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Amianto también en el Ejército del Aire

Fuentes: Rebelión

Este verano se puso en evidencia lo que para muchos era un secreto a voces: el ejército del aire tampoco se libró de la exposición al amianto.

Y es que fue noticia el hecho de que se descubriera que en la base militar de Torrejón de Ardoz hubiera amianto. En palabras del operario que ejecutaba las tareas de desamiantado de la base se advertía que “las tuberías están carcomidas y es el sitio en el que le ha dado más miedo trabajar”, “no había visto nada igual”, “los trabajadores y quienes acuden a la base aérea no son conscientes del riesgo y están expuestos ya que el amianto se ve por todos lados”…

La AUME (Asociación Unificada de Militares Españoles) ha pedido explicaciones al Ministerio y está decidida a exigir que se tomen las medidas pertinentes de desmantelamiento del amianto.

Esta noticia confirma que en el ejército del aire también hay amianto. Algo que choca con el hecho de que son múltiples las resoluciones del Ministerio reconociendo que había amianto en los buques de la armada, pero muchas menos en el ejército del aire.

Fue el despacho OPAMIANTO ABOGADOS el que precisamente consiguió el reconocimiento de algunos de estos casos infra reconocidos, en los que se consiguió acreditar que el amianto no solo estaba presente en las instalaciones de la base militar sino en distintas aeronaves del Ejército del Aire, siendo diagnosticados de mesotelioma por la exposición al amianto durante los años que prestaron servicios para el Ejército.

Resulta evidente, y en este campo ha trabajado –y seguirá trabajando– este despacho, que la utilización del amianto fue seguramente “necesaria” para el mantenimiento en condiciones del material del ejército español e inevitable para su tropa lo que, en absoluto, debe ocultar la causa de las enfermedades y muertes que produjo esa utilización. No se trata de encontrar responsables sino de conocer las causas, y en ello seguiran trabajando en ayuda de todas las familias de los afectados para el solo reconocimiento de sus derechos. No hacerlo así supone ocultar una realidad indiscutible.