Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández.
El domingo pasado se informó de que un refugiado palestino había muerto como consecuencia de las graves torturas a que fue sometido en una cárcel siria, por lo que muchos de los residentes en el campo de refugiados de Yarmuk iniciaron una huelga de hambre y se negaron a recibir la comida que iba a entregárseles.
Según el grupo de acción para los palestinos en Siria, un joven llamado Mohamed Farhud, del campo de Yarmuk, murió asesinado a causa de las torturas que le aplicaron en una cárcel siria.
El grupo de acción añadió que el domingo muchas familias de Yarmuk hicieron público un comunicado anunciando una huelga de hambre y negándose a recibir la ayuda alimentaria en protesta por el secuestro de varias mujeres cuando estaban esperando los paquetes de ayuda en una zona de la carretera que lleva hacia el control de Beit Sahem.
Las familias acusaron del secuestro a hombres armados del ejército del régimen sirio y al Frente Popular para la Liberación de Palestina-Mando General.
En el comunicado hacían un llamamiento a los dirigentes palestinos y a los grupos por los derechos humanos para que intervinieran con urgencia para liberar a esas mujeres y proteger a los refugiados de Yarmuk de la inanición, el secuestro y las humillaciones a que se ven sometidos.
El grupo de acción declaró que los residentes en Yarmuk sufren asimismo una crisis de agua porque desde hace varios días se ha cortado el suministro en todas las zonas del campo.
En el campo de Jan Dannun, la intensificación de las acciones armadas ha provocado que gran número de familias refugiadas palestinas tengan que abandonar sus hogares.
En otro contexto de cosas, el grupo de acción por los palestinos en Siria publicó el lunes un informe estadístico sobre la cifra de muertos palestinos en Siria. Según ese informe, como consecuencia del conflicto armado que asola Siria desde hace más de tres años, han muerto 2.290 refugiados palestinos. 2.256 de esos refugiados fueron asesinados dentro de Siria, los otros 34 murieron cuando intentaban escapar de la guerra y llegar a Europa a través de países árabes. 140 de ese total de víctimas murieron de hambre y desnutrición o porque no pudieron recibir atención sanitaria en el asediado campo de Yarmuk.