Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
En Oriente Próximo existe la creencia generalizada de que la guerra contra Gaza es una extensión de la guerra de 2006 contra el Líbano. Sin duda, la guerra en la Franja de Gaza forma parte del mismo conflicto.
Además, desde la derrota israelí en 2006, Tel Aviv y Washington no han abandonado su intención de convertir al Líbano en un Estado cliente.
El primer ministro Ehud Olmert dijo explícitamente al presidente francés Nicolás Sarkozy, durante su visita a Tel Aviv a principios de enero, que actualmente Israel ataca a Hamas en la Franja de Gaza y que mañana combatirá contra Hezbolá en el Líbano. [1]
El Líbano sigue en la mira. Israel busca una justificación o un pretexto para lanzar otra guerra contra el Líbano.
Washington y Tel Aviv habían esperado inicialmente que llegaran a controlar Beirut mediante fuerzas políticas clientes en la Alianza 14 de Marzo. Cuando quedó claro que esas fuerzas políticas no pudieron dominar el Líbano por medios políticos, los militares israelíes fueron lanzados contra ese país con el objetivo de lograr la caída decisiva de Hezbolá y sus aliados políticos. [2] Las áreas en las que el apoyo para Hezbolá y sus aliados políticos era más fuerte sufrieron los ataques más duros de Israel en 2006 como parte de un intento de reducir, si no eliminar, el apoyo militar del que gozaban.
Después de la guerra de 2006, la segunda derrota israelí en el Líbano, Washington y Tel Aviv con la ayuda de Jordania, los Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Arabia Saudí comenzaron a armar a sus clientes en el Líbano para manejar una opción armada interna contra Hezbolá y sus aliados. La breve violencia interior entre la Oposición Nacional Libanesa y la Alianza 14 de Marzo, y el Acuerdo de Doha, logrado en Qatar el 21 de mayo de 2008 como resultado del fracaso de la opción armada interior contra Hezbolá y sus aliados, estropeó dramáticamente el objetivo israelí-estadounidense de someter al Líbano.
Se formó un «gobierno de unidad nacional» en el que la Oposición Nacional Libanesa – no sólo Hezbolá – tiene poder de veto mediante un tercio de los puestos en el gabinete, incluido el de vice-primer ministro.
El objetivo en el Líbano es el «cambio de régimen» y la represión de todas las formas de oposición política. ¿Pero cómo lograrlo? Los pronósticos para las elecciones generales de 2009 en el Líbano no parecen ser favorables para la Alianza del 14 de Marzo. Sin una opción política o armada interior en el Líbano, que pudiera llevar a la instalación de una «democracia» patrocinada por EE.UU., Washington y su indefectible aliado israelí han elegido el único camino disponible: una solución militar, otra guerra contra el Líbano. [3]
Crossing Arms III: Israel simula una guerra en dos frentes contra el Líbano y Siria
Esa guerra ya se encuentra en una etapa avanzada de planificación. En noviembre de 2008, apenas un mes antes de que Tel Aviv comenzara su masacre en la Franja de Gaza, los militares israelíes realizaron ejercicios para un guerra en dos frentes contra el Líbano y Siria llamada Shiluv Zro’ot III (hebreo para Crossing Arms III).[4]
El ejercicio militar incluía una masiva invasión simulada de Siria y el Líbano. Varios meses antes de la invasión israelí, Tel Aviv también advirtió a Beirut que declararía la guerra contra todo el Líbano no sólo contra Hezbolá. [5]
La justificación de Israel para esos preparativos de guerra es que Hezbolá se ha fortalecido y convertido en parte del gobierno libanés desde el Acuerdo de Doha. Este último fue firmado en Qatar entre la Alianza 14 de Marzo y la Oposición Nacional Libanesa. Vale la pena señalar que Hezbolá era miembro del gobierno de coalición libanés antes de la guerra israelí de 2006 contra el Líbano.
