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Contestando a la cantante Noa sobre Gaza

La ocupación israelí es el monstruo

Fuentes: ynetnews

Traducción y notas: Octavio Hernández, para Canarias-semanal.com y Rebelión

Nota del traductor: La Carta Abierta de Noa a los palestinos obtuvo la respuesta en Israel del director de cine Udi Aloni, hijo del activista israelí pacifista y de izquierdas Shulamit Aloni y creador de la película «Unforgiveness», que puede traducirse como redención o perdón, un film de 2006 con poca difusión que ha sido proyectado en el estado español por organizaciones de solidaridad con Palestina. La cinta es un diálogo entre pasado y presente y se retrotrae a la masacre sionista de la aldea palestina de Deir Yassin en 1948, perpetrada por el grupo terrorista israelí Irgun Zvai Leumi. Cabe recordar que el jefe de operaciones de este grupo sanguinario fue Eitan Livni, padre de la actual ministra de exteriores de Israel, Tzipi Livni (algo así como si Soraya Sáenz de Santamaría llegara a ministra con el PP).

Noa ha sido seleccionada por Israel para cantar «a la coexistencia» en el festival de Eurovisión 2009, se supone que acompañada de una cantante árabe, Mira Awad, a la que ya se ha pedido que renuncie a semejante despropósito.

La Carta Abierta de Noa, en español, pueden leerla en internet en este enlace:

http://www.hagshama.org.il/es/recursos/view.asp?id=2511

Contestando a Noa

(por Udi Aloni, 9 de enero de 2009, ynetnews)

Estimada Achinoam Nini (N.T.: en adelante, Noa)

He elegido contestarte, y no a la extrema derecha en su conjunto, porque creo que la traición del pacifismo, en este momento más que en otros, excede mil veces en daño al de la derecha. La facilidad con que el pacifismo pasa de largo sobre los rugidos de la guerra dificulta la creación de un movimiento significativo capaz de ofrecer una verdadera resistencia a la ocupación.

Rayas tus ojos, empleas tus cariñosas palabras al servicio de tu pueblo conquistador y llamas con voz tierna a los palestinos a rendirse. Concedes a Israel el papel de libertador. A Israel, que durante más de 60 años ha estado ocupándolos y humillándolos. Escribes: « ¡Sé dónde está su corazón! Está donde está el mío, con mis hijos, con la tierra, con el cielo, con la música, con la esperanza». Pero Noa, a ellos les quitamos la tierra y los encerramos en un gueto llamado Gaza.

Hemos cubierto sus cielos con cazas, elevándonos como ángeles del infierno y repartiendo muerte arbitrariamente. ¿De qué esperanza hablas? Acabamos con cualquier posibilidad de moderación y convivencia desde el momento en que les hurtamos la tierra mientras nos sentábamos con ellos en las mesas de negociación. Puede que hayamos hablado de paz, pero en realidad los estábamos saqueando. Ellos querían la tierra que les concedía el derecho internacional, y nosotros hablábamos en nombre de Jehová.

¿Hacia dónde se supone que ha de volverse el pueblo de Gaza, si hemos pisoteado el derecho internacional y el resto del mundo ilustrado ignora su grito? Cuando la ilustración falla y la moderación es vista como una debilidad, el fanatismo religioso conduce a una sensación de poderío. A lo mejor si mentalmente te pusieras en el lugar de los sitiados de Masada(N.T.: fortaleza hebrea sitiada por las legiones romanas), podrías hacerte una mejor idea de qué está pasando en Gaza.

Los que no son seguidores en Gaza encuentran difícil hablar contra Hamas, cuando su gueto está siendo bombardeado noche y día. Probablemente dirás que «no los bombardearíamos si ellos dejaran de dispararnos», pero ellos disparan porque están luchando por algo más que vivir en una cárcel llamada Gaza. Están luchando por el derecho a vivir como ciudadanos libres en un país independiente, exactamente igual que hacemos nosotros.

Escribes: «Yo sé que en el fondo de sus corazones ustedes desean la derrota de la bestia llamada Hamas que los ha aterrorizado y asesinado, que ha convertido a Gaza en un estercolero de pobreza, enfermedad y miseria». Pero Hamas no es el monstruo, mi querida Noa. Es el hijo del monstruo.

La ocupación israelí es el monstruo. Es la única responsable de la pobreza, la enfermedad y el horror. Estábamos tan asustados con su fuerte liderazgo (N.T.: Arafat), que minaba nuestra fantasía de una Tierra de Israel, que elegimos financiar y apoyar a Hamas, esperando que con una política de divide y vencerás podríamos continuar con la ocupación para siempre; pero cuando se vuelven las tornas, tú decides culpar a la consecuencia, en vez de a la causa.

Escribes: «Sólo deseo para ustedes que Israel pueda hacer la tarea que todos sabemos que debe ser hecha y finalmente logre librarlos de este cáncer, este virus, este monstruo llamado fanatismo, hoy llamado Hamas. Y espero que esos asesinos hallen un resto de compasión que todavía exista en sus corazones y dejen de usarlos a ustedes y sus hijos como escudos humanos de sus crímenes y cobardía». Es como si tu equivalente palestina escribiera: «Esperemos que Hamas haga el trabajo, y nos libre de la Derecha Judía».

Así que, en lugar de dar órdenes a un pueblo cuya luz de esperanza hemos extirpado quirúrgicamente, podrías ayudar a tus hermanos y hermanas a librarse de la ocupación, la opresión y el arrogante colonialismo infligidos por nuestro país. Sólo entonces podrías animarlos y devolver Palestina al estado mental en que se encontraba antes de que los arrinconáramos contra el muro que construimos.

Y si tus hermanos en Palestina escogen a Hamas, tienes que respetar su elección, igual que las naciones del mundo respetaron a Israel cuando eligió al criminal (Ariel) Sharon. Hamas es el instrumento de lucha de los palestinos, igual que él lo fue para ustedes. De eso va la democracia. Solamente entonces podrás compartir con tus hermanos de Palestina e Israel, como iguales, la alegría de la tierra, el cielo y la música; sólo entonces podremos luchar juntos por la igualdad de cada hombre y cada mujer que viva en esta sagrada tierra. Amén.