Elon Musk (Tesla/X) cuenta con un patrimonio superior a los 250.000 millones de dólares; la segunda fortuna mundial, Jeff Bezos (Amazon), dispone de una riqueza valorada en cerca de 210.000 millones de dólares; Mark Zuckerberg (Meta), 206.600 millones, se sitúa en la tercera posición; en el listado de multimillonarios le siguen Bernard Arnault (LVMH), con 190.200 millones; y Larry Ellison (Oracle), con 186.100 millones.
Según el ranking publicado el pasado 20 de octubre por el periódico El País, citando a Bloomberg, el primer español en el club de (mayores) ricos del mundo es Amancio Ortega, principal accionista del grupo textil Inditex (114.100 millones de dólares); ocupa la tercera posición en la ratio de Bloomberg.
El libro del periodista Fonsi Loaiza, Oligarcas. Los dueños de España, editado en 2024 por Akal -en la colección A Fondo- prolonga este hilo con otros ejecutivos españoles: Florentino Pérez, Juan Roig y Ana Patricia Botín (“Botín es más gestora de un banco de BlackRock que propietaria del Santander”).
El ensayo revela “las tramas de intereses y redes clientelares de los auténticos amos del cortijo español, cuyo único objetivo se llama poder” (unos versos del autor teatral –alemán-, Bertolt Brecht, incluidos en el preámbulo, recuerdan el título de la publicación: “Las oscuras fuerzas que te vejan / tienen nombre, dirección y rostro”.
En la radiografía por sectores, Fonsi Loaiza hace referencia a los grandes de la construcción y sus fortunas: Rafael del Pino -al mando de Ferrovial-, compañía que ha entrado en el índice Nasdaq de la Bolsa de Nueva York; la familia Entrecanales (Acciona); el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez (ACS), sobre quien el periodista publicó en Akal la biografía Florentino Pérez. El poder del palco (2022); o la familia Molins (Cementos Molins).
El poder de los Oligarcas españoles puede ilustrarse también por analogía; según el autor de Qatar: sangre, dinero y fútbol (2022) y Machismo, mafia y corrupción en el fútbol español (2023), una cajera de los supermercados Mercadona tendría que trabajar durante 450.000 años, con el fin de acumular la fortuna del presidente de la cadena, Juan Roig.
O como resume, en una frase, la examante del rey emérito Juan Carlos de Borbón, Corinna Larsen: un centenar de personas controlan el estado español, y todas ellas están implicadas entre sí (la empresaria alemana denunció en 2021 al exmonarca en el Reino Unido, por los presuntos delitos de acoso y amenazas; dos años después resultó absuelto; Juan Carlos I fue asimismo investigado por el cobro de comisiones millonarias y delito fiscal).
Loaiza expone del siguiente modo el engarce entre el pasado y el presente –la dictadura y la democracia-: “La red de oligarcas fue alentada por el franquismo, goza de impunidad y ejerce su poder con una sumisión total a los intereses de Estados Unidos, con la entrada de fondos buitres norteamericanos en bancos, compañías estratégicas y la vivienda”.
El lazo de continuidad pasa, en los mismos términos, de las cacerías en tiempos de la dictadura, al palco presidencial del Estadio Santiago Bernabéu; se trata de familias franquistas, dinastías de banqueros o grandes empresarios, con apellidos -que figuran en el ensayo- como Abelló, March, Daurella, la Casa de Alba, los borbones, Juan Roig o Amancio Ortega.
El periodista Pascual Serrano, coordinador de la colección A Fondo, pone el acento en la creciente desigualdad como marco de aproximación a los oligarcas; citando a Forbes y Oxfam, el centenar de familias con mayor patrimonio del estado español aumentó el 37% en 2023 respecto al año anterior; este dato contrasta con el de las 13 millones de personas que se hallan en riesgo de pobreza o exclusión social (26,5% de la población).
Fonsi Loaiza se refiere, además, a las prácticas desarrolladas por estas grandes empresas; por ejemplo, la constitución de un entramado de sociedades offshore con filiales en paraísos fiscales; destacan, entre otras entidades, el Banco Santander: 187 filiales en 2023; o la constructora ACS, 82.
El modo de operar aparece en el libro, asimismo, en forma de testimonio; así, el integrante del comité de trabajadores de Mercadona en Cantabria, Gerardo Grande, denunció –en abril de 2024, en el Congreso de los Diputados- la explotación laboral en Mercadona:
“He sufrido todo tipo de represalias desde entonces. Mercadona ha decidido que estoy fuera del modelo y que las primas como trabajador no las voy a cobrar. Además, sufro una presión constante en el centro de trabajo, detrás de cada tarea que realizo en el supermercado”.
Otro ángulo desde el que observar la oligarquía española, y sus conexiones, es la penetración de los fondos buitre estadounidenses en el índice bursátil español IBEX 35: controlan ya cerca de 90.000 millones en títulos de empresas, detalla Fonsi Loaiza; se trata de fondos de inversión como BlackRock (33.000 millones en cotizadas), además de la tenencia de deuda española y bonos del tesoro; a BlackRock se agregan otros fondos,como Vanguard (23.000 millones); Capital Group o Fidelity.
Tal vez no pueda considerarse menor la influencia en los medios; de hecho, el autor dedica un apartado a Botín-influencer y medios de comunicación a su servicio, inserto en el capítulo sobre Ana Botín. El gran saqueo de la saga familiar de banqueros.
“Botín es una gran conocedora del poder mediático, que la ha protegido bajo un muro de silencio y censura para evitar cualquier tipo de polémica en prensa y que ha blanqueado su imagen”, valora el autor de Oligarcas; en este contexto, menciona los desahucios y los miles de despidos que se ejecutaron en el ERE del Banco Santander.
A ello se suma el nexo entre las élites económica y política, encarnado en figuras como la de Florentino Pérez; Fonsi Loaiza destaca las frases laudatorias de políticos derechistas: “Hay que ayudar al Real Madrid. Si al Madrid le va bien, a España le va bien”, según el expresidente del Gobierno entre 1996 y 2004, José María Aznar.
Pero tampoco son ajenos al palco madridista los políticos del PSOE: nueve ministros de Pedro Sánchez asistieron al estadio, invitados por Florentino Pérez, en los últimos partidos de la temporada 2023-2024; acudieron también periodistas de Atresmedia, Libertad Digital, El Mundo o El País.
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