Un año más, la cifra de mujeres asesinadas por la violencia machista ha sido espeluznante: 63 mujeres y 14 personas relacionadas con ellas: hijxs, hermanxs, amigxs… Seguramente, cuando estés leyendo esto, haya alguna mujer más muerta. Ninguna persona esta a salvo cuando tiene lugar este tipo de agresión. A pesar de que la violencia que […]
Un año más, la cifra de mujeres asesinadas por la violencia machista ha sido espeluznante: 63 mujeres y 14 personas relacionadas con ellas: hijxs, hermanxs, amigxs… Seguramente, cuando estés leyendo esto, haya alguna mujer más muerta. Ninguna persona esta a salvo cuando tiene lugar este tipo de agresión. A pesar de que la violencia que mata es escandalosa, consideramos que hay otros tipos de violencia más sutiles y, a veces, completamente invisibles a los ojos de la sociedad, que siguen perpetuando el sistema patriarcal y que impiden nuestra evolución como mujeres libres.
Nuestra sociedad educa en la diferencia sexual y el objetivo de esa educación es formar a mujeres que se sientan inferiores, subordinadas, servidoras de los varones. De nada sirve que las instituciones, después, intenten lavarse la cara haciendo leyes de igualdad.
La Ley de Igualdad también es usada sin ningún pudor y según convenga en las empresas. Los puestos superiores siguen siendo ocupados mayoritariamente por hombres y los inferiores, tanto en condiciones laborales como de cualificación, siguen estando cubiertos mayoritariamente por mujeres, A veces se usan los Planes de igualdad para contratar más hombres en estos puestos donde ellos son minoría olvidando el resto donde las excepciones somos nosotras.
La idea del amor romántico, con los cuentos clásicos en los que aparece la niña o la princesa desprotegida esperando al príncipe azul que le solucione la vida, sigue siendo un poderoso elemento simbólico que perpetua la violencia contra las mujeres. Este modelo de comportamiento arrastra consecuencias dolorosas : los hombres deben proteger, ser fuertes y autosuficientes, mientras que sus compañeras han de ser frágiles y necesitadas de ayuda. Cuando esto se rompe, es muy difícil asumir los nuevos papeles.
Desde CGT pensamos que la violencia machista está generada por el patriarcado y el capitalismo, dos lacras unidas que se complementan y nos someten, siendo los asesinatos de mujeres la expresión de la falta de argumentos cuando no hay razones para seguir manteniendo la supremacía masculina.
Exigimos que la educación sea igualitaria, con el compromiso de hombres y mujeres en la práctica diaria de trabajar por un mundo en igualdad en todos los ámbitos y responsabilidades…
Queremos que la disposición a eliminar esta lacra social tan extendida en los días simbólicos pase a ser el ánimo que inspire la lucha cotidiana de todxs.
Queremos igualdad de oportunidades para desarrollarnos en libertad, todos los días y en todos los sectores de la sociedad, empezando por la educación y el trabajo.
Queremos vivir sin opresión.
Queremos elegir libremente lo que nos parezca mejor para nosotras mismas.
SIN VIOLENCIA, SIN MACHISMO, EN IGUALDAD.
Secretaría de la Mujer