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El Roto «no sirve para un descosido»

Fuentes: Mundo obrero

El rechazo de la Academia de Bellas Artes de San Fernando al artista El Roto muestra su resistencia a la crítica social y la realidad contemporánea. A pesar de este evento, El Roto continúa denunciando las falsedades del mundo del arte y su deseo es clarificar, no castigar, el estado de la cultura actual.

Menudo roto a las artes le ha hecho la benemérita Academia de Bellas Artes de san Fernando al rechazar la entrada del artista como académico de número.

Andrés Rábago García, más conocido por El Roto, es un artista como la copa de un pino. Y ese árbol no cabe en las cavernas de una academia que no acepta la crítica social y que ve en su arte más un roto a la ´normalidad` que un cosido a la realidad nuestra de cada día.

En alguna ocasión el autor declaró que la cultura “hace tiempo perdió las referencias y los contenidos éticos que le permitían definirse como tal”. Ahora parece que vuelve el miedo a lo distinto en esta “España confusa, debilitada y empobrecida, viejos fantasmas regresan bajo falsos ropajes identitarios y narcisistas para ocupar mentes y voluntades”, algo que también manifestó hace tiempo.

Contactado por correo electrónico, el autor nos confiesa que mejor dejarlo estar y que acepta “el hecho acaecido, creo que se expresa por sí mismo”. Yo personalmente no puedo dejar de expresar mi contrariedad por lo sucedido. Más que por la valoración implícita de El Roto como artista, por cómo se ha dado y las circunstancias que lo han rodeado.

Con este rechazo se constata una más de las farsas que tanto han denunciado El Roto, Ops y Andrés: las apariencias. “El núcleo esencial de la sátira es poner de manifiesto aquello que consideras que son falsificaciones o mentiras, las formas en las que se presentan las cosas para ser más digeribles”; es decir, denunciar a través del humorismo gráfico los muchos eufemismos con los que los poderes nos quieren vestir la realidad.

Sobre el mundo del arte y sus ínfulas y apariencias ya había publicado el libro Oh, la l´art en el que daba su visión, de la que seguramente se habrá reafirmado tras el hecho, acerca de los agentes artísticos, los autores, el público, la crítica, los galeristas o el mercado. Entonces declaró que “Mi voluntad es clarificar el mundo, no castigar a los malvados”. Más que malvados diríase que son ignorantes.

Además de sus Bestiarios, donde podríamos incluir ahora a las personas de la academia de Bellas Artes, El Roto nos ha regalado su Libro de los desórdenes, sus dos Vocabularios figurados, sus Viñetas para una crisis, sus Desescombros o sus diatribas Contra muros y banderas. También nos ha deleitado con sus Parpadeos y su mirada, esa que “a veces se rebela y va por libre” y a la que hay que seguir con atención porque “puede que te lleve a algún lugar inesperado”. 

Pues nada, A cada uno lo suyo. A la academia nuestra indiferencia y a El Roto nuestro abrazo y un soplo de ánimo para que siga muchos años más acompañándonos con su arte y bien despierto, que Camarón que se duerme (se lo lleva la corriente de opinión).

Fuente: https://mundoobrero.es/2025/04/12/el-roto-no-sirve-para-un-descosido/