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Tras haber desplegado el pasado jueves una pancarta en la cena de gala de la cumbre del clima

El director de Greenpeace España continúa incomunicado en la prisión danesa de Vestre

Fuentes: El Confidencial

El director de Greenpeace España, Juan López de Uralde, continúa incomunicado en la prisión danesa de Vestre por haber desplegado el pasado jueves una pancarta con el lema «Los políticos hablan, los líderes actúan» en la cena de gala de la cumbre del clima. El cónsul español en Copenhague pudo acceder a él y comprobar […]

El director de Greenpeace España, Juan López de Uralde, continúa incomunicado en la prisión danesa de Vestre por haber desplegado el pasado jueves una pancarta con el lema «Los políticos hablan, los líderes actúan» en la cena de gala de la cumbre del clima. El cónsul español en Copenhague pudo acceder a él y comprobar que se encuentra «bien», aunque afectado por la «dureza» de la prisión preventiva de 21 días que le ha sido impuesta, según informaron desde la organización ecologista. Al margen de esta visita, López de Uralde, que se encuentra en régimen de aislamiento, sólo ha podido tener contacto con los abogados daneses de Greenpeace, a pesar de los intentos de la organización en España y de su familia por comunicarse con él.

Para Mario Rodríguez, coordinador de Greenpeace España, las autoridades danesas han tomado unas represalias «excesivas» y «desmesuradas», convirtiendo a López de Uralde en «un cabeza de turco de los fallos de seguridad registrados en la cumbre». «Nuestro objetivo no era poner en entredicho a los servicios de seguridad, sino lanzar un mensaje pacífico y ecologista», señaló Rodríguez a este diario. «No se puede hacer pagar a un ecologista por las deficiencias en la organización y la seguridad», insistió.

López de Uralde está a la espera de la vista en que, como ha pedido su defensa, se pueda revisar su condición de preso preventivo. Según explicó José Manuel Marraco, abogado de Greenpeace España, el juez decidirá probablemente antes del miércoles si puede regresar a España y pasar las fiestas con su familia, o debe permanecer encarcelado hasta el día 7 de enero. Cumpliría así 21 días, el máximo que permite la legislación danesa para que la acusación prepare y reúna sus pruebas. «Se trata de una desproporción», afirmó Marraco, «es una asunto de libertad de expresión. En España llevamos 25 años desplegando pancartas y nunca se ha metido a nadie en la cárcel por eso».

Rodríguez subrayó que la acción fue «pacífica», y que el mensaje de la pancarta no era ofensivo para nadie, sino «una provocación para que los líderes actuaran». Por ello, aseguró que la justicia danesa «no ha sabido calibrar la fuerza con la que ha reprimido». «El riesgo de fuga del director de Greenpeace España es nulo. No va a poder destruir pruebas, porque todo el mundo ha visto por televisión lo que pasó, y nuestra organización nunca elude los juicios. Siempre nos presentamos porque somos coherentes con lo que hacemos. Tenemos oficina en Copenhague y saben cómo nos comportamos, sólo queremos que liberen ya a Juan», expresó el coordinador de la organización.

Por otra parte, ya se ha despertado un movimiento social espontáneo para pedir la liberación del activista, especialmente a través de Internet y de redes sociales como Tuenti y Facebook. Distintos grupos ecologistas se han solidarizado también con la situación de López de Uralde, y el sábado se produjo una concentración ante la cárcel danesa donde se encuentra. Asimismo, se están produciendo llamadas a la Embajada española para que se interese por el asunto y lleve a cabo gestiones diplomáticas, como la visita del cónsul a la prisión.

Fracaso del Gobierno danés

La cumbre del clima no sólo ha supuesto un fracaso político por lo limitado y poco concreto de sus acuerdos. También ha ridiculizado la capacidad de Dinamarca para albergar un gran evento internacional. La organización acreditó a 46.000 personas, el triple del aforo del recinto, obligando a miles de periodistas y todo tipo de representantes a hacer colas durante horas en la calle, con temperaturas próximas a los cero grados, y sin que una mayoría consiguiera finalmente entrar.

Pero, sin duda, ha sido el caos en la seguridad lo que ha centrado las duras críticas que ha tenido que soportar el Gobierno danés. Un mes antes de la cumbre se aprobó un aumento considerable de las penas «para maleantes», se reforzaron las competencias de la Policía, y se destinaron 84 millones de euros para nuevas medidas de seguridad. Sin embargo, el mayor dispositivo policial que se recuerda en Dinamarca fracasó repetidamente. Primero, en la gran manifestación que recorrió las calles de la capital, donde fueron detenidas de forma «preventiva» un millar de personas. La mayoría de los arrestados fueron liberados, pero las portadas de los diarios internacionales se llenaron con las fotografías de cientos de manifestantes esposados, formando largas filas en las aceras de Copenhague.

«Al ver las imágenes en los medios de comunicación no parecía que estuviera ocurriendo en un país nórdico y de la Unión Europea. Por primera vez en una cumbre de Naciones Unidas se intentó acallar a la sociedad civil, y hay que recordar que el 99% de los manifestantes eran pacíficos», aseguró Rodríguez. El segundo golpe lo asestó Greenpeace. López de Uralde, junto un colega suizo y otra activista noruega se ‘colaron’ en la cena de gala y desplegaron las pancartas reivindicativas. La organización ecologista vincula el revés que ha sufrido la imagen de las autoridades danesas con la dureza con que está siendo tratado su director. Sin embargo, desde Greenpeace aseguran que «no les van a callar».

Fuente: http://www.elconfidencial.com/espana/director-greenpeace-carcel-copenhague-20091221.html