Sin duda, Tel Aviv también apuntará al apoyo de Hezbolá para Hamas en Gaza como otro pretexto para lanzar una guerra preventiva contra el Líbano bajo el emblema del combate contra el terrorismo islámico. En este contexto, Dell Lee Dailey, jefe de la sección contra el terrorismo del Departamento de Estado de EE.UU., había declarado a Al-Hayat en una entrevista que un ataque israelí contra el Líbano era «inminente» como parte de la lucha contra el terrorismo. [{6]
Guerra relámpago en gestación
Tel Aviv ha estado delineando una guerra relámpago en gran escala contra el Líbano en su conjunto, que incluye una invasión inmediata por tierra. [7] Justo antes de que comenzara la masacre israelí en la Franja de Gaza, responsables y generales israelíes habían prometido que ninguna aldea libanesa será inmune a la furia de los bombardeos aéreos israelíes, sin consideración de religión, secta, y / o orientación política. [8]
Sustancialmente, Tel Aviv ha prometido la destrucción total del Líbano. Israel también ha confirmado que en cualquier guerra futura contra el Líbano, todo el país y no solo Hezbolá será el objetivo. En la práctica, esto ya fue el caso en los ataques aéreos israelíes contra el Líbano en 2006. [9]
El Jerusalem Post cita al brigadier general Michael Ben-Baruch, uno de los individuos que supervisaron los ejercicios de invasión, diciendo: «En la última guerra, disparamos para perturbar la actividad de Hezbolá,» y «La próxima vez dispararemos para destruir.» [10]
Después de la derrota de Israel en 2006, el gobierno israelí admitió que su «gran error» fue que se contuvo en lugar de atacar al Líbano con todo el poder de sus fuerzas armadas. Responsables israelíes han dado a entender que en el caso de una guerra futura contra los libaneses atacarán toda la infraestructura civil y estatal.
La nueva doctrina defensiva de Beirut: Una amenaza a los intereses israelíes y sus objetivos de controlar el Líbano
¿Por qué está de nuevo en la mira el Líbano?
La respuesta es geopolítica y estratégica. También se relaciona con el proceso de consenso político y las próximas elecciones generales de 2009 en el Líbano. Después de la formación de un gobierno de unidad en Beirut bajo un nuevo presidente, Michel Suleiman (Sleiman), se consideró una nueva doctrina de defensa proactiva para el país. El objetivo de esa doctrina de defensa es mantener a raya a Israel y lograr la estabilidad política y la seguridad en el país.
En el diálogo «Estrategia Nacional de Defensa», realizado por los 14 firmantes libaneses del Acuerdo de Doha, todas las partes han estado de acuerdo en que Israel representa una amenaza para el Líbano.
En los meses previos a la campaña militar israelí contra Gaza, Beirut emprendió importantes pasos diplomáticos y políticos. El presidente Michel Suleiman, acompañado por varios ministros del gabinete, visitó Damasco (su primera visita de Estado bilateral el 13 y 14 de agosto de 2008) y Teherán (24 y 25 de noviembre de 2008).
Por su parte, el general Jean Qahwaji (Kahwaji) comandante de las Fuerzas Armadas Libaneses también estuvo en Damasco (29 de noviembre de 2008) para consultas con su homólogo sirio, el general Al-Habib. Mientras estaba en Damasco, el general Qahwaji también se reunió con el general Hassan Tourkmani, ministro de defensa de Siria, y el presidente sirio. [11] Su viaje siguió a la visita a Siria del ministro del interior del Líbano, Ziad Baroud, y estuvo dentro del mismo marco. [12] Mientras tanto, el ministro de defensa del Líbano, Elias Murr, fue en visita oficial a Moscú (16 de diciembre de 2008).
Lo que comenzó a emerger de esas conversaciones fue que tanto Moscú como Teherán suministrarían armamento a las Fuerzas Armadas Libanesas, que previamente habían sido receptoras de pertrechos inferiores hechos en EE.UU. EE.UU. siempre ha prohibido a los militares libaneses la compra de armamento pesado que pudiera poner en entredicho la fuerza militar de Israel.
