Traducido del inglés por Beatriz Morales Bastos
Las estadísticas publicadas por las agencias de Naciones Unidas con ocasión del Día Mundial del Refugiado 2009 atestiguan el hecho de que los refugiados palestinos son la mayor población refugiada del mundo y la que más tiempo lleva siéndolo. Carecen de acceso a soluciones justas y a reparaciones, incluyendo el retorno, porque Israel y los gobiernos occidentales siguen negando o menospreciando el alcance del problema y siguen sin hacer esfuerzos para respetar e implementar el derecho internacional referente a los refugiados y su práctica.
Según el Estudio sobre los refugiados y desplazados internos palestinos para los años 2007-2008 realizado por Badil y de próxima publicación, desde 1948 al menos 7.600.000 palestinos han sido desplazado por la fuerza a consecuencia de las sistemáticas políticas y prácticas israelíes de colonización, ocupación y apartheid. La cifra supone el 71% de la población total de palestinos repartida por el mundo integrada por 10.600.000 palestinos. Sólo el 28.7% de os palestinos nunca han sido desplazados de sus casas.
La gran mayoría de los desplazados (6.200.000 personas, el 81.5%) son palestinos refugiados de 1948 (la Nakba), que fueron limpiados étnicamente para dejar sitio para el Estado de Israel y sus descendientes. Esta cifra incluye los 4.700.000 palestinos registrados en Naciones Unidas (UNRWA) a finales de 2008. El segundo mayor grupo (940.000 personas, el 12.5%) son palestinos refugiados de 1967, que fueron desplazados durante la guerra árabo-israelí de 1967, y sus descendientes.
Se debería prestar más atención y debería preocupar más al fenómenos del desplazamiento forzado de palestinos, porque continúa en estos momentos.
Una población de desplazados internos palestinos que crece de manera constante es el resultado de los actuales desplazamientos forzados en Israel (aproximadamente 335.000 desplazados internos palestinos desde 1948) y en los territorios palestinos ocupados en 1967 (aproximadamente 120.000 desplazados internos palestinos desde 1967). El estudio de Badil identifica una serie de diferentes, sistemáticas y extendidas políticas israelíes que llevan al actual desplazamiento forzado entre la población originaria palestina, incluyendo la deportación y revocación de los derechos de residencia, la demolición de casas, la confiscación de tierra, la construcción y expansión de asentamientos sólo para judíos, el cierre de ciudades, barrios o aldeas y la segregación, así como las amenazas a la vida y a la seguridad física a consecuencia tanto de operaciones militares como del acoso por parte de actores no estatales judíos racistas. Los gobiernos israelíes implementan estas prácticas y políticas para cambiar la composición demográfica de algunas zonas («judaización») y de todo el país con el propósito de colonizar.
Los datos acerca del alcance del actual desplazamiento forzado de palestinos son ilustrativos e indicativos porque no existe una sola institución o agencia encargada de asegurar un seguimiento y documentación sistemático y continuo, y dotada de fondos para ello. Se desconoce el número total de personas desplazadas en 2007 – 2008. Con todo, las agencias de Naciones Unidas confirman que 100.000 palestinos fueron desplazados de sus casas en Gaza durante la operación militar de
Israel a finales de 2008, que 198 comunidades en los territorios palestinos ocupados se enfrentan actualmente al desplazamiento forzado y que 60.000 palestinos en el ocupado Jerusalén este corren peligro de que Israel les demuela su casa.
La cuestión de los refugiados palestinos ha permanecido sin resolver y continúan los desplazamientos forzados porque los gobiernos occidentales y las organizaciones internacionales han sido cómplices de la práctica y de la política ilegal israelí de transferencia de población y no han protegido a la población palestina. Indicadores de las graves lagunas que existen en la protección de los desplazados internos palestinos se han visto en las recientes crisis en Iraq (donde miles de refugiados palestinos se han quedado atrapados en las fronteras jordano-siria e iraquí), en Líbano (donde 27.000 refugiados palestinos del campo de Naher al-Bared siguen esperando volver a su campo destruido en 2007) y en Gaza (donde más de 1.400 palestinos murieron y 100.000 fueron desplazados, la mayoría de ellos refugiados de 1948).
En este Día Mundial del Refugiado Badil hace un llamamiento a todas las personas preocupadas por la justicia, los derechos humanos y la paz a:
- Desafiar la noción racista de Israel del «Estado judío» y a detener inmediatamente sus prácticas de desplazamiento, desposesión y colonización;
- Fortalecer la campaña global de boicot, desinversión y sanciones [a Israel] (BDS) para garantizar que Israel acata el derecho internacional y respeta sus obligaciones;
- Mejorar el mecanismo de protección internacional para que todos los palestinos reciban una protección eficaz durante y después del desplazamiento forzado, incluyendo el derecho a retornar, como parte de soluciones y reparaciones duraderas;
- Garantizar que en futuras negociaciones se trata la cuestión de los refugiados palestinos de acuerdo con el derecho internacional y las resoluciones de Naciones Unidas, incluyendo el retorno y las reparaciones.