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Los palestinos se desploman de hambre por las calles de Gaza

Fuentes: Voces del Mundo [Foto: Los cadáveres de los palestinos muertos en un ataque israelí en la zona de Zikim ante el hospital Al-Shifa de la ciudad de Gaza, 20 de julio de 2025. (Said M. M. T. Jaras/Anadolu)]

Un reportaje desde el frente sobre un pueblo obligado a enfrentarse a la muerte por inanición o por disparos en una peligrosa búsqueda para obtener escasas raciones.

La guerra de exterminio de Israel en Gaza sigue sumiéndose en nuevas profundidades de horror. Los hambrientos palestinos han comenzado a desplomarse en las calles y a morir de hambre como consecuencia del asedio. Los que intentan conseguir comida son abatidos a tiros en masacres cada vez más mortíferas. El ejército israelí emite frecuentes órdenes de expulsión masiva y amplía aún más sus operaciones terrestres, que dividen el enclave y desplazan por la fuerza a los palestinos a zonas más concentradas. Mientras tanto, persisten los implacables ataques aéreos y terrestres.

Solo en los últimos cinco días más de 550 palestinos han sido asesinados en Gaza, según cifras del Ministerio de Salud. El número confirmado de muertos desde el comienzo de la guerra superó los 59.000 el lunes, en lo que se reconoce ampliamente como un recuento muy inferior a la realidad. En los últimos dos meses más de 1.000 palestinos han muerto al verse obligados a buscar ayuda en zonas militarizadas en un sistema supervisado en su mayor parte por la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), un oscuro grupo respaldado por Estados Unidos e Israel.

Uno de los días más mortíferos para quienes buscaban ayuda fue el domingo, cuando murieron más de 70 personas, al menos 67 de ellas en el norte de Gaza, donde las tropas israelíes abrieron fuego contra la multitud que intentaba conseguir alimentos de un convoy del Programa Mundial de Alimentos que entraba por el paso fronterizo de Zikim.

«El tanque llegó, nos rodeó y empezó a dispararnos, y nosotros seguimos levantando las manos», contó Ibrahim Hamada, herido en una pierna, a Drop Site mientras yacía en una camilla del hospital retorciéndose de dolor. «Hubo muchos mártires, nadie pudo recuperarlos. Me arrastré boca abajo para poder llegar hasta un coche que me llevara al hospital», dijo. «Fui allí para comer algo, porque en casa no había comida».

(Escenas del hospital Shifa tras el ataque de las tropas israelíes contra los palestinos que buscaban ayuda cerca del cruce de Zikim. Vídeo de Abdel Qader Sabbah. 20 de julio de 2025.)

Más de 150 personas resultaron heridas en el ataque. El hospital Al-Shifa de la ciudad de Gaza se vio desbordado por los muertos y heridos, en su mayoría jóvenes y niños. Rostros demacrados y desnutridos asomaban entre los sudarios blancos que cubrían sus cuerpos en el suelo. En la cercana clínica Sheij Radwan, más de una docena de cadáveres en bolsas blancas estaban alineados en el patio. Los familiares que buscaban a sus seres queridos se acercaban y retiraban con cuidado parte de la superficie de las bolsas para mirar dentro y ver si reconocían a alguien.

«La situación es muy difícil. Transportamos a los mártires, como pueden ver, y trasladamos a los heridos desde un lugar cercano a la zona que fue blanco de bombas lanzadas desde cuadricópteros, disparos o la nueva grúa [armada] situada en el lugar de distribución de ayuda», dijo Mohammed al-Hout, trabajador médico de emergencia de la Media Luna Roja. «A la gente le dispararon en la cabeza o en los pies… Algunos de los mártires tienen el cráneo destrozado».

(Imágenes de la clínica Sheij Radwan después de que las tropas israelíes abrieran fuego contra los palestinos que buscaban ayuda cerca del cruce de Zikim. Vídeo de Abdel Qader Sabbah. 20 de julio de 2025.)

