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No hay una guerra, hay una masacre

Fuentes: Rebelión

Para acallar un pueblo, para quitarle sus derechos históricos, para anularlos como personas, para sojuzgarlos a la voluntad de los poderes económicos mundiales, para trasladarlos como ganado, para quitarle su sustento económico, para borrarles su identidad y sus reclamos…se necesita una masacre. Bien, hasta aquí se entiende, pero, ¿quién la lleva a cabo? Otro brazo […]

Para acallar un pueblo, para quitarle sus derechos históricos, para anularlos como personas, para sojuzgarlos a la voluntad de los poderes económicos mundiales, para trasladarlos como ganado, para quitarle su sustento económico, para borrarles su identidad y sus reclamos…se necesita una masacre.

Bien, hasta aquí se entiende, pero, ¿quién la lleva a cabo? Otro brazo armado del gendarme mundial, que se retroalimentan mutuamente, en cascadas de complicidades con las que compran la opinión pública mundial, nuevamente el mismo poder que masacra y decide cómo cuándo y dónde se abastecerá a una población exhausta y al límite del sufrimiento.

¿Cuándo se desenmascarará la tragedia para dar paso a la verdad histórica? ¿Cómo podremos hacer un análisis verdadero mientras nuestras mentes son invadidas por una potente propaganda que manipula la realidad? Parientes, amigos, personalidades de la educación, la cultura y el periodismo político que opinan objetivamente ó con análisis progresistas sobre otros temas de interés nacional ó internacional, sucumben ó se evaden con mentirosas respuestas a los requerimientos de la realidad. ¿Cómo se justifica esta masacre para acallar un centenar -¿se llegó a esta cifra?- de cohetería casera y rudimentaria?

¿Cómo responden los formadores de opinión y especialmente el nutrido abanico de periodistas e intelectuales con herencia judía? Se alinean, por comodidad, por mantener su nombre, su lugar de trabajo, sus ahorros y bienes tan duramente amasados en la obediencia, con la mentira conveniente que cubra con el mayor brillo posible la masacre que se está perpetrando en Gaza. No tienen grandes inconvenientes para analizar Afganistán, Irak, Bolivia ó Venezuela, pero a Israel no se toca.

El discurso más insoportable y mentiroso habla de dos bandos, ¿Cuáles? De dos frentes, de una guerra, y siguen las hipocresías y la ironía. Para acallar el pedido de coherencia que demanda nuestra conciencia y el discurso de solidaridad que proclamamos a diestra y siniestra.

Es la hora, hermanos, de sincerarnos y ubicarnos en el camino correcto y coherente , de pensar en la consecuencia de nuestros actos. ¿se acuerdan de la pregunta de nuestros hijos, -dónde estuviste mamá, donde estuviste papá cuando…- pues ¡basta de mentiras que justifican la masacre!

Alerta cuando escuchamos el discurso de que Israel cuida a los judíos del mundo para que no se repita Auschwitz, la realidad es que muchísimos judíos en Argentina fueron torturados y muertos por quienes recibieron lecciones de instructores israelíes y armamento del mismo origen. La xenofobia se modifica con conceptos políticos diferentes, llevando el bienestar económico, social y cultural a toda la población y el nunca mas, es para que nunca, nadie y en ninguna parte sufra ni discriminación ni persecución

Ver a los siniestros cabecillas de este crimen contra la humanidad y los tremendos responsables del lavado de cerebro en forma de educación doctrinaria sionista sobre jóvenes mentes indefensas sentados en el banquillo de acusados y juzgados por sus actos, es el objetivo que debe guiarnos hacia un mundo más justo.