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Carta a Paco de Lucía para que no se presente en Israel

Fuentes: Rescop

Desde la RESCOP (Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina) nos ponemos en contacto con usted, con gran admiración por su inigualable obra y, al tiempo, con gran perplejidad por su decisión de participar en una actividad programada en Israel el próximo sábado 29 de Octubre. La Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina, compuesta […]

Desde la RESCOP (Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina) nos ponemos en contacto con usted, con gran admiración por su inigualable obra y, al tiempo, con gran perplejidad por su decisión de participar en una actividad programada en Israel el próximo sábado 29 de Octubre.

La Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina, compuesta por organizaciones de solidaridad con Palestina de todo el estado español, apoya la campaña de BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones), nacida en el seno de la sociedad civil palestina en el año 2005, liderada por el Comité Nacional de Boicot (BNC) y que ya se ha extendido por todo el mundo. La campaña pretende evitar que la cultura, el deporte o la economía sean empleadas como sustento y salvaguarda de una sanguinario aparato de ocupación militar y un deleznable sistema de apartheid, completamente anacrónicos en pleno s.XXI. De esta manera lo único que pretendemos es que Israel, país implicado hasta el pescuezo en violaciones de derechos humanos y del derecho internacional, se replantee el cumplimiento de sus obligaciones según el mismo y pase a respetar escrupulosamente los derechos humanos y políticos de la población palestina. A partir de ese momento, entendemos como parte integrante de la campaña, que el boicot dejará de tener sentido y en Israel, entre otras cosas, podrán disfrutar de artistas como usted.

Para ponerle en antecedentes, en el año 2004, con inspiración en el triunfo del boicot cultural en la Sudáfrica del apartheid, apoyado por los principales sindicatos palestinos y grupos culturales, PACBI (Campaña Palestina de Boicot Académico y Cultural a Israel) realizó un llamamiento por el boicot académico y cultural a aquellas instituciones implicadas en la ocupación israelí y el apartheid. Se llevó a cabo una convocatoria palestina a diferentes artistas internacionales pidiéndoles que se negaran a actuar en Israel, o bien en eventos que sirven para equiparar a la población ocupante con la ocupada y, por tanto, a seguir ahondando en la injusticia que se cierne sobre el pueblo palestino. Estos fueron los primeros pasos de lo que finalmente fue la campaña BDS, secundada casi al unísono por toda la sociedad civil palestina, en torno a sus principios arraigados en los derechos humanos: libertad, justicia e igualdad.

Entendemos que la campaña puede forzar a Israel a cumplir la legislación internacional vigente, cuyo resultado certero sería el fin de la ocupación de los Territorios Palestinos, desmantelando todo el sistema de apartheid (incluyendo el Muro, los check points y la totalidad de las colonias), permitiendo el derecho al retorno de los refugiados y a la población palestina en su conjunto a poner en práctica el derecho a la autodeterminación para decidir su futuro.

Por ello desde la RESCOP, en trabajo concertado con el Comité Nacional de Boicot Palestino, acordamos enviarle está misiva, pues pensamos que un artista de su calibre, auténtico emblema de un arte y una cultura, que usted ha reconocido siempre totalmente vinculada con la música árabe andalusí y morisca, no debería ser asociado con un régimen de apartheid como el israelí, que trata de borrar lo árabe del mapa de su soñado, y temido por sus vecinos, Gran Israel.

Le ofrecemos de forma resumida algunas de las mayores violaciones que comete Israel sobre los derechos y la vida de la población palestina, que esperamos le sirvan para tomar su decisión:

1. La población palestina de Cisjordania y la Franja de Gaza (los Territorios Ocupados Palestinos) vive bajo una brutal e ilegal ocupación militar. Israel restringe la libertad de movimiento y de expresión; establece bloqueos para acceder a la tierra, la salud y la educación; roba la tierra y el agua; encarcela a lideres políticos palestinos y activistas de derechos humanos, sin cargos, ni tan siquiera juicio, sobre una base diaria, la humillación y la violencia empleada en los más de 600 puestos de control y carreteras cortadas que estrangulan Cisjordania. Al mismo tiempo, Israel continúa construyendo su muro de anexión ilegal en tierras palestinas y una red cada vez mayor de colonias ilegales para uso y disfrute exclusivo de la población judía, que dividen a Cisjordania en bantustanes, como en la vieja Sudáfrica.

2. Los y las ciudadanas palestinas de Israel se enfrentan a un cada vez mayor sistema de apartheid dentro de las fronteras de Israel, con leyes y políticas que les niegan los derechos que sus homólogos judíos disfrutan. Estas leyes y políticas afectan a la educación, la propiedad de la tierra, vivienda, empleo, matrimonio, y todos los demás aspectos de la vida cotidiana de las personas. En muchos sentidos, este sistema se asemeja, sorprendentemente, al de Jim Crow y la Sudáfrica del apartheid.

3. Desde 1948, cuando Israel expulsó a más de 750.000 personas palestinas con el fin de formar un estado exclusivo para judíos, Israel ha negado a los refugiados palestinos su derecho internacionalmente reconocido a regresar a sus hogares y sus tierras. Israel hoy prosigue expulsando a personas de sus hogares, por ejemplo en Jerusalén y el Negev, entre otros. Hoy en día más de 7 millones de refugiados palestinos siguen luchando por su derecho a regresar a sus hogares.

