Tras la continua aparición durante los últimos meses de simbología franquista en las manifestaciones y concentraciones del Partido Popular, Unidad Cívica por la República ha comenzado una campaña argumentando la ilegalidad de exhibir símbolos fascistas y, frente a ello, la legalidad de hacer uso de las banderas tricolor republicanas. «Exhibir banderas republicanas está amparado […]
Tras la continua aparición durante los últimos meses de simbología franquista en las manifestaciones y concentraciones del Partido Popular, Unidad Cívica por la República ha comenzado una campaña argumentando la ilegalidad de exhibir símbolos fascistas y, frente a ello, la legalidad de hacer uso de las banderas tricolor republicanas.
«Exhibir banderas republicanas está amparado por los artículos de la Constitución que consagran la libertad ideológica y la libertad de expresión, según una sentencia de la Sección Novena de la Sala de Lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid», publica la organización republicana.
«La sentencia, fechada el 15 de diciembre de 2003 y notificada el 14 de enero de 2004 a las partes, da la razón a IU, que denunció una resolución del Ayuntamiento de Torrelodones (Madrid), gobernado por el PP, que ordenó retirar la enseña tricolor de un chiringuito montado por la coalición de izquierdas durante las fiestas patronales de julio de 2002», continúa.
Dicho tribunal estima que la citada resolución municipal «es contraria al ordenamiento jurídico, en cuanto vulnera los derechos fundamentales previstos en los artículos 16.1 y 20.1,a de la Constitución Española».
«Por el contrario, la simbología fascista, tanto en banderas u otras formas, sí que es ilegal. Y lo es porque no les protegen los artículos y leyes referentes a la libertad ideológica o de expresión, sino todo lo contrario. Según un formalismo tan puro como absurdo, igual que es legal la ideología, expresión y militancia republicana debería serlo también la fascista. Pero esto no es así por una razón material, es decir, de contenidos: los fines republicanos y sus medios no tienen nada que ver con los fascistas.
Mientras que el republicanismo aspira a la democracia, la libertad y la paz, el fascismo es la negación absoluta de estos conceptos».