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Al gato y al ratón

Fuentes: Al Ahram Weekly

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

Hamas ha estado enviando señales mostrando su voluntad de ayudar, o al menos de no poner impedimentos, a los esfuerzos encabezados por EEUU que tratan de resolver el conflicto israelo-palestino y crear un estado palestino en los territorios ocupados por Israel en 1967.

La semana pasada, el Primer Ministro palestino Ismail Haniyeh, con sede en Gaza, mantuvo un «cordial encuentro» con el ex presidente estadounidense Jimmy Carter que se encontraba de visita en la Franja. Carter recorrió todo el territorio costero, inspeccionando el desastre provocado por Israel durante la masacre desatada contra el asediado enclave.

Haniyeh le dijo a Carter que Hamas no trataría de impedir ni de frustrar cualquier esfuerzo auténtico que intentara poner fin a la ocupación israelí y conseguir la paz. «Somos el pueblo del mundo que lleva más años de sufrimiento. Nos han asesinado, mutilado, humillado y arrasado a diario. Por tanto, no hay nadie que anhele tanto la paz como nosotros. Pero ha de ser una paz digna, basada en la justicia y en los derechos humanos», dijo Haniyeh a través de un intérprete. «Decimos esto porque para que la paz sea verdadera y duradera, tiene que estar basada en la justicia».

En Damasco, el jefe del politburó de Hamas, Khalid Mashaal, se manifestó en un tono similar, diciendo que Hamas estaba dispuesta y deseando dar una oportunidad a los esfuerzos estadounidenses para poner fin a la ocupación israelí de cuarenta y dos años de duración.

Según se ha informado, Mashaal dijo a diplomáticos occidentales no identificados que Hamas nunca desbarataría auténticas negociaciones de paz entre la Autoridad Palestina, con sede en Ramallah, e Israel si quedara claro que dichas negociaciones conducen al punto final de la ocupación israelí y a la creación de un estado palestino en el cien por cien de Cisjordania y Jerusalén Este.

Mashaal fue duramente criticado por pronunciar un discurso el 25 de junio en el que manifestó que presentaría «nuevos gestos» hacia la administración de Obama. Según fuentes de Hamas, Mashaal podría declarar que Hamas daría un plazo de seis meses o incluso de un año al presidente estadounidense para que consiga que Israel ponga fin a su ocupación en Cisjordania, Jerusalén Este y la Franja de Gaza. Es también probable que Mashaal declare que Hamas evitará desplegar ataques de la resistencia contra Israel durante ese período siempre que Israel mantenga la misma reciprocidad, lo que debe incluir el claro compromiso israelí de acabar con el bloqueo de dos años contra la Franja de Gaza.

Además, se espera que Mashaal manifieste su desprecio ante el discurso ofrecido por el Primer Ministro israelí el pasado 14 de junio. En ese discurso, Netanyahu impuso condiciones tan draconianas que tan sólo permitirían que el futuro estado palestino tuviera de tal la forma pero sin contenido alguno. El premier israelí declaró que Israel seguiría teniendo un estrecho control de las fronteras, de los cruces de frontera, del espacio aéreo, de las relaciones exteriores, de los recursos acuíferos y de las telecomunicaciones del supuesto estado palestino. Dijo también que Israel mantendría su ocupación sobre Jerusalén Este, y puso de manifiesto su rechazo a permitir que los refugiados retornen a sus hogares en lo que hoy es Israel. También afirmó que los palestinos tendrían que reconocer que el millón y medio de ciudadanos palestinos de Israel no tienen un derecho permanente a vivir en su patria ancestral.

Israel ha venido adoptando algunas medidas simbólicas para suavizar su inmisericorde asedio sobre la Franja de Gaza. Sin embargo, fuentes internacionales y palestinas se han quejado de que Israel sigue prohibiendo que entren en Gaza la mayor parte de los productos básicos de consumo, al parecer para presionar a Hamas de que haga concesiones con respecto a Gilad Shalit, el soldado de la ocupación israelí tomado prisionero hace casi tres años por los combatientes de la resistencia palestina.

Israel se ha negado también a permitir que llegue a la Franja de Gaza material de construcción, lo que significa que la reconstrucción de Gaza está lejos de ponerse en marcha, al menos en un futuro inmediato.

Hay varias razones tras la «deriