Mario Hernandez (MH): Escuchábamos las declaraciones de Miguel Destéfani, hijo de Silvia Suppo, testigo contra la represión ilegal, asesinada en Venado Tuerto, en oportunidad de la movilización por la aparición de Jorge Julio López el año pasado. Recordamos que hoy a las 17:00 de Plaza Moreno a Plaza San Martín, en La Plata y a […]
Mario Hernandez (MH): Escuchábamos las declaraciones de Miguel Destéfani, hijo de Silvia Suppo, testigo contra la represión ilegal, asesinada en Venado Tuerto, en oportunidad de la movilización por la aparición de Jorge Julio López el año pasado. Recordamos que hoy a las 17:00 de Plaza Moreno a Plaza San Martín, en La Plata y a las 18:00 de Congreso a Plaza de Mayo, en Buenos Aires nos movilizamos por «Sin Julio López no hay dékada ganada». En el 7º aniversario de su desaparición. Tampoco olvidamos a Daniel Solano, joven trabajador salteño, desaparecido hace casi dos años en Choele-Choel (R. Negro) y a Luciano Arruga.
Buenos días, Guillermo Almeyda. Vamos a continuar con Siria. Este lunes los titulares de Relaciones Exteriores estadounidense, John Kerry, británico, William Hage y francés, Laurent Fabius, advirtieron que el desmantelamiento de las armas químicas aceptado por Damasco se tiene que hacer en condiciones de firmeza y señalaron que sigue abierta la opción de una intervención militar.
Guillermo Almeyra (GA): Siguen buscando resquicios y pretextos para atacar. Francia, Inglaterra, la oposición siria, Arabia Saudita y Qatar exigen, junto a Kerry, que la ONU emita una declaración legitimando una guerra en el caso que no haya suficientes pruebas de control y desmantelamiento de las armas químicas.
Rusia se opone claramente diciendo que el acuerdo con EE. UU. excluye que la ONU justifique un ataque y más aún con ese pretexto.
En este momento hay todavía un tire y afloje diplomático sobre qué posibilidades hay de realizar un ataque contra Siria al margen del acuerdo esencial al que había tenido que ceder EE. UU. debido a las protestas de la opinión pública francesa y estadounidense.
Arabia Saudita y Qatar siguen armando a la oposición siria, a los grupos salafistas. El gas sarín que utilizaron, se ha denunciado que viene directamente del Ministro de Defensa saudí y que entró a Siria pasando por Irak.
Mientras no se les corte ese suministro, que Francia e Inglaterra están interesados en mantener, la oposición siria va a tratar de tener una cobertura internacional porque en estos momentos, en la guerra civil interna, el 75% de la población apoya al régimen y el otro 25% está dividido entre los que quieren una acción política, civil y los salafistas.
Si siguen solos frente al gobierno, indudablemente, van a perder la guerra civil como está sucediendo en el campo de batalla.
MH: Me sorprendió la publicación de la Carta Abierta de Putin al pueblo estadounidense en el New York Times.
GA: Creo que hay un sector en EE. UU., incluso de la gran burguesía y la gran prensa, que ve como una aventura esta guerra porque puede comenzar en Siria, pero va a incluir inevitablemente a Irán, Israel, Turquía y hasta potencias nucleares como Rusia.
¿Quién impediría a Rusia darle misiles de medio alcance al gobierno sirio para defenderse de los barcos de guerra franceses y norteamericanos?
MH: El presidente ruso dijo que: «Rusia vende armas a Siria. Tenemos fuertes lazos económicos. Siria es nuestro socio estratégico».
GA: Claro. Y les va a seguir dando armas, entre otras cosas, porque Rusia también tiene una vieja base naval importante en Latakia, en Siria. Es su acceso al Mediterráneo, al control del Mediterráneo oriental, su paso por los Dardanelos, por el Bósforo, en una palabra, es estratégica para Rusia como país. Desde la época de los zares han buscado esa salida hacia los mares calientes. Hay una continuidad en la política rusa. No puede abandonar esa zona.
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