4. En Gaza, la población palestina ha sido sometida a un asedio completamente criminal desde el año 2006. Como parte de este bloqueo inhumano, Israel ha controlado la energía y el agua, ha impedido el paso de distintos tipos de elementos básicos para la vida como medicinas y alimentos, así como de otros elementos fundamentales como material educativo, ropa o instrumentos musicales, convirtiendo Gaza, con una población de 1,5 millones de personas, en la mayor cárcel del mundo a cielo abierto, aunque controlado también por Israel.

Teniendo todos estos elementos en cuenta, ¿podría actuar en Israel con la conciencia tranquila, al estar de alguna manera con su presencia y su música, normalizando esta situación? Como le comentábamos, Israel emplea el arte y la cultura para encubrir sus violaciones del derecho internacional y los derechos humanos.

Por hablar de la última gran agresión israelí; a finales de 2008 y principios de 2009, Israel atacó militarmente Gaza, llevándose por delante la vida de 1.400 palestinos y palestinas, muchos de ellos niños y niñas y buena parte de las infraestructuras existentes, incluyendo hospitales y escuelas. Por ello, la ONU redactó el informe Goldstone, declarando que Israel cometió crímenes de guerra. Como consecuencia de este informe, Israel ha redoblado sus esfuerzos para lavar esa imagen deteriorada a nivel internacional, tratando de presentarse como una democracia liberal modelo. El arte y la cultura juegan un papel único en esta campaña, con la presencia de artistas de renombre internacional en occidente, y que de esta forma afirman la membresía de Israel en este privilegiado club occidental, el de las cultas democracias liberales. Pero pensamos que esto no debería ser así con un Estado que de manera flagrante y sistemática viola el derecho internacional y los derechos humanos básicos. En ese sentido su actuación serviría a la campaña israelí por reforzar su imagen de marca, siendo empleada como herramienta publicitaria por el gobierno israelí.

En este paso en favor de los derechos humanos palestinos numerosas personalidades del mundo de la cultura se han unido a la convocatoria de BDS. Después del asalto de Gaza y aún más después de la masacre a la Flotilla de la libertad en mayo de 2010, muchos artistas internacionales, intelectuales y trabajadores de la cultura han rechazado el cínico uso de las artes por parte de Israel para blanquear su apartheid y sus políticas coloniales. Entre estas personas, nos encontramos con distinguidos artistas, escritores, y activistas antirracistas que han apoyado la campaña, como el arzobispo Desmond Tutu, John Berger, Arundhati Roy, Adrienne Rich, Ken Loach, Naomi Klein, y Alice Walker.

También artistas de renombre como Bono, Snoop Dogg, Jean Luc Godard, Elvis Costello, Gil Scott Heron, Carlos Santana, Devendra Banhart, Faithless, Pixies o Serrat han cancelado sus actuaciones en Israel por su historial de derechos humanos. Maxi Jazz, de Faithless, sostuvo de esta manera su posición:

«Mientras que a seres humanos se les niega intencionalmente no sólo sus derechos sino también las necesidades para sus hijos, sus abuelos y ellos mismos, siento profundamente que no se deben enviar señales, incluso tácitas, de que [actuar en Israel] es ‘normal’ o está ‘ok’. No lo es y tampoco puedo apoyarlo. Me duele que se haya llegado a esto y pido todos los días por los seres humanos, para que tengamos cuidado unos de otros, basándonos en la sabiduría de que lo que somos es lo que tenemos».

Por favor, rechace actuar en Israel.

Si no está convencido del todo sobre cómo proceder por afirmaciones que sostienen que un boicot cultural a Israel viola la libertad de expresión y el intercambio cultural, podemos recordar las juiciosas palabras de Enuga S. Reddy, director del Centro de Naciones Unidas contra el Apartheid, que en 1984 en respuesta a una crítica similar contra el boicot cultural en Sudáfrica, dijo:

«Es bastante extraño, al menos decir, que el régimen sudafricano que niega todas las libertades… a la mayoría africana… debe convertirse en un defensor de la libertad de los artistas y deportistas del mundo. Tenemos una lista de personas que han actuado en Sudáfrica debido a su ignorancia sobre la situación, la tentación del dinero o la despreocupación por el racismo. Tienen que ser persuadidos para detener dejar de entretener al apartheid, dejar de beneficiarse del dinero del apartheid y dejar de servir como propaganda del régimen del apartheid.»


A día de hoy la sociedad civil palestina, con el apoyo de la sociedad civil internacional y en este caso del estado español, hacemos una petición a los artistas a no actuar en Tel Aviv, de la misma manera que los activistas de Sudáfrica pidieron a los artistas boicotear «Sun City.».

De esta manera, solicitamos que usted se abstenga de cruzar la línea establecida por la mayoría de la sociedad palestina, apoyada por las organizaciones internacionales, y cada vez más, con el apoyo también de la parte más progresista de la sociedad israelí. La sociedad civil palestina y del estado español en solidaridad, le piden su contribución más esencial en nuestra lucha por alcanzar la paz y la justicia.

Esperando una respuesta, de forma afectuosa y con todo el respeto, se despide.

Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina – RESCOP.