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Abdullah Öcalan reafirma su compromiso a trabajar para la paz

Fuentes: Rebelión

Coherente y atrevido, el fundador del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán), Abdullah Öcalan, confirma en el mensaje divulgado el jueves por la delegación del partido DEM que fue a verlo en la cárcel de máxima seguridad de la isla de Imrali, su apuesta para la paz.

El mensaje quizás haya dejado descolocados a algunos, sobretodo cuando Öcalan llama al PKK a “convocar su congreso (como cualquier comunidad y partido moderno cuya existencia no ha sido derrotada por la fuerza) y tomar una decisión,” que para el, el fundador de ese partido, es la de “dejar las armas y disolverse.”

Sin embargo para quien conozca y haya leído y escuchado lo que Öcalan va planteando desde por los menos hace 30 años (o sea desde antes de ser capturado y encerrado en Imrali, en 1999), este llamamiento es en línea con la evolución y construcción de un nuevo modelo de co-existencia y governance que el líder kurdo ha estado pensando, desarrollando y que – cuando se han dado las condiciones (aunque muchas veces breves y reprimidas en la sangre), los kurdos a través de su partido de las decenas de nombres (por su ilegalización continua) han puesto en practica (por ejemplo con la Autonomía Democrática en el Kurdistán de Turquía, desde el 2011 o, mas contundentemente en Rojava, desde 2013).

Entonces no debe sorprender cuando Öcalan escribe en su mensaje este jueves que a raíz del “llamamiento realizado por el señor Devlet Bahceli (el presidente del partido que gobierna con el AKP, el MHP), junto con la voluntad expresada por el señor Presidente [Erdoğan] y las respuestas positivas de los demás partidos políticos a ese llamamiento, han creado un ambiente en el que hago yo un llamamiento a dejar las armas asumiendo la responsabilidad histórica.” Öcalan además reconoce que “al igual que sus contrapartes, ha cumplido su ciclo vital, lo que hace necesaria su disolución.”

El líder kurdo deja la pelota en el tejado del gobierno y del estado turco y lo hace, por supuesto, sabiendo bien quien tiene en frente.

Como ya demostraron otro movimientos, como el irlandés o el vasco, estudiados por el líder kurdo, lo que se requiere a quien verdaderamente y desinteresadamente busca la paz, es coherencia, audacia y creatividad. Y eso hace Öcalan.

En menos de dos paginas, traza las razones por las cuales el PKK surgió “en el siglo XX, en la época más violenta de la historia de la humanidad”, por la “negación absoluta de la realidad kurda, las restricciones a los derechos y libertades fundamentales, especialmente la libertad de expresión”, tomó las armas (en 1984, seis años después de su fundación), ya que “la necesidad de una sociedad democrática es inevitable,” y  el PKK “encontró una base social y un apoyo, inspirándose principalmente en el hecho de que los canales de la política democrática estaban cerrados.”

Öcalan sintetiza en tres líneas con claridad y contundencia los fundamentos del modelo que ha estado desarrollando en todos estos años, y subraya que ese modelo, basado en “el respeto a las identidades, la libre expresión, la auto-organización democrática de cada segmento de la sociedad en función de sus propias estructuras socioeconómicas y políticas,” sólo es posible “mediante la existencia de una sociedad y un espacio político democráticos.”

Öcalan tiene claro que “el segundo siglo de la República sólo puede lograr y asegurar una continuidad en la fraternidad si se corona con la democracia. El consenso democrático es el camino fundamental,” y también tiene claro que no será su mensaje quien cierre un conflicto de 40 años. Por eso ha repetido a la delegación, como ha dicho uno de los miembros, el diputado del DEM, Sirri Surreya Önder, que “sin duda, dejar las armas en la práctica y disolver el PKK requiere el reconocimiento de la política democrática y de su dimensión jurídica.”

No hay duda que este mensaje marca un antes y un después. Para todos. Para el PKK que ahora tendrá que evaluarlo, convocar su congreso, tomar decisiones, para el gobierno y el estado turco (estas fuerzas del estado profundo que no quieren la paz), para la población toda de Turquía, pero también para las otras tres partes del Kurdistán, empezando por Rojava, pero también para el Kurdistán iraquí y el iraní.

Abdullah Öcalan lo ha reafirmado: el no va a dejar de trabajar para lograr la paz.

Fuente: Berria https://www.berria.eus/mundua/bakearen-alde-lan-egiteko-duen-konpromisoa-berretsi-du-ocalanek_2138209_102.html

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.