El caso de los Cinco es la ilustración perfecta del carácter cruel, anacrónico e inhumano de la política de EE.UU. contra Cuba. Washington se niega a aceptar la realidad de una Cuba soberana e independiente y el ensañamiento contra los Cinco es una venganza contra Cuba por haberse negado a seguir las órdenes de la […]
El caso de los Cinco es la ilustración perfecta del carácter cruel, anacrónico e inhumano de la política de EE.UU. contra Cuba. Washington se niega a aceptar la realidad de una Cuba soberana e independiente y el ensañamiento contra los Cinco es una venganza contra Cuba por haberse negado a seguir las órdenes de la Casa Blanca desde 1959.
Hay una contradicción flagrante entre las declaraciones públicas de Obama que afirma estar dispuesto a resolver el diferendo histórico con La Habana y la realidad de los hechos cuando obliga a la Corte Suprema a que no revise el caso de los Cinco. Hay un abismo entre la retórica y la práctica de la administración Obama.
El nuevo Presidente tiene una oportunidad histórica de solucionar el conflicto entre Cuba y EE.UU. y el primer paso que debe emprender, paso imprescindible y prioritario, es retirar los cargos contra los Cinco y liberarlos.