El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas dijo en un comunicado que 25 camiones con alimentos entraron en Gaza el domingo a través del cruce de Zikim «con destino a las comunidades hambrientas del norte de Gaza».

«Poco después de pasar el último puesto de control más allá del cruce de Zikim hacia Gaza, el convoy se encontró con una gran multitud de civiles que esperaban ansiosos para acceder a los suministros alimentarios que tanto necesitaban», dijo el PMA. «Cuando el convoy se acercó, la multitud que lo rodeaba fue atacada por tanques israelíes, francotiradores y otros disparos». El comunicado añadía: «Estas personas simplemente intentaban acceder a alimentos para alimentarse a sí mismas y a sus familias, que se encuentran al borde de la inanición».

También el domingo nueve palestinos fueron asesinados cerca de un centro de «distribución de ayuda» en Rafah gestionado por la GHF. Los asesinatos se produjeron en el mismo lugar donde, unos días antes, más de 20 personas habían muerto cuando los guardias de la GHF lanzaron gases lacrimógenos contra los palestinos hambrientos encerrados en el centro, lo que provocó la muerte de muchos por asfixia y estampida.

Estos asesinatos diarios de palestinos desesperados por conseguir alimentos y la inminente hambruna se han combinado para crear una emergencia sin precedentes en Gaza. El bloqueo total impuesto por Israel el 2 de marzo se levantó nominalmente el 27 de mayo, cuando se comenzó a distribuir una escasa cantidad de ayuda a cuatro centros militarizados de la GHF, tres de los cuales se encuentran en el extremo sur de Gaza y uno en Wadi Gaza. Con toda la población al borde de la hambruna, los palestinos no tienen más remedio que morir de hambre o arriesgar sus vidas en los llamados centros de distribución de ayuda.

«La gente tenía hambre. No tenían más remedio que dirigirse hacia los lugares de la muerte. De cualquier manera, iban a morir», declaró a Drop Site Abu Maher Al-Masry, que presenció las matanzas del domingo cerca del cruce de Zikim. «Soy un hombre adulto que ni siquiera puede caminar por el hambre. Hace más de un día que no como nada».

El domingo, el Ministerio de Sanidad informó de que 18 personas habían muerto de hambre durante el último día. Un día antes, el Ministerio emitió un boletín urgente en el que decía: «Un número sin precedentes de personas hambrientas de todas las edades están llegando a las salas de urgencias en un estado de agotamiento y fatiga extremos. Advertimos de que cientos de personas cuyo cuerpo está demacrado correrán un riesgo de muerte segura como consecuencia del hambre y de la incapacidad de su cuerpo para soportar el agotamiento». Múltiples informes han documentado cómo los palestinos rebuscan en la basura, recogen comida derramada en el suelo y comen de la basura de las calles. La ONU estima que casi una de cada tres personas lleva días sin comer.

El periodista Nahed Hajjaj publicó en las redes sociales: «No se sorprendan cuando los periodistas dejemos de cubrir las noticias aquí. Juro por Dios que hoy no podía levantarme por el hambre. No hay comida. Aunque alguien tenga dinero, no hay nada en el mercado que comprar».

Mientras tanto, el corresponsal de Al Jazeera, Anas al-Sharif, rompió a llorar durante una retransmisión en directo frente al hospital Al-Shifa cuando una mujer cercana se desmayó por el hambre. «La gente se derrumba en las calles por el hambre, simplemente se cae allí mismo por la inanición extrema», dijo. En respuesta, un portavoz militar israelí se burló de Al-Sharif en las redes sociales, diciendo que no eran «más que lágrimas de cocodrilo que forman parte de una actuación engañosa y escenificada de Hamás».

Un total de 86 palestinos, entre ellos 76 niños, han muerto de hambre y desnutrición desde que comenzó la guerra, en lo que el Ministerio de Salud calificó el domingo como «una masacre silenciosa».

Philippe Lazzarini, director de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA), que solía ayudar a supervisar la distribución de ayuda en Gaza antes de que Israel impusiera su bloqueo y prohibiera las organizaciones independientes, afirmó en las redes sociales que la crisis era «totalmente provocada por el hombre, con total impunidad».

«Hay alimentos disponibles a sólo unos kilómetros de distancia», publicó Lazzarini el domingo en X. «Solo la UNRWA tiene suficientes reservas disponibles fuera de Gaza para toda la población durante los próximos tres meses. No se nos ha permitido llevar ninguna ayuda desde el 2 de marzo».

El aumento de la inanición y la hambruna se produce mientras el ejército israelí sigue ampliando su invasión terrestre, emitiendo repetidas órdenes de desplazamiento, con más del 86% de Gaza ahora en la denominada «zona roja», ya sea bajo órdenes de desplazamiento activo o en una zona de «combate».

Por primera vez desde el comienzo de la guerra el ejército israelí emitió el sábado órdenes de desplazamiento en una zona de Deir al-Balah, en el centro de Gaza, que se extiende hasta la costa, a lo largo del llamado «corredor de Kissufim». Deir al-Balah es una de las pocas zonas en las que las tropas terrestres israelíes rara vez han operado y donde tienen su sede varias agencias de la ONU y ONG médicas. La orden de expulsión corta efectivamente el acceso entre Deir al-Balah y las ciudades del sur de Jan Yunis y Rafah. El ejército israelí ordenó a la población que se dirigiera al sur, a al-Mawasi, un campamento de tiendas de campaña en la costa sur que ha sido designado «zona humanitaria», y que Israel ha bombardeado regularmente, matando recientemente a más de 20 personas, entre ellas varios niños, que se refugiaban en tiendas de campaña en un ataque aéreo el domingo.

También se volvieron a emitir órdenes de desplazamiento para el norte de Gaza, y toda la zona al norte de las calles al-Quds y Salah Jalaf fue designada «zona de combate» prohibida.

La semana pasada, el ejército israelí anunció que había terminado de excavar un camino de 15 kilómetros a través de Jan Yunis, estableciendo lo que denominó el corredor «Magen Oz», que separa el este de Jan Yunis del lado oeste. El corredor es la última de varias zonas que el ejército israelí ha creado en Gaza mediante demoliciones a gran escala para dividir la franja en regiones separadas: el corredor Morag, que linda con Magen Oz y separa Rafah de Jan Yunis; el corredor Mefalsim, que separa el norte de Gaza de la ciudad de Gaza; y el corredor Netzarim, que discurre a lo largo de Wadi Gaza, separando el norte del sur.

No hay indicios de que el asalto de Israel vaya a remitir en breve y la comunidad internacional no ha tomado medidas para obligar a Israel a poner fin a sus ataques y permitir la entrada de la ayuda masiva necesaria para evitar la hambruna generalizada.

«Maldito sea este silencio. Maldita sea esta hambruna», dijo Eyad Amawi, representante del Comité de Ayuda a Gaza y coordinador de las ONG locales. «Maldita sea todo: la humanidad ha fracasado».

(El investigador de Drop Site News para Oriente Medio, Jawa Ahmad, ha contribuido a este informe).

Abdel Qader Sabbah es periodista y camarógrafo en el norte de Gaza.

Sharif Abdel Kouddous es un periodista independiente de prensa y televisión que reside entre Nueva York y El Cairo. Ha informado desde todo el mundo árabe, incluidos Egipto, Palestina, Siria, Libia, Yemen, Iraq, Bahréin y Argelia, así como desde todo Estados Unidos y otros espacios internacionales. Ha recibido un premio George Polk por su investigación sobre el asesinato de la periodista palestina Shirin Abu Akleh, un premio Emmy por su cobertura de la prohibición de viajar a musulmanes por parte de la administración Trump y un premio Izzy por su cobertura de la revolución egipcia de 2011.

Texto en inglés: Drop Site News, traducido por Sinfo Fernández.

Fuente: https://vocesdelmundoes.com/2025/07/21/los-palestinos-se-desploman-de-hambre-por-las-calles-de-gaza/