También se reveló que Rusia donaría 10 aviones caza jet MiG-29 a Beirut en línea con la nueva estrategia de defensa del Líbano. [13] El uso de los Mig-29 rusos también significaría la instalación necesaria de sistemas de advertencia temprana y de radar. El Líbano también quiere tanques, cohetes antitanque, vehículos blindados, y helicópteros militares rusos. [14]
Irán ha ofrecido la entrega a los militares libaneses de misiles de mediano alcance como parte de un acuerdo quinquenal de defensa iraní-libanés. [15] Mientras estuvo en Irán, Michel Suleiman mantuvo conversaciones con responsables iraníes de la defensa y fue a una exposición de la industria de la defensa iraní.
Mientras las conversaciones con Moscú y Teherán apuntaban al armamento de las Fuerzas Armadas Libanesas, las conversaciones con los sirios se orientaron hacia el establecimiento y el fortalecimiento de un marco común de seguridad y defensa dirigido contra la agresión israelí. [16]
Integración de Hezbolá a las Fuerzas Armadas Libanesas
Además, Michel Aun, líder de la Corriente Patriótica Libre y del Bloque de Reforma y Cambio en el parlamento libanés también visitó Teherán (12-16 de octubre de 2008; antes de la visita oficial de Michel Suleiman), y después Damasco (3 – 7 de diciembre de 2008) [17]. Michel Aun, quien es un personaje central en el «consenso político» ha apoyado y reafirmado su alianza política con Hezbolá.
Mientras llama al desarme pacífico de Hezbolá dentro de una estrategia de defensa libanesa, acepta que los combatientes de Hezbolá sean integrados eventualmente en el ejército del Líbano. Este proceso de desarme sólo tendrá lugar en el momento adecuado y cuando Israel no siga planteando una amenaza para el Líbano. Hezbolá lo ha aceptado ampliamente, si y cuando no siga existiendo una amenaza israelí para la seguridad del país. Esta posición sobre las armas de Hezbolá es especificada en la cláusula 10 (Protección del Líbano) del memorando de acuerdo del 6 de febrero de 2006 con Hezbolá que Michel Aun firmó por cuenta de su partido político, la Corriente Patriótica Libre.
Después de su retorno de Teherán, Aun también presentó sus argumentos para la formación de una nueva estrategia de defensa libanesa y prometió que el resultado de su visita a Irán se materializaría en unos seis meses. También ha dicho que Irán, como «principal potencia regional entre el Líbano y China» es de importancia estratégica para los intereses libaneses. [18]
Las cohortes políticas de Washington en el Líbano están alarmadas por la dirección que el Líbano está tomando bajo su nueva estrategia defensiva. Han criticado las compras de armas de Irán y la cooperación defensiva con Siria. Esto incluye ataques contra la visita a Siria del general Jean Qahwaji, que fue mandatada por todo el gabinete libanés. [19] Además, dentro de esas fuerzas favorables a EE.UU. en el Líbano ha habido presión por una «política de defensa neutral» «al estilo suizo» para el Líbano dentro de Oriente Próximo. Una semejante posición «neutral» beneficiaría a EE.UU. e Israel geopolítica y estratégicamente. Sobra decir que, con el surgimiento de la amenaza de agresión militar israelí, esa posición es bastante impopular en el Líbano.
Fin de la presión israelí-estadounidense sobre Beirut para la nacionalización de los refugiados palestinos
La formación de una nueva doctrina de defensa proactiva implica que los combatientes de Hezbolá serán incorporados a las Fuerzas Armadas Libanesas y que las fuerzas paramilitares de Hezbolá serán desbandadas una vez que se cumplan ciertas condiciones.
