Ayer fue el fútbol Sub 21, hoy es la Fórmula 1. El deporte internacional desde la ignominia resultó ser un tedioso soporte a la ocupación israelí y al arrebato de Jerusalén, como un absurdo reconocimiento al desgarramiento de la milenaria ciudad santa, histórica capital de Palestina, víctima del desmembramiento humano y territorial palestino. El perspicaz […]
Ayer fue el fútbol Sub 21, hoy es la Fórmula 1. El deporte internacional desde la ignominia resultó ser un tedioso soporte a la ocupación israelí y al arrebato de Jerusalén, como un absurdo reconocimiento al desgarramiento de la milenaria ciudad santa, histórica capital de Palestina, víctima del desmembramiento humano y territorial palestino.
El perspicaz silencio internacional, las corporaciones de los regímenes árabes y la inoperante Autoridad Nacional Palestina (ANP-OLP), se convirtieron en patéticos sonámbulos ante la impunidad israelí de legalizar con las compras de conciencias y sistemas serviles, las alteraciones de Jerusalén ocupada entre 1948 y 1967.
En cooperación con la multinacional empresa de seguridad informática Kaspersky Lab de Rusia, el ilegal alcalde israelí de Jerusalén, Nir Barkat, anunció -con una inversión de 2,5 millones de shekels- la competición 2013 de Fórmula 1 en la ciudad entre los días 13 y 14 de junio, la que denominaron ‘Jerusalén the Peace Road Show’ (Jerusalén la carretera de paz). Un sarcástico bautismo apadrinado por Estados Unidos de una ‘paz israelí’ interpretada sobre la base del sometimiento del pueblo palestino. Para el titular de la empresa rusa adherente a la ocupación, Eugene Kaspersky, «fue un logró llevar la escudería Ferrari a Israel».
Sin códigos éticos para atribuirse los derechos sobre Jerusalén, el alcalde Barkat, señaló que «la pista prevista es bella y atractiva ya que combina los muros (antiguos) de la Ciudad Vieja y el paisaje único de Jerusalén con uno de los deportes más populares del mundo». Además de la escudería Ferrari, Audi, Mercedez Benz, BMW y motos Grand Prix, habrá exhibiciones con un espectáculo de acrobacia a cargo del campeón alemán Chris Pfeiffer y del italiano Max Biaggi, ganador del Mundial de Motocicletas Superbike en 2012.
Con calles no aptas, la carrera será una mera exhibición competitiva que no limitará el desembarque de los cotizados corredores internacionales. Uno de los organizadores, el conductor israelí Raz Heiman, relató que «la carrera al estilo de Mónaco, Nueva York, Moscú, Rotterdam o San Pablo, se realizará en las calles de Jerusalén el año que viene, luego de las normas para convertir las calles en un circuito urbano». Dando fe a futuro de la continuidad de la ocupación.
Ataviados por la suculenta suma a recibir, los pilotos aceptaron competir en una ciudad ocupada convocados por un régimen ocupante comprometido en crímenes de lesa humanidad. Devastado de solvencia moral, Giancarlo Fisichella, estrella de Ferrari que sumó 200 Grandes Premios y ganador de tres competiciones, sin importarle pisar las huellas del dolor y el sufrimiento palestinos alegó: «Me siento orgulloso de participar en este evento… Es genial tener la oportunidad de conducir un coche de Fórmula 1 en las calles de una ciudad tan fascinante y llena de historia como Jerusalén».
Los autos y motos deportivas se exhiben desde el 9 de junio en la antigua Estación de Trenes de Palestina en Jerusalén. Remodelada en un centro cultural israelí, falsearon su nombre llamándola «Hatajaná Harishoná» (primera estación en hebreo) y a pesar que Barkat la consideró «un diamante más de la gran corona que es Jerusalén», su espíritu colonialista se pulverizó frente a la historia. La estación, es un símbolo de la presencia palestina y de la tergiversación sionista. Fue construida en 1892 para formar parte del primer ferrocarril palestino que unió los 72,2 kms. que serpentean entre Jerusalén y el puerto palestino de Jaffa. La estación sobrevivió a la ocupación otomana-turca, a la británica y luego fue usurpada por los sionistas que la vaciaron y la reabrieron con su imagen maquillada en 2013.
La poderosa flota deportiva internacional como la italiana Ferrari y las nombradas marcas alemanas con su complicidad desoyeron el desesperado grito palestino de libertad que yace bajo el repavimentado, aunque quebradizo, suelo de Jerusalén.
Suhail Hani Daher Akel fue el primer Embajador del Estado de Palestina en la Argentina, el premier representante de la OLP en la Argentinay es analista internacional de la situación de Palestina. Palestina Info: www.jerusalem-palestina.
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rCR