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Los Cinco cubanos: cinco corazones que laten al mismo ritmo que el mío

Fuentes: Rebelión

A Celia Hart Santamaría, desaparecida físicamente hace 5 años, el 7 de septiembre de 2008, que dijo de los Cinco cubanos: entre ellos y nosotros, hagamos imposible su presencia en esas cárceles, porque ellos son nuestro Moncada. Los Cinco cubanos son para mí una razón de vida, un caso que es totalmente parte de mi […]

A Celia Hart Santamaría, desaparecida físicamente hace 5 años, el 7 de septiembre de 2008, que dijo de los Cinco cubanos: entre ellos y nosotros, hagamos imposible su presencia en esas cárceles, porque ellos son nuestro Moncada.

Los Cinco cubanos son para mí una razón de vida, un caso que es totalmente parte de mi lucha cotidiana y que se convirtió aún más en una bocanada de aire fresco, el manantial de mi pensamiento, sobretodo después que pude abrazar a René González, cuando volvió a Cuba.

La primera vez fue en el patio de Prensa Latina, dónde yo trabajo como editora del sito web en italiano: no sé cómo describir a un héroe, a un paradigma… solo logré abrazarlo, con un nudo a la garganta, creyendo vivir un sueño.

Es que, sin querer molestar a nadie, el núcleo familiar de Olga y René para mí representa una familia adicional, porque no pudiera olvidar nunca las palabras que Olga Salanueva, la esposa de René, me susurró el día que estaban enterrando a mi madre. Cómo no podría olvidar las palabras que me dijo Adriana Pérez, esposa de otro de los Cinco, Gerardo Hernández, cuando me invitó a comer una Navidad, después de que mi padre murió. Son momentos fundamentales en la existencia de cualquier persona… ¿cómo olvidarse de mujeres así, probadas por la vida, y al mismo tiempo tan fuertes, que no se han olvidado de mí, en momentos definitivos de una pobre trabajadora de la prensa al servicio de la causa? Porque ellas saben lo que significa compartir en las buenas y en las malas, los sentimientos más profundos.

El sufrimiento acerca a todas las almas.

La segunda vez que pude abrazar a René fue en el encuentro de la Blogosfera Cuba, en el Centro Martin Luther King Jr., a principios de julio de este año. El momento para mí fue muy importante, tuve la suerte de participar en una cita con más o menos 50 jóvenes cubanos de casi todas las provincias del país, para compartir muchas opiniones sobre Cuba, todo por una visión mejor, desde abajo y en representación del pueblo.

No tenemos recetas prefabricadas, como todas las personas inteligentes, mas que soluciones nos formulamos preguntas, que creo poder resumir en las mismas que Raúl Garcés Corra manifestó en el congreso de la Unión de Periodistas de Cuba, el 13 de julio de 2013, cuando dijo: «¿cómo haremos para comunicarnos eficientemente? ¿Cómo les daremos sentido a la comunicación y la convertiremos en hechos qué se toquen, historias que se vivan y caminos que se puedan intuir? Lo mejor de estas preguntas es que hoy sabemos que no existen respuestas únicas y cerradas.»

René, nos recordó que las redes sociales y la blogosfera son trincheras dónde tenemos que literalmente secuestrar el espacio que el imperialismo nos ocupó, quebrantando todas las leyes.

Recordó que presentaron en ridículo al presidente boliviano Evo Morales, cuando -mientras lo acusaban de transportar al exanalista de la CIA Edward Snowden- no le permitieron aterrizar en cinco países europeos, poniendo en peligro su vida.

«Quisieron demostrar una vez más que tienen el poder económico y planetario», sentenció René. «Como usuario de la blogosfera, me di cuenta que repiten en centenares de blogs el mismo discurso hegemónico, mientras nosotros sabemos que ya el tiempo de los eslóganes vacíos y repetitivos se acabó».

«Hoy es todo más complicado, no podemos catalogar sencillamente como enemigo a una persona que es crítica, no es necesariamente un antagonista, más bien, la discusión entre revolucionarios es fundamental, siempre que exista respeto y educación».

«Hay muchas personas que se han ido de este país pensando un concepto y luego el imperio mismo les ha hecho entender muchas cosas: aquí sentado a mi lado hay un ejemplo, el periodista Edmundo García».

«Hace falta permitir que la gente hable y contestarle con educación, pero con firmeza. Yo no conozco mucho sobre internet, pero en octubre quiero centrarme en esta lucha mediática, para liberar a mis cuatro hermanos todavía prisioneros políticos del imperio: hasta que no seamos todos libres, tampoco yo lo seré completamente».

«Quiero hacer mi blog, espero que todo ustedes puedan ayudarme, yo no tengo experiencia, quiero decir, no mucha… mientras estuve en libertad supervisada en Miami fui secretamente administrador de un blog, pero esta es otra historia, espero que un día se pueda contar».

René se mostró satisfecho de ver en la asamblea a muchos jóvenes, el futuro de la Revolución, y los incitó a dialogar con otros jóvenes que a lo mejor se perdieron en el mensaje, no por su culpa, sino por ser guiados mal o porque son inmaduros. «No tenemos que tener nunca miedo de las críticas, nuestro ser revolucionario nos permite afrontar cualquier propuesta de diálogo, sin censura. Tenemos que recordarnos cuánta censura tenemos que soportar en el imperio, sobretodo en nuestro caso, está prohibido hablar de los Cinco en los grandes medios de comunicación capitalistas: si estamos combatiendo con todas las fuerzas esta censura en los EE.UU., aquí en Cuba tenemos que lograr que no exista absolutamente».

«Les doy las gracias por su trabajo en favor de los Cinco, les repito que tenemos que luchar para alcanzar el corazón del pueblo estadounidense, los académicos, los estudiantes, que no saben nada del caso y esto se consigue con pasión, lealtad, originalidad, la realidad vivida, porque los eslóganes prefabricados sólo alejan a la gente.»

Esta conversación de René se concluyó con dos preguntas del público: la primera, cuando le preguntaron si tenía nostalgia de la vida del René cuando no era héroe, él contestó que no se acostumbra todavía a ser una celebridad y le parece extraño no poder caminar más que dos cuadras sin que algún cubano o cubana lo abrace.

«Es muy lindo, le doy las gracias al pueblo por todo esto, pero todavía me siento incomodo, me hace sentir extraño.»

La segunda pregunta surgió espontáneamente, después de esta declaración: ¿qué es ser un héroe para René?

«Cuba está llena de héroes, para mí, mi padre fue un gran héroe. Yo no hice nada especial, sólo cumplí con mi deber, me tocó esta misión y la llevé a cabo. Existen millares de cubanos que cumplieron deberes duros, mucho más difíciles que el nuestro, no los han descubierto y por tanto nadie los conoce. A nosotros sólo nos tocó una suerte diferente, nada más».

Bueno, ante la sencillez de René, típica de quien es realmente un gran hombre, puedo sólo recordar que este 12 de septiembre de 2013 se cumplen 15 años del secuestro de la vida de los Cinco cubanos, culpables de luchar realmente contra el terrorismo, prisioneros políticos de un sistema dictatorial imperialista, que apoya no sólo a convenientes terroristas asesinos, como Posada Carriles, sino también los financia.

Contestamos al mensaje que René nos envió, demostrando que todos queremos la vuelta a casa de los Cinco, mandamos un mensaje contundente al pueblo estadounidense, poniendo una cinta amarilla en nuestros vestidos, en nuestras ventanas o como canta la canción «Tie a ribbon’ round the old oak tree», alrededor del roble de nuestra vida.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.