctimas reales, en este caso los palestinos, y sólo están distorsionando los hechos y la historia. Han ignorado que los palestinos nunca cometieron actos violentos contra ninguna nación pacífica ni han invadido ningún país, ni han expulsado a su población ni han afirmado nunca tampoco que la tierra conquistada es su tierra. Están luchando para recuperar su derecho a tener una patria, a regresar a sus hogares y a sus ciudades para vivir en paz y prosperidad. Esta lucha es legítima según las leyes internacionales y nada ni nadie conseguirá desalentarles.
Hamas fue elegido de forma democrática por el pueblo que vive en lo que quedó del territorio palestino. Las elecciones no fueron una farsa como las que tuvieron lugar en el Iraq ocupado; los elegidos no llegaron en lo alto de los tanques de los invasores estadounidenses y sus aliados. Los miembros de Hamas forman parte del pueblo palestino, no han sido importados ni representan ningún poder o intereses extranjeros.
El Mundo debería saber ya que la tragedia de Palestina empezó con el acuerdo Sykes-Picot en 1916, acuerdo que fue coronado con la creación en 1948 de la entidad sionista en la tierra de Palestina. Las organizaciones militares armadas sionistas desplegaron un terror despiadado y recurrieron a una violencia sangrienta contra los palestinos para deportarles de sus ciudades y pueblos con objeto de desarabizar Palestina y convertirla en una entidad completamente judía.
El 3 de octubre de 1960, William Zuckerman, editor del «Jewish Newsletter», nos proporcionó un comentario revelador. Manifestó: «La huida de los árabes palestinos, que creó el problema de los refugiados árabes, no fue un acto espontáneo, no se debió enteramente a la llamada de la propaganda de los dirigentes árabes como han proclamado siempre los sionistas. Fue un plan fríamente calculado ejecutado por el Irgun pero con conocimiento y aprobación de la Haganah y de la Agencia Judía que existía en aquella época».
Las masacres en Palestina no se detuvieron en Deir Yassin, donde 250 personas fueron masacradas por Menachem Begin y sus pistoleros. Los asesinatos masivos no pararon en 1948; continúan aún, hasta este preciso momento. En la época actual, la carnicería contra los palestinos es aún más despiadada. Combina el bloqueo mortífero, la ocupación de la tierra, la destrucción de los campos y el hambre. Los palestinos están enjaulados en grandes prisiones en peores condiciones que si estuvieran en los campos de concentración que hubo en Europa. Los palestinos están siendo amenazados no sólo por la entidad sionista sino también por el Presidente Bush y la Unión Europea.
Desgraciadamente, la mayoría del pueblo estadounidense y gran parte de toda la población de Europa prefieren ignorar que Palestina es árabe; no quieren saber que los «israelíes» son los nuevos colonos que viven en una tierra y en unos hogares que no son los suyos. No quieren enterarse que los palestinos fueron expulsados de sus hogares y que 6.000.000 están en campos de refugiados por cada rincón de la Tierra y mi familia forma parte de esos refugiados.
La mayor parte de la gente no sabe que en 1918 los judíos que poseían tierra en Palestina llegaban sólo a un 2% y en la época en que «Israel» fue creado, el 15 de mayo de 1948, los colonos tenían la propiedad de menos del 6% de la tierra, que habían conseguido mediante la compra forzada y el terror.
Más de 6.000.000 de palestinos son refugiados que esperan el cumplimiento de las Resoluciones de Naciones Unidas para poder regresar a sus casas y ciudades, a la Palestina histórica que se extiende desde el Mar Mediterráneo al Río Jordán para establecer su estado y vivir en paz, con dignidad y prosperidad.
El gobierno de EEUU, bajo el mando de George W. Bush, quiere donar 10.000.000 de dólares a una ONG como ayuda a los sitiados palestinos. A Bush le decimos que los árabes palestinos no somos mendigos ni estamos esperando las migas de caen de las mesas de los imperialistas para llenar nuestros estómagos. Somos un pueblo muy orgulloso, muy laborioso y muy creativo. Teníamos un país en el que vivíamos en paz y prosperidad hasta que los poderes occidentales desgarraron la Tierra Árabe en 1916 y Palestina fue usurpada y entregada a los sionistas en 1948.
Los palestinos tienen derecho a elegir cualquier gobierno que deseen que les dirija y rechazarán cualquier solución impuesta o gobierno importado. Tienen también derecho a defenderse por todos los medios posibles para liberar su tierra.
Palestina es árabe, se extiende desde el Mar Mediterráneo hasta el Río Jordán, a ella volveremos, aunque nos lleve hasta mil años. Es nuestra tierra, pertenece a nuestra gente, «algunos están muertos, algunos estamos vivos pero la mayoría no han nacido aún».
Texto original en inglés:
www.al-moharer.net/mohhtm/i_ebeid243c.htm.