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Reclaman que el Fortí d’Illetes, en Mallorca, sea lugar de memoria

Fuentes: Nueva Tribuna

El Fortí d’Illetes, situado en Calvià, Mallorca, es un lugar clave en la memoria de la represión franquista tras el golpe militar de 1936. Aunque su valor histórico ha sido poco documentado, su rol como prisión y sitio de ejecuciones lo convierte en un símbolo del sufrimiento republicano durante la Guerra Civil Española tal como atestigua en un estudio la catedrática de Historia Dolores Marín Silvestre que cifra en alrededor de 400 los prisioneros que pasaron por allí y en 50 las ejecuciones realizadas.

La asociación Memoria de Mallorca ha vuelto a reclamar al Ayuntamiento de Calvià y al Consell de Mallorca, que cumplan de inmediato con sus obligaciones para proteger el Fortí d’Illetes, aplicando la Ley de Patrimonio respecto a la catalogación del Bien de Interés Cultural (BIC) que ostenta el lugar desde el año 2003, a la vez que al Gobierno de Islas Baleares y al Gobierno del Estado que, de acuerdo con las leyes de memoria democrática autonómica y estatal, se catalogue como Espacio de Memoria.

Denuncian el “lamentable estado de degradación” del sitio en la actualidad, «lugar emblemático de la represión franquista en las Islas Baleares y único lugar de memoria que todavía conserva en Mallorca la fisonomía que tenía en la época citada».

Actualmente el Fortí d’Illetes es de propiedad privada, pero está catalogado por el Consell de Mallorca como BIC y, como tal, según la ley de Patrimonio, debe mantenerse y cuidarse, además estar abierto al público determinados días, cosa que tampoco se hace, y de no ser así está contemplado en esta misma ley su expropiación, recuerda esta asociación que lleva décadas batallando que sea catalogado como lugar de memoria.

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PRISIÓN Y LUGAR DE EJECUCIONES

Según recoge Dolores Marín en su estudio, el fortín, construido a finales del siglo XIX, fue parte del sistema defensivo de la Bahía de Palma. Su estructura rectangular ocupaba 6,7 hectáreas, equipada con baterías de cañones, cisternas y áreas de recreo militar. Desde 1934, el fortín fue convertido en prisión, destacándose por las pésimas condiciones que describe el testimonio de Josep Pons Bestard en su obra Memoria de la Guerra Civil en Mallorca (1936-1939).

Tras el golpe militar, miles de republicanos fueron arrestados en Mallorca, siendo el Fortí d’Illetes uno de los muchos centros de encarcelamiento junto a la prisión de Palma y el Castillo de Bellver. Más de 400 personas pasaron por esta prisión, de los cuales al menos 50 fueron ejecutados, entre mallorquines, menorquines y otros prisioneros de diversas regiones de España.

Entre las víctimas se encuentran aquellos que murieron por «desequilibrio mental» (como Bartomeu Espasa Alba, natural de Gijón), suicidios (como Guillem Alcover) o muertes por enfermedades derivadas de la malnutrición y los malos tratos (como Francesc Ramis y Miguel Carbonell).

Las ejecuciones comenzaron el 21 de noviembre de 1936 con los fusilamientos de los brigadas republicanos Andrés Hernández Julián (de Zaragoza) y Rafael Aviñó Mañez (de Valencia), y continuaron hasta el último ejecutado, el menorquín Avelino Sotes López, el 27 de enero de 1941. El ambiente de la prisión se caracterizaba por el aislamiento de los presos de sus familias, el hambre, los malos tratos y la constante desolación.

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La asociación Memoria de Mallorca ha trabajado en la recopilación de datos sobre las víctimas, con un censo inicial que incluye a republicanos, masones, librepensadores y ciudadanos sospechosos de apoyar el progreso. También han identificado 15 personas provenientes de la península, así como muchos isleños, incluyendo a víctimas de Formentera e Ibiza.

El proyecto de recuperación de la memoria de los encarcelados en el Fortí d’Illetes busca recomponer sus biografías, localizar a sus familiares y proteger este lugar como testimonio histórico, de modo que los horrores de la represión franquista no sean olvidados y las víctimas reciban el homenaje que merecen.

Este lugar fue abandonado por el ejército en 1997, y en 2003 el Consejo de Mallorca lo declaró Bien de Interés Cultural (BIC). «La preservación de este sitio es crucial como símbolo del horror de la guerra civil y para mantener viva la memoria de las víctimas, quienes defendieron la legalidad republicana».

Fuente: https://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/mallorca-reclaman-que-forti-dilletes-sea-lugar-memoria/20241023172824231753.html