Por ello se resolvería uno de los problemas políticos cruciales del Líbano. Con la integración de los combatientes de Hezbolá al ejército del país junto con la ayuda militar de Rusia e Irán, el Líbano adquirirá capacidades defensivas, que le permitirían enfrentar la amenaza de agresión militar israelí. Esos hechos, que van contra el modelo prevaleciente de los regímenes clientes de EE.UU. en Oriente Próximo, modelado en Egipto y Arabia Saudí, han hecho sonar las alarmas en Tel Aviv, Washington, y Londres.
Como reacción al acercamiento del Líbano a Rusia e Irán, dos altos funcionarios del Departamento de Estado fueron enviados precipitadamente a Beirut en diciembre. [20] Durante esa misión, Dell Lee Dailey y David Hale, respectivamente Coordinador de la Oficina de Contraterrorismo del Departamento de Estado y vice-Secretario Adjunto para asuntos de Oriente Próximo, renovaron las amenazas disimuladas de un ataque israelí contra el Líbano, mientras culpaban de paso a Hezbolá. [21] Esas amenazas apuntan al Líbano en su conjunto. Se proponen perturbar la creación de una nueva doctrina defensiva del Líbano.
Se acaba el tiempo para que Israel, EE.UU. y la OTAN obstruyan la implementación de la nueva doctrina de defensa nacional de Beirut.
Israel ya no tendría ninguna justificación para realizar incursiones militares dentro del Líbano si Hezbolá llega a ser un partido político propiamente tal bajo una nueva estrategia de defensa libanesa. Además, si Beirut lograra, bajo un nuevo sistema de defensa, proteger sus fronteras contra amenazas militares israelíes no sólo terminaría con las ambiciones de Tel Aviv de dominar política y económica al Líbano, sino también terminaría la presión israelí sobre el Líbano para que nacionalice a los refugiados de guerra palestinos que esperan el retorno a sus tierras ancestrales ocupadas por Israel.
Obviamente el tema de la nacionalización palestina en el Líbano también está vinculado al proceso de consenso político del Líbano y a la nueva estrategia de defensa, y fue discutido por Michel Suleiman con responsables iraníes en Teherán. [22]
El barril de pólvora de Oriente Próximo: ¿un escenario de Tercera Guerra Mundial?
En 2006, cuando Israel atacó al Líbano, la guerra fue presentada a la opinión pública internacional como un conflicto entre Israel y Hezbolá. En esencia la guerra de 2006 fue un ataque israelí contra todo el Líbano. El gobierno de Beirut no adoptó una posición, declaró su «neutralidad» e instruyó a las fuerzas militares del Líbano para que no intervinieran contra los invasores israelíes. El motivo fue que los partidos políticos de la Alianza 14 de Marzo dirigida por Hariri, que dominaba el gobierno libanés, esperaba que la guerra terminaría rápidamente y que Hezbolá (su rival político) sería derrotado, y eventualmente excluido de una parte significativa en la escena política interior libanesa. Desde 2006 ha ocurrido exactamente lo contrario.
Además, si el gobierno libanés hubiera declarado la guerra a Israel, como respuesta a la agresión, Siria se habría visto obligada por un acuerdo bilateral libanés-sirio, firmado en 1991, a intervenir en apoyo del Líbano.
En caso de una futura guerra israelí contra el Líbano, la estructura de las alianzas militares es crucial. Siria podría ciertamente intervenir tomando partido por el Líbano. Si Siria entra el conflicto, Damasco podría buscar el apoyo de Teherán en el contexto de un acuerdo bilateral de cooperación militar con Irán.
Un escenario de escalada es, por lo tanto, posible, que podría potencialmente salirse de control.
Si Irán participara de parte del Líbano y Siria en una guerra defensiva contra Israel, EE.UU. y la OTAN también intervendrían llevándonos a una guerra más amplia.
