Traducido para Rebelión por Germán Leyens
DAMASCO.- Desde alrededor del día de san Valentín y con la ayuda de un tiempo cálido verdaderamente magnífico para esta época del año, las docenas de parques de Damasco han estado recibiendo cantidades inusualmente grandes de visitantes, muchos de los cuales son soldados sirios con licencia, gozando del espacio verde con amigas, familias y amigos. En el gran jardín con docenas de bancos y esculturas, llamado parque público Al-Manshia (Puente del Presidente), y ubicado entre dos hoteles de cinco estrellas, el Dama Rose y el 4 Estaciones, algunos soldados, presumiblemente de fuera de la ciudad, y muchos de ellos de apariencia extremadamente cansada, pueden ser vistos simplemente recostados en el pasto, profundamente dormidos bajo la cálida luz del sol.
Los soldados bromean, ríen y parecen contentos cuando ciudadanos se les acercan para agradecer el servicio del ejército a la República Árabe Siria y para preguntar cómo van las cosas personalmente y si hay alguna ayuda que el ciudadano pueda prestar al soldado. Es la naturaleza del nacionalismo sirio y la conexión con Madre Siria que el autor ha notado antes y que es sorprendentemente extraña según su experiencia. Amo mi país pero francamente no siento el orgullo y la profunda conexión que los sirios parecen mostrar hacia los 10.000 años de historia de su país como cuna de la civilización. Yo defendería a mi país y combatiría por él si hubiera una guerra legítima, lo que francamente no ha sido el caso durante mi vida.
Durante los últimos 30 meses de frecuentes visitas a Damasco, la ciudad nunca ha parecido más ‘normal’. Anoche el autor estuvo leyendo toda la noche y no se oyó ni un solo bombardeo o fuego de mortero o artillería, algo nuevo, en más de dos años. Durante muchos meses, solía evitar el histórico zoco Al-Hamidiyah Souk, el zoco más grande y central ubicado dentro de la vieja ciudad amurallada de Damasco cerca de la Mezquita
Umayyad, a pesar de sus cientos de negocios interesantes. No iba porque yo era uno de los pocos que vagaban entre el laberinto de tiendas y me sentía ridículo cuando los comerciantes me rogaban que comprara alguna-cualquier cosa para ayudar a alimentar sus familias, muchas de las cuales vivían cerca.
Hoy en día, el zoco Al-Hamidiyah, aunque no es frecuentado por la cantidad de compradores y visitantes comparable con antes de marzo de 2011, está muy abarrotado de modo que los extranjeros pueden pasar desapercibidos… bueno, a veces por lo menos en los primeros cien metros o algo así. En los vecindarios de Damasco, los ciudadanos ya no desaparecen rápidamente en sus casas a la primera señal de penumbra, las calles y cafés están repletos hasta bien pasadas las 9 de la noche.
«Quo Vadis Syrie», (‘¿dónde va Siria?’) me preguntó un estudiante de la Universidad de Damasco mientras estábamos sentados en los peldaños de la Facultad de Derecho aprovechando un poco de sol ayer por la tarde. «¿Pasó nuestra crisis para poder comenzar a reconstruir Madre Siria o tienen otros planes nuestros enemigos para destruirnos? Me preocupa que la calma de hoy pueda desaparecer con la llegada de un huracán.» Su comentario fue probablemente provocado por un cierto sentimiento que abunda aquí y en otros sitios de que una «coalición de los dispuestos» en formación está presionando por una Zona de No Vuelo ‘humanitaria’. Algunos aliados de EE.UU. consideran y preparan planes para implementar una zona de exclusión aérea que se extendería 40 kilómetros al interior de Siria y sería impuesta utilizando aviones provenientes de bases jordanas que volarían dentro de ese reino, según fuentes del Congreso.
Cualquier Zona de No Vuelo (ZNV) sería muy diferente de lo que está siendo promocionado y publicitado por ciertos belicistas en Washington, Tel Aviv y varias capitales europeas así como entre elementos del Consejo de Cooperación del Golfo y la Liga de Estados Árabes. Después de la Segunda Vuelta de Ginebra II, se dice que la Casa Blanca y el grupo usual de belicistas en el Congreso de EE.UU. y en el lobby sionista de EE.UU., vuelven a pensar en la idea de una Zona de No Vuelo para Siria. Sería planificada y ejecutada por EE.UU. y una «Coalición de los dispuestos» aún no especificada, utilizando aviones posicionados inicialmente en bases en Jordania y Turquía.
En la misma categoría que el falso concepto de «ayuda no letal», en términos de engaño cínico (virtualmente toda la ayuda «no letal» es ciertamente letal porque facilita que ciertas fuerzas maten a otras suministrando gafas de visión nocturna, equipos de telecomunicaciones, equipos GPS, salarios, falsas tarjetas de identidad y muchas cosas más), es casi seguro que una Zona de No Vuelo limitada, ‘humanitaria’, se convertiría en una zona de caza contra todo lo que se mueva como fue el caso en Libia en 2011 y fue estudiada y testimoniada de primera mano por el autor y muchos otros observadores. Lo que observamos en lo que era entonces, pero ya no es, Al Jamahiriya (Estado de las masas), fue que lo que recibió el inexacto apodo de Responsabilidad para Proteger (R2P) promovido por la Embajadora del gobierno de Obama en la ONU, Susan Rice, para Libia y ahora por su predecesora Samantha Power para Siria, constituía esencialmente una guerra propiamente tal por el cambio de régimen a cualquier precio en términos de vidas y dinero descartables.
La experiencia libia, admitiendo las numerosas diferencias entre los dos países y sus gobiernos y la calidad de las fuerzas armadas de cada país, puede ser un prólogo para Siria. Respaldada por un mandato del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la OTAN atacó Libia citando su urgente «responsabilidad de proteger» civiles amenazados por las supuestas violencias sangrientas que ocurrían en todo el país. Dentro de días, presenciamos que los bombardeos de objetivos «limitados, cuidadosamente elegidos» se convertían de ataques contra supuestas «docenas de objetivos puramente militares» en más de 10.000 misiones de bombardeo utilizando más de 7.700 «bombas guiadas de precisión» y ataques desde el suelo y por lo visto durante semanas en Libia por víctimas y testigos presenciales. Parecía a veces que los objetivos eran básicamente todo lo que se movía o que pudiera tener un concebible propósito militar de algún tipo.
Human Rights Watch documentó cerca de 100 casos de civiles bombardeados y muertos como parte de la campaña de R2P. Otros cálculos son varias veces superiores a las cifras publicadas por HRW. Hasta la fecha civiles libios quieren que la OTAN les diga: «¿Por qué destruisteis mis casa y matasteis a mi familia?» Las familias libias de víctimas ni siquiera recibieron una respuesta a pesar de que investigaciones mostraron que pilotos de la OTAN no respetaron instrucciones y «esencialmente bombardeamos como si estuviéramos jugando videojuegos» según pilotos contritos después del conflicto.
Susan Rice, actual consejera nacional de seguridad de Obama, se reunió la semana pasada con funcionarios saudíes para discutir una Zona de No Vuelo [ZNV] y estrategia relacionada a pesar de que la Casa Blanca afirma que sigue siendo escéptica. Rice dijo al Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EE.UU. a fines del mes pasado que EE.UU. y Arabia Saudí trabajan juntos en la política para Siria después de un año de ocasionales amargos desacuerdos. Entre los que actualmente piden al gobierno de Obama una ZNV, que se convertiría rápidamente en miles de misiones de bombardeo en toda Siria que probablemente diezmaría su fuerza aérea y sus cuerpos de tanques, están los así llamados rebeldes. Tienden a estar de acuerdo con Francia en que enfrentan futuros problemas en vista de la elección presidencial de abril que se acerca rápidamente, en la cual el actual presidente Bacher Asad probablemente buscará y logrará la reelección.
Además, Israel, según una fuente en el Congreso, ha ofrecido su ayuda ‘entre bastidores’ con bases aéreas si fuera necesario y ciertas actividades a lo largo de la frontera sur con Palestina todavía ocupada. Una mayoría de países de la Liga Árabe, el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), más Turquía, Francia, el Reino Unido y algunos miembros de la UE, también apoyan la idea de la ZNV. Arabia Saudí ya ha aprobado grandes cantidades de sistemas portátiles de defensa antiaérea hechos en China, o Manpads, así como misiles teleguiados antitanque de Rusia y más dinero para ayudar a rebeldes a derrocar el régimen de Asad, según un diplomático árabe. Mientras tanto, EE.UU. ha aumentado su contribución para pagar los salarios de sus combatientes rebeldes preferidos.
En una acción inquietante, EE.UU. ya ha enviado baterías Patriot de defensa aérea y aviones caza GF-16 a Jordania, que podrían formar parte de cualquier ZNV. Los aviones estadounidenses tienen misiles aire-aire que podrían destruir aviones sirios desde lejos. Pero funcionarios han advertido al Congreso que podría ser necesario que los aviones entraran a espacio aéreo sirio si fueran amenazados por el avance de aviones sirios. Esto podría fácilmente llevar a una guerra hecha y derecha con Siria y si Rusia decide suministrar armas de defensa antiaérea S-300 de largo alcance, haría que una semejante ZNV sea más arriesgada para pilotos estadounidenses. Nadie puede saber lo que podría ocurrir.
El presidente Obama se ha guardado su opinión mientras sus Secretarios de Defensa y Estado, actuales y anteriores, y muchos otros funcionarios y políticos presentan su opinión a favor de que la Casa Blanca ordene una ZNV. Se dice que Hilary Clinton y el general David Petraeus están ambos a favor de una ZNV para «terminar este lío» según el director de la CIA en retiro.
Encomiablemente, muchos en el Congreso piensan que Barack Obama se muestra renuente a otorgar su aprobación formal a otra ZNV, tal como el verano pasado se opuso a llamados a lanzar una guerra contra Siria así como a demandas de belicistas del Congreso de ir a la guerra contra Irán por cuenta del gobierno de Netanyahu. Esta semana, Obama reconoció que los esfuerzos diplomáticos por resolver el conflicto sirio están lejos de lograr sus objetivos. «Pero la situación es fluida y seguimos explorando todo camino posible incluyendo la diplomacia».
Si el presidente Obama amplía su récord de poner en primer lugar los intereses de EE.UU. en el caso de tres decisiones cruciales durante los últimos seis meses, y si sigue adelante con la diplomacia en lugar de lanzar una guerra contra Siria, y potencialmente los aliados de Damasco, mediante una ZNV, puede estar en camino a merecer su prematuro Premio Nobel.
Franklin Lamb es profesor de Derecho Internacional en la Facultad de Derecho, Universidad de Damasco y es voluntario en el Programa de Becas Sabra-Chatila (sssp-lb.com).
Fuente: http://www.counterpunch.org/2014/02/21/coalition-of-the-willing-promotes-no-fly-zone/