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¡La necesidad impulsa una creatividad insuperable!

Fuentes: The People’s Voice

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

A pesar de la triste y fea realidad de estos días en Gaza, amo su primavera; siempre me encantó, siempre me ofreció un atisbo de esperanza en que las cosas podrían cambiar, podrían mejorar… Contemplar cómo florecen los árboles, oler el delicioso perfume de sus flores me hace sentir mejor; me gustaba tanto caminar por las calles con presencia de árboles para poder disfrutar de sus múltiples flores, especialmente de las del naranjo, el limón, el almendro y las enredaderas de jazmín, todas constituían para mí un tesoro especial.

Sin embargo, desde que los israelíes emprendieron la política de aparecer arrasándolo todo con sus bulldozer, inmensas zonas agrícolas fueron desapareciendo, y cada vez fui echando más de menos los extensos espacios plagados de naranjos, limoneros y almendros que producían tan cálidos perfumes e imágenes. Pero siempre hay algo que permanece: las huellas de la primavera.

Es primavera en Gaza, pero la primavera de este año cuán diferentes olores nos trae; nada que nos recuerde el maravilloso aroma de los árboles en flor, tan sólo el olor de los aceites para comida rápida utilizados una y otra vez que proviene de los exhaustos coches. El creativo pueblo de la depauperada Gaza está mezclando gasolina con aceite de cocinar para conseguir que sus coches resistan distancias un poco más largas, tratando de superar así la ausencia de fuel, una creatividad que transforma los agradables aromas de antaño por un olor agobiante, asqueroso y feo.

Los conductores de Gaza intentan romper el asedio utilizando aceite de cocinar en vez de petróleo, tratando de ignorar el asfixiante olor que ellos mismos, los niños, las mujeres, los ancianos y los enfermos se ven obligados a inhalar, sin importar las consecuencias de tal acción. Qué ironía que a eso la gente lo denomine creatividad y que sea capaz de alabarla.

Cerraron las gasolineras de Gaza y los supermercados pasaron a sustituirlas, allí se pueden encontrar, apilados ante sus puertas, montones de tetrabrik con aceite de soja para cocinar, o en cualquier lugar de las calles, o en la principal estación de taxis de la ciudad de Gaza, en «Saha».

Mientras los conductores utilizan aceite para cocinar como alternativa al alto coste y carencia de combustible, los investigadores y doctores empiezan a advertir a la gente de la amenaza auténtica, que tanto para el medio ambiente como para la salud pública, supone utilizar ese producto.

En este contexto, los sanitarios están avisando que la mezcla de aceite de cocinar con fuel produce gases de combustión con partículas que causan cáncer en quien los inhala, que la gente de Gaza es vulnerable a diversas enfermedades por esa razón y que, a largo plazo, los efectos de esa creatividad van a dejarse sentir sin duda.

La vida de los habitantes de Gaza lleva amenazada décadas: el armamento que el ejército israelí utiliza contra nosotros, las sanciones que su gobierno nos impone, la creatividad de mi pueblo, todo constituye una serie de factores que demuestran que el pueblo de Gaza sobrevive como conejillos de Indias y no como seres humanos.

Enlace con texto original en inglés:

http://www.thepeoplesvoice.org/cgi-bin/blogs/voices.php/2008/05/14/the_need_leads_to_extreme_creativity