Tanto Irán como Siria tienen acuerdos de cooperación militar con Rusia. Irán también tiene acuerdos bilaterales de cooperación militar con China. Irán también es miembro observador de la Organización de Cooperación de Shanghái /SCO. Los aliados de Irán, incluidos Rusia, China, los Estados miembro de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (CSTO), y la Organización de Cooperación de Shanghái (SCO) podrían ser todos atraídos a un conflicto más amplio.
NOTAS
[1] ‘We’re fed up with empty gestures’, The Jerusalem Post, 6 de enero de 2009.
[2] La militarización del Líbano, para extinguir toda resistencia armada creíble en el Líbano contra Israel, y el ataque contra Siria, fueron también todos factores para los ataques israelíes en 2006.
[3] Hay que señalar que las luchas entre Hamas y Fatah y la campaña israelí contra la Franja de Gaza que comenzó el 27 de diciembre de 2008, han obstruido el proceso electoral palestino.
[4] Amos Harel, IDF concludes large drill simulating double-front war in North, Haaretz, 6 de noviembre de 2008.
[5] Barak Ravid, Israel: Lebanon is responsable for Hezbollah’s actions, Haaretz, 8 de agosto de 2008.
[6] «Hezbollah Terrorist Group; War with Israel Imminent», Al-Manar, 17 de diciembre de 2008
[7] Yakkov Katz, Preparing for a possible confrontation with Hizbullah, The Jerusalem Post, 11 de diciembre de 2008.
[8] Andrew Wander, Top Israeli officer says Hizbullah will be destroyed in five days ‘next time’, The Daily Star (Lebanon), 17 de diciembre de 2008.
[9] Ibíd.
[10] Yakkov Katz, Preparing for a possible, Op. cit.
[11] Ahmed Fathi Zahar et al., President al-Assad Receives General Qahwaji, Underlines Role of Lebanese Army in Defending Lebanon’s Security and Stability, Syrian Arab News Agency (SANA), 29 de noviembre de 2008.
[12] Lebanese army commander pays visit to Syria, Xinhua News Agency, 30 de noviembre de 2008.
[13] Wang Yan, Russian donation of 10 Mig-29 fighters to Lebanon raises suspicions, Xinhua News Agency, 17 de diciembre de 2008; Yoav Stern, Russia to supply Lebanon with 10 MiG-29 fighter jets, Haaretz, 17 de diciembre de 208; Russia ‘to give’ Lebanon war jets, British Broadcasting Corporation News (BBC News), 17 de diciembre de 2008.
[14] Lebanon defense minister to talk arms in Moscow, Russian News and Information Agency (RIA Novosti), 15 de diciembre de 2008.
[15] Zheng E, Lebanese president requests medium weapons from Iran, Xinhua News Agency, 26 de noviembre de 2008; Kahwaji stresses LAF role, while politicians bicker some more, The Daily Star (Lebanon), 27 de noviembre de 2008; Russian donation, Op. cit.
[16] Sun, Lebanese army commander returns from Syria, Xinhua News Agency, 30 de noviembre de 2008.
[17] Sami Moubayed, Former foe a celebrity in Damascus, Gulf News, 4 de diciembre de 2008.
[18] Aoun: Iran, most powerful country, Islamic Republic News Agency (IRNA), 21 de octubre de 2008.
[19] Lebanese ctiticizes army commander’s visit to Syria [sic.], Xinhua News Agency, 1 de diciembre de 2008.
[20] More praise for Russia’s promise of ‘free’ MiGs, Agence France-Presse (AFP) and The Daily Star (Lebanon), 18 de diciembre de 2008.
[21] War with Israel Imminent, Op. cit.; US envoy warns against rearming Lebanon’s Hezbollah, Deutsche Presse-Agentur/German Press Agency (DPA), 17 de diciembre de 2008.
[22] Kahwaji stresses LAF role, Op. cit.
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Mahdi Darius Nazemroaya es un escritor independiente basado en Ottawa que se especializa en asuntos de Oriente Próximo y de Asia Central. Es Investigador Asociado del Centre for Research on Globalization (CRG).