Hasta mi hijo de 12 años, sólo por leer mis traducciones sabe la diferencia entre sionismo y judaísmo. Sionismo es un movimiento laico, nacionalista y racista que nació hace poco más de un siglo, que se plasmó en la creación del Estado de Israel en tierras de los palestinos que sufrieron una horriplilante limpieza étnica. […]
Hasta mi hijo de 12 años, sólo por leer mis traducciones sabe la diferencia entre sionismo y judaísmo. Sionismo es un movimiento laico, nacionalista y racista que nació hace poco más de un siglo, que se plasmó en la creación del Estado de Israel en tierras de los palestinos que sufrieron una horriplilante limpieza étnica. El judaísmo es una religión de más de 5.000 años que legó sus Diez Mandamientos al cristianismo (entre ellos: no matar y no mentir).
Es inadmisible que Ratzinguer, «representante de Dios en la Tierra» para los católicos sea o bien un desinformado acrítico o un cómplice del racismo y de la agresividad despiadada de Israel, haciendo una visita oficial del 11 al 15 de mayo, con miras a la reconciliación, pero reconciliación con quién ¿con los sionistas?
El actual Estado de Israel se hizo poderoso porque se «robó» el nombre bíblico de Israel y convenció a los judíos de la diáspora de que era la tierra de todos los judíos, cuando sus rabinos ortodoxos saben bien que la vuelta a Jerusalén se debe dar -según sus escrituras-, sólo cuando aparezca el Mesías [1].
Hasta los judíos que moran incluso en Irán (y son muy respetados) o en cualquier parte del mundo, y que no se han enfermado de esa furia asesina que domina a la dirigencia y al 95% de los ciudadanos israelíes, saben de esta estafa y de este engaño.
Para los laicos dubitativos baste mencionar la matanza despiadada que los Israelíes cometieron en Gaza desde el 27 de diciembre de 2008 al 18 de enero de 2009 (operación Plomo Fundido) [2] -recordemos los resultados: 1.300 palestinos muertos, de los cuales 410 eran niños, que fueron aniquilados hasta con nuevas armas probadas en sus cuerpos, frente a 10 (diez) soldados israelíes muertos-, que es una prueba contundente de que no fue una guerra, fue una caza de seres humanos cual si fuesen conejos. Las permanentes mentiras como que no usaron bombas con fósforo blanco o que no usaron nuevas armas pronto fueron descubiertas por los mismos medios que antes las habían negado. El tema de la ruptura de la tregua también fue descubierto como una mentira, el uso de escudos humanos para arrojar cohetes constituye un atentado a cualquier mente medianamente informada. Ya en la guerra e las Malvinas los valientes soldaditos argentinos -víctimas de la megalomanía de Galtieri-, cambiaban rápidamente de lugar sus morteros porque ya en esa época (1982) existían aparatos para detectar de dónde habían salido los proyectiles. Un pueblo que mata y miente no puede erigirse como el representante de la religión judía. ¡Nunca!
Bueno, amiguito Ratzinger ya es la segunda, la primera fue la visita al responsable de la muerte de más de un millón de iraquíes y afganos, el inefable George W. Bush [3], con sonrisas y abrazos, y… ¡ahora ésta! No Ratzinger, no somos oligofrénicos no podemos aceptar que vos, un teólogo de profesión y un cuidador de la Doctrina de la Fe no sepa lo que todos sabemos y tontamente vayas a ver a ese gobierno tramposo, despiadado e implacablemente racista para pedirle perdón por el Holocausto, por la Inquisición y por la persecución de los judíos por «deicidas». ¡Los judíos no son ellos, estúpido!
Notas: [1] El peligro, en Israel, viene de la mezcla de la fe con el nacionalismo. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=84414 [2] Ataque a Gaza – Búsqueda de imágenes de Gogle. http://images.google.com.ar/images?hl=es&q=ataque+a+Gaza&um=1&ie=UTF-8&ei=x9cFSpPGN4SktgfYo7GOBw&sa=X&oi=image_result_group&resnum=5&ct=title [3] Benedicto XVI y la oportunidad perdida. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=52116
Guillermo F. Parodi es escritor, profesor universitario, miembro del Observatorio Internacional de la Deuda y de los colectivos Rebelión, Cubadebate y Tlaxcala (www.tlaxcala.es), la red de traductores por la diversidad lingüística. Este artículo se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la revisora y la fuente.