Recomiendo:
0

A la familia de la víctima mil de la matanza genocida de Israel en Gaza

Fuentes: The Electronic Intifada

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández.

Desconozco aún quién era vuestro ser querido. Puede que haya sido un bebé de pocos meses, un muchacho, un abuelo o uno de vuestros niños o familiares. Escuché hablar de la muerte de vuestro ser querido a Chico Menashe, un comentarista político de Reshet Bet, la principal emisora de radio israelí.

Explicaba que el asesinato de vuestro ser querido, al igual que el hecho de convertir en escombros las barriadas de Gaza y expulsar a más de 150.000 personas de sus hogares, es parte de una estrategia israelí muy bien calculada: esta carnicería trata de destruir la fuerza de los palestinos de Gaza para resistir las políticas israelíes.

Oía todo esto mientras leía en la edición del 25 de julio del supuestamente respetable Haaretz las palabras del no tan respetable historiador Benny Morris, que defendía que incluso esto no es suficiente.

Tildaba las políticas genocidas puestas en marcha hasta ahora como «refisut«, debilidad de mente y espíritu. Pedía más destrucción masiva en el futuro conociendo bien que así es como te comportas si quieres defender tu «villa en la jungla«, como definía a Israel el ex Primer Ministro israelí Ehud Barak.

Naturaleza inhumana

Sí, me da miedo decir que los medios de comunicación y los ámbitos académicos israelíes están apoyando completamente la masacre, quitando unas pocas voces, apenas audibles, en medio de esta salvajada inhumana. No estoy escribiendo estas líneas para decirles que me siento avergonzado, hace mucho tiempo que me he disociado de esa ideología de Estado y hago todo cuanto puedo como individuo para combatirla y derrotarla. Es muy probable que no haya hecho lo suficiente; todos nos sentimos aprisionados por momentos de cobardía, egoísmo y quizá por un impulso natural a cuidar a nuestras familias y seres queridos.

Y sin embargo hoy siento la necesidad de hacerles una promesa, una promesa que ninguno de los alemanes que mi padre conoció durante la época del régimen nazi estuvo dispuesto a hacerle cuando los matones llevaron a cabo el genocidio contra su familia. No es más que una promesa frente a su momento de dolor, pero es lo mejor que puedo ofrecer y no decir nada no es una opción. Y no hacer nada es incluso menos que una opción.

Estamos en 2014, la destrucción de Gaza está bien documentada. No estamos en 1948 cuando los palestinos tuvieron que luchar tanto para contar la historia de su horror; muchos de los crímenes sionistas perpetrados entonces quedaron ocultos y nunca salieron a la luz, ni siquiera hoy en día. Por eso, mi primera y única promesa es recoger, informar e insistir en la verdad.

Mi antigua universidad, la Universidad de Haifa, ha reclutado a sus estudiantes para que difundan las mentiras de Israel por todo el mundo a través de Internet, pero estamos en 2014 y la propaganda de este tipo acabará haciendo aguas por todas partes.

Me comprometo con el boicot a Israel

Aunque seguramente no sea suficiente. Prometo continuar los esfuerzos para boicotear a un Estado que comete tales crímenes. Sólo cuando la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol expulse a Israel, cuando la comunidad académica se niegue a tener lazo institucional alguno con Israel, cuando las líneas aéreas vacilen en volar allí y cuando cada grupo que pueda perder dinero a causa de una postura ética a corto plazo entienda que a largo plazo saldrá ganando tanto moral como financieramente, sólo entonces empezaremos a honrar vuestras pérdidas.

El movimiento por el boicot, la desinversión y las sanciones (BDS por sus siglas en inglés) ha conseguido muchos logros y prosigue con su incansable trabajo. Los obstáculos seguirán incluyendo la falsa acusación de antisemitismo y el cinismo de los políticos. Así es como una honorable iniciativa de los arquitectos británicos para obligar a sus colegas en Israel a adoptar una postura moral, en vez de seguir siendo cómplices en la criminal colonización de la tierra, fue bloqueada en el último momento. Iniciativas similares fueron saboteadas en otros lugares por políticos de chicha y nabo en Europa y en EEUU. Pero me comprometo a formar parte de los esfuerzos para superar esos obstáculos. El recuerdo de vuestros seres queridos será la fuerza que me impulse junto con la vívida memoria del sufrimiento de los palestinos en 1948 y desde entonces.

Matadero

Lo hago todo egoístamente. Realmente rezo y espero que en este momento horrible de vuestra vida en que los palestinos están en Shujaiya, Deir al-Balah o Ciudad de Gaza, contemplando el matadero creado por los aviones de combate, tanques y artillería israelíes, no perdáis la esperanza en la humanidad. Esta humanidad incluye incluso a los israelíes, a aquellos que no tienen el valor de hablar pero que manifiestan su horror en privado como dan fe mis desbordados buzones de correo y Facebook, así como el pequeño puñado que se manifiesta públicamente contra el genocidio en progresión en Gaza.

También incluye a aquellos que aún no han nacido pero que quizá puedan escapar a la maquinaria de adoctrinamiento sionista que les enseña, desde la cuna a la tumba, a deshumanizar a los palestinos hasta tal nivel que quemar vivo a un muchacho palestino de 16 años no logra conmoverlos ni destruir su confianza en su gobierno, ejército o religión.

Derrotado

Por el bien de ellos, el mío y el suyo, deseo que podamos también soñar con el día después, cuando el sionismo sea derrotado como ideología que gobierna nuestras vidas entre el río Jordán y el mar Mediterráneo y todos tengamos la vida normal que anhelamos y merecemos.

Por tanto, me comprometo hoy a que no me distraigan ni los amigos ni los dirigentes palestinos que todavía siguen cifrando sus esperanzas en la «solución de los dos estados«, liquidada hace tanto tiempo ya. Si uno tiene el impulso de implicarse en conseguir un cambio de régimen en Palestina, la única razón de hacerlo es para luchar por la igualdad de derechos humanos y civiles para todos y la restitución plena a todos aquellos que son y fueron masacrados por el sionismo, dentro y fuera de la amada tierra de Palestina.

Sea quien sea vuestro ser querido, que descanse en paz sabiendo que su muerte no fue en vano pero no porque vaya a ser vengado. No necesitamos más sangre. Todavía creo que existe una forma para acabar con los sistemas perversos con el poder de la humanidad y la moralidad.

Justicia significa también hacer que los asesinos que mataron a sus seres queridos y a tantos otros rindan cuentas ante los tribunales; debemos luchar por llevar a todos los criminales de guerra de Israel ante los tribunales internacionales.

Es un camino muy largo y en ocasiones incluso yo me siento tentado a formar parte de una fuerza que utilice un duro poder para poner fin a la inhumanidad. Pero me comprometo a trabajar por la justicia, por la justicia plena, por la justicia restaurativa.

Esto es lo que puedo prometer: trabajar para impedir la próxima fase de la limpieza étnica de Palestina y del genocidio de los palestinos en Gaza.

Ilan Pappe es profesor de historia y director del Centro Europeo de Estudios Palestinos de la Universidad de Exeter y autor de numerosos libros.

Fuente: http://electronicintifada.net/content/family-one-thousandth-victim-israels-genocidal-slaughter-gaza/13648