Activistas por los derechos de las personas LGBTIQ (lesbianas, gays, bisexuales, trans, intersexuales, queers) en Cuba proponen incluir el respeto a la diversidad sexual en los fundamentos políticos de la nación. El Consenso respecto al proyecto de Constitución de la República redactado por un grupo de activistas LGBTIQ se suma a los debates de la […]
Activistas por los derechos de las personas LGBTIQ (lesbianas, gays, bisexuales, trans, intersexuales, queers) en Cuba proponen incluir el respeto a la diversidad sexual en los fundamentos políticos de la nación.
El Consenso respecto al proyecto de Constitución de la República redactado por un grupo de activistas LGBTIQ se suma a los debates de la reforma constitucional que vive la nación del Caribe.
El documento reconoce la reivindicación de derechos del colectivo LGBTIQ en el proyecto de carta magna, ofrece alternativas al orden heteropatriarcal vigente en algunos artículos y propone ampliar los Fundamentos políticos de la nación que aparecen en el Título I.
Conscientes de que «la sexualidad es política y no se restringe al ámbito de la familia ni se circunscribe únicamente a las cuestiones inherentes al derecho de igualdad», el Consenso plantea explicitar en ese texto que el «Estado trabaja para asegurar el desarrollo pleno de la sexualidad humana, creando las condiciones y el marco jurídico que asegure a cada persona la posibilidad de disfrutar su sexualidad y expresar libremente su orientación sexual e identidad de género, excluyendo de este derecho toda forma de coerción, explotación y abusos sexuales en cualquier tiempo y situación de la vida.»
El documento, que circula en la web desde el 27 de agosto, incluye cinco de las 63 demandas que conforma la Agenda por los derechos de lesbianas, gays, bisexuales, trans, intersexuales y queers en Cuba, dada a conocer en mayo de 2018.
La iniciativa forma parte -junto a otras acciones, debates y voces- de la plataforma #AcciónLGBTIQba definida como «un punto de partida totalmente autónomo, pero no cerrado, de manera que las energías puedan confluir en un empeño que es de muchos y muchas».
El primero de los puntos presentes en el Consenso es la inclusión en el texto constitucional de «la orientación sexual y la identidad de género como causales de discriminación en los artículos 42 y 43, relacionados con el derecho a la igualdad».
Quienes firman el Consenso también consideran «un avance significativo» la definición del matrimonio en el artículo 68 como «la unión voluntariamente concertada entre dos personas con aptitud legal para ello». Este es uno de los cambios más debatidos en el país y da respuesta a años de activismo por los derechos de gays y lesbianas.
Para garantizar y ampliar estos artículos, quienes firman el Consenso proponen la modificación de las leyes vigentes en el país, específicamente el Código de Familia, el Código Penal y la Ley del Registro Civil.
No descartan tampoco la posibilidad de nuevas leyes y demandan a la Asamblea Nacional del Poder Popular, órgano legislativo en Cuba, la sanción de una Ley de igualdad y no discriminación, donde «se definan las causales de discriminación, se tipifique el crimen de odio, entre otros aspectos».
El acceso de las personas trans a los servicios de salud se suma a las alertas sobre los derechos humanos de estos colectivos.
«Entendemos que la modificación que aparece en el Artículo 83 referida a que ´la ley define el modo en que los servicios de salud se prestan´, no debe ser utilizada para establecer un precio a los servicios de atención, protección y recuperación que demanden las personas para adecuar su cuerpo a la identidad de género autopercibida», refiere el documento.
Garantizar los derechos individuales y colectivos es uno de los pasos para superar el sistema heteropatriarcal, por eso el Consenso habla también sobre el enfoque heterosexista presente en el proyecto de Constitución que se debate en el país desde el pasado 13 de agosto.
La persistencia de un lenguaje sexista y heteronormativo en el texto constitucional ha sido objeto de crítica en las redes sociales y la iniciativa LGBTIQ se suma a los reclamos de un lenguaje inclusivo coherente con el principio de no discriminación.
El grupo de activistas y especialistas que dieron cuerpo al documento representan la diversidad del activismo LGBTIQ cubano y la voluntad común de luchar por sus derechos y por una sociedad más inclusiva.
«Teniendo en cuenta que el Proyecto de Constitución de la República no solo debe responder a las demandas de la ciudadanía LGBTIQ, comunicamos nuestra disposición para dialogar con otros colectivos y activistas, así como la voluntad de acompañar e impulsar aquellas propuestas o demandas que contribuyan a hacer de Cuba un mejor país. Un país construido desde la pluralidad, la inclusión y el respeto a las diferencias», concluyen quienes suscriben el Consenso.