La próxima visita del Papa Benedicto XVI a Cuba, a partir del 26 de marzo, es una de las preocupaciones más inmediatas que tienen los líderes del geríatrico exilio cubano de Miami, aún bajo la visera de la USAID, la CIA, el Departamento de Estado y cuanta institución federal norteamericana siga soñando con recuperar el […]
La próxima visita del Papa Benedicto XVI a Cuba, a partir del 26 de marzo, es una de las preocupaciones más inmediatas que tienen los líderes del geríatrico exilio cubano de Miami, aún bajo la visera de la USAID, la CIA, el Departamento de Estado y cuanta institución federal norteamericana siga soñando con recuperar el poder perdido hace más de cincuenta años en la Isla.
También sus condotieros dentro de la ínsula caribeña están preocupados, pues la paga de abril está en juego. No consiguen «movilizar» las masas populares para que el Santo Padre llegue a un Caribe revuelto y furioso, como espejo de las recientes revueltas que conmovieron al Norte africano y al Cercano Oriente.
Armados de los más sofisticados medios tecnológicos y haciendo uso de las redes sociales, la caterva de mercenarios diseminados en puntos claves de la geografía cubana, tratan infructuosamente de cumplir a cabalidad las últimas órdenes recibidas en la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana (SINA). Erosionar la tranquilidad ciudadana, convulsionar a la ciudadanía y «convencer» al mundo, que se vive en medio de una situación insostenible. Esa es la misión de los «pacíficos» defensores de los derechos humanos.
La bloguera Yoani Sánchez, una de las piezas claves en esta operación desestabilizadora, lleva varios días inundando la red con sus «inofensivos» mensajes a través de Twitter. Su mensaje reiterado de: #cuba Twitter, los moviles, los blogs y redes sociales nos ayudaran a reportar desde la calle la vista de #PapaCuba @news_va_es, advierte que ya están listos los asalariados de la SINA para hacer su «propia» cobertura, con espacios asegurados en la gran prensa.
Solo un breve muestrario de sus últimos twitts: #cuba Yo creo que el #PapaCuba encontrara un pueblo ahogado en los problemas materiales, en la falta de expectativas y la ausencia de #DDHH; o algo así como: #cuba Seguimos atrapados en la falta de conectividad. Segun #RSF bajo un gobierno «enemigo de Internet», -las faltas ortográficas son de la «filóloga» multipremiada, no de este redactor- lo que evidencia que el guión diseñado para esta nueva campaña mediática contra el gobierno y el pueblo cubano, está diseñado y tiene luz verde desde Washington.
Para esta macabra y desleal empresa, Yoani no está sola. También se le ha unido el huelguista profesional Guillermo «Coco» Fariñas, todo un experto en hacer prolongados ayunos, que le han permitido salir de la dificil situación económica en que vivía, por ser alérgico al trabajo honrado, y de paso, saltar del provincianismo anónimo a las candilejas de los premios manipulados con la fuerza del dinero sucio.
El «Coco», que últimamente se pone camisas para salir en las fotos de los periódicos, en su demencial desfachatez protagónica, -algo que le ha traído serios conflictos con otros «líderes» disidentes que han visto temblar sus mesadas por los ataquitos del experto en carnavalezcas huelgas- se tomó la atribución de «organizar» la visita Papal, exigiéndole cinco acciones a Benedicto XVI durante su estancia en la Isla. Y por si fuera poco para este multiempleado -dice ser periodista, psicólogo, bibliotecario, y cuánto oficio ayude a crecer su cuestionable curriculum vitae-, tuvo la osadía de hablar a nombre de «todos los cubanos», aún cuando a él apenas lo reconocen en el barrio santaclareño donde descansa su vagancia habitual.
Las Damas de Blanco -con los bolsillos cargados de verdes dólares norteamericanos- tampoco podían faltar en la primera trinchera anticubana y su capitana, Berta Soler, que aún no termina de solucionar las crisis postvelorio con los dolientes de la finada Laura Pollán y continúa la controversia de los miles de dólares «desaparecidos» de las arcas de las callejeras señoras, toma pose de sufrida y maltratada y ruega al Papa, que atienda a su comitiva, con gladiolos incluidos, aunque sea un minuto.
Aunque la pretensión de Madame Soler es «exponer la crítica situación de los presos polìticos en la Isla», solo pide el minuto necesario para que los flashes resuenen y su imagen salga repetida cientos de veces en los periódicos destinados a denigrar y mentir acerca de la realidad cubana. Ese es el trabajo de estas señoras y sin lugar a dudas, lo saben hacer muy bien.
Lo triste de esta historia es que esta tropilla pagada y financiada desde las tierras del Norte, ya no sabe a qué patraña recurrir para conseguir la atención de las autoridades eclesiales, tanto en la isla como en el Vaticano, y según anuncian los pronósticos, se quedarán una vez más en la categoría de incumplidores en la emulación, sin alcanzar el preciado galardón de Mercenario Vanguardia.
Mientras Yoani, Fariñas, las Damas de Blanco y el resto de la maltrecha nómina de la SINA se desesperan ante la impotencia del no reconocimiento, Cuba y su pueblo, recibirá el próximo lunes 26, con afecto y respeto, al Papa Benedicto XVI, Sumo Pontífice de la Iglesia Católica y Jefe de Estado de la Santa Sede, como invitado del Gobierno y de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, según dejó conocer un reciente editorial publicado por el diario Granma.
Nuestro país se sentirá honrado en acoger a Su Santidad con hospitalidad y mostrarle el patriotismo, cultura y vocación solidaria y humanista de los cubanos, en que se sustentan la historia y la unidad de la Nación.
Esta visita papal a Cuba y México, será un reconocimiento a la dignidad de América Latina, desde donde Benedicto XVI abrazará a todo el continente americano, declaró este lunes en la capital azteca el padre Federico Lombardi, vocero de la Santa Sede, y si de dignidad se trata, entonces veremos algunos nombres desaparecer, ante la voz de un pueblo pobre, pero honrado, que sabe recibir con afecto a sus invitados.
Miguel Fernández es periodista cubano residente en Miami. Su blog: Cuba, la isla infinita.