Durante su visita a Cisjordania, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, presentó al presidente estadounidense Donald Trump un plan por el que los palestinos entregarían el 6,5% de su territorio a Israel, tres veces más de lo ofrecido anteriormente. El ofrecimiento excluye Jerusalén y consolida la propuesta del ex primer ministro israelí Ehud […]
Durante su visita a Cisjordania, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, presentó al presidente estadounidense Donald Trump un plan por el que los palestinos entregarían el 6,5% de su territorio a Israel, tres veces más de lo ofrecido anteriormente. El ofrecimiento excluye Jerusalén y consolida la propuesta del ex primer ministro israelí Ehud Olmert para un acuerdo de paz palestino-israelí, según informó a Middle East Eye un funcionario palestino próximo a la OLP.
«Por parte palestina se presentará [durante la reunión con Trump] una nueva propuesta que dista bastante de la que apoya la mayoría del pueblo palestino», refirió la fuente a MEE. «Es una visión basada en el intercambio de una buena parte de territorio palestino. […] Las conversaciones anteriores para un acuerdo palestino-israelí giraban en torno al intercambio del 1,9% del territorio pero ahora estamos hablando de más del triple».
En las fracasadas negociaciones de paz de 2008 durante la época de Olmert, Abbas ya rechazó una oferta que consistía en la retirada israelí casi total de Cisjordania a cambio de que Israel retuviera el 6.3% del territorio con el fin de mantener el control de los principales asentamientos judíos, según informó el periódico israelí The Times en 2015.
Abbas se reunió por primera vez con Trump en Washington a principios de mayo. Según el periódico israelí Haaretz, sería él quien habría sugerido a Trump que reiniciase las conversaciones de paz partiendo de la oferta del primer ministro Olmert en 2008. La noticia se ha conocido en el marco de la primera salida de Trump al extranjero que ha incluido las visitas a Israel, Palestina y Arabia Saudí, donde se ha convocado a dirigentes árabes de toda la región junto a miembros de la familia real saudí. En conferencia de prensa en Jerusalén, Trump ha ofrecido por primera vez detalles de su visión de la paz entre israelíes y palestinos.
Según una fuente del Ministerio de Asuntos Exteriores palestino, las conversaciones de paz fracasaron en 2008 porque la delegación palestina sólo aceptaba intercambiar un porcentaje de territorios mucho menor. «Discutimos la cuestión del intercambio de territorios ya en las negociaciones con Olmert», señalaba la fuente del Ministerio de Relaciones Exteriores. «Pero en el momento de las conversaciones de paz de 2008, los palestinos sólo aceptaron intercambiar entre 1-2% de territorio palestino, mientras que Olmert presionó para que fuera aproximadamente un 6,5%». Según el informe del israelí The Times, Olmert habría ofrecido compensar a los palestinos con tierras israelíes equivalentes al 5,8% de Cisjordania, además de un enlace con la Franja de Gaza, el otro territorio destinado a formar parte de un Estado palestino. La oferta rechazada también incluía que la Ciudad Vieja de Jerusalén quedase bajo control internacional.
En esta ocasión, sin embargo, Jerusalén, el asunto más controvertido de las discusiones anteriores, no forma parte de la propuesta supuestamente presentada por Abbas a Trump durante su visita, según el funcionario palestino cercano a la OLP manifestó a MEE.
Los palestinos reivindican que Jerusalén Oriental, ocupada por Israel junto con Cisjordania y la Franja de Gaza en 1967, ha de ser la capital de cualquier futuro Estado palestino. Israel, que anexionó Jerusalén Oriental tras ocuparla, declaró unilateralmente en 1980 la «reunificación» de Jerusalén y la nombró su capital. La comunidad internacional no ha reconocido nunca ninguna de las dos medidas.
La promesa que hizo Trump durante su campaña presidencial de trasladar la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén viene a complicar aún más las discusiones sobre Jerusalén en el contexto de un acuerdo palestino-israelí. Tras la toma de posesión de Trump, Abbas le advirtió que trasladar la embajada tendría «un impacto desastroso en el proceso de paz así como para la solución de dos Estados y para la estabilidad y la seguridad de toda la región».
El proceso de paz
Los palestinos han promovido un acuerdo negociado que cumpla los términos establecidos en la Iniciativa de Paz Árabe, una propuesta de 2002 respaldada por la Liga Árabe que reclamaba la retirada de Israel de Cisjordania y Jerusalén Oriental. Pero los miembros de la dirección palestina creen que la visita de Trump no servirá para nada. «La cuestión no radica en Trump o en Obama ni en el presidente de la AP, Abu Mazen, la cuestión es que Israel no quiere retirarse de Cisjordania y Gaza ni poner fin a la ocupación», según Awni al-Mashni, miembro del movimiento Fatah, facción mayoritaria en la AP. Al Mashni señala que independientemente de los detalles de esta nueva propuesta, cualquier iniciativa para retirarse de Cisjordania y Gaza está condenada al fracaso porque los dirigentes israelíes rechazan este paso.
«El clima político actual no favorece ninguna solución; el gobierno israelí es más extremista que ningún otro y no responderá a ninguna iniciativa», dijo Mashni.
Durante un importante discurso político en diciembre de 2016, el entonces secretario de Estado estadounidense, John Kerry, criticó al gabinete del primer ministro Benjamin Netanyahu y describió a su gobierno de coalición como «el más derechista de la historia de Israel». Aunque Netanyahu ha manifestado su compromiso en una solución de dos Estados, los observadores internacionales (Kerry incluido) ya manifestaron que lo que la agenda del gobierno israelí promueve es la solución de un solo Estado con la intención de crear «el Gran Israel». Kerry se refirió a ello mientras Israel construía nuevos bloques de asentamientos en Cisjordania ocupada en violación de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU aprobada en diciembre de 2016.
El periodista y analista político de Jerusalén Rasim Abedat sostiene ante MEE que hay pocas expectativas de que Trump presione para favorecer un acuerdo que satisfaga a los palestinos porque los intereses de Estados Unidos e Israel en la región confluyen ahora más que nunca. «En la reunión entre Trump y Netanyahu a principios de año no se planteó discusión alguna sobre una solución de dos Estados y ese es exactamente el objetivo de Netanyahu: poner fin a cualquier conversación sobre el asunto», dijo Abedat.
El objetivo de un Estado palestino independiente en Cisjordania se prestó a confusión cuando en el curso de la visita de Netanyahu a la Casa Blanca el 15 de febrero, Trump afirmó que aunque estaba comprometido con un acuerdo de paz «verdaderamente importante» ni estaba a favor de un Estado palestino ni contra la «solución de un solo Estado» para el conflicto israelí-palestino.
Al mismo tiempo, varios dirigentes palestinos creen que el enfoque personalista adoptado por Abbas lo ha distanciado del pueblo palestino hasta el punto de no representarlo ya. «La AP afronta una crisis interna y padece un bajo nivel de confianza por parte del pueblo palestino. Lo único que la ha mantenido a flote es que paga los salarios de decenas de miles de funcionarios», dijo Abedat a MEE.
Según el miembro de Fatah al Mashni, esta falta de representatividad invalidará cualquier movimiento de Abbas. «Dudo que Abu Mazen acepte un acuerdo, y aunque lo haga, el pueblo palestino no renunciará a Jerusalén ni aceptará el mantenimiento de la ocupación», señala a MEE.
Una coalición árabe
En lugar de llegar a un acuerdo sobre el conflicto palestino-israelí, son muchos los observadores que consideran que el asunto principal en la agenda de la visita regional de Trump es la formación de una coalición árabe que favorezca la normalización de las relaciones entre Israel y sus vecinos árabes.
«Trump ha venido con un plan para toda la región cuyo objetivo es la normalización de relaciones entre palestinos e israelíes, por un lado y entre los israelíes y el resto de los árabes, por otro», sostiene el funcionario palestino. «El objetivo principal de esta visita es establecer una coalición árabe liderada por Arabia Saudí para combatir a Irán, Siria y Hezbolá». Son varios los Estados del Golfo que ya han ofrecido un acuerdo para normalizar las relaciones con Israel si éste toma medidas para reanudar las conversaciones de paz con los palestinos, según informes de la semana pasada.
The Wall Street Journal ha publicado que varios Estados del Golfo ya están preparados para establecer líneas de telecomunicaciones entre sus países e Israel, para abrir negociaciones comerciales y para permitir que los aviones sobrevuelen su espacio aéreo. A cambio, Israel tendría que congelar la construcción de asentamientos en Cisjordania y relajar las restricciones comerciales con la Franja de Gaza.
Las propuestas para la normalización de relaciones con Israel se esbozaron en un documento no publicado compartido por varios Estados árabes y que ha obtenido The Wall Street Journal. El documento, según ese periódico, viene a demostrar el compromiso y el alineamiento de los Estados del Golfo con la política exterior de Trump, quien ha insistido en su deseo de trabajar con los Estados árabes para forjar un acuerdo de paz en Oriente Próximo.
MEE se ha dirigido al ministro del Consejo Económico Palestino para el Desarrollo y la Reconstrucción (PECDAR) y miembro del comité central de Fatah, Muhamed Shtayye, pero se ha negado a hacer comentarios. El periodista y analista político Abedat sostiene que Israel y Trump podrían usar esta coalición también para «presionar a la dirección palestina y que acepte un acuerdo que excluiría la solución de dos Estados». Mashni coincide: «Muchos gobiernos árabes piensan que la causa palestina ha sido un obstáculo para la formación de esa coalición árabe así que están buscando la manera de evitarlo». Sin embargo, haciéndose eco de la mayoría de los palestinos, Mashni insiste en que «aunque Abbas haya acordado renunciar a Jerusalén, nadie podrá imponer nada al pueblo palestino; el pueblo palestino no permitirá que eso suceda. Abbas tiene la batalla perdida. Espero que no se haya comprometido a nada con Trump» dice el funcionario.
Fuente: http://www.middleeasteye.net/news/abbas-propose-unprecedented-land-exchange-israel-during-trump-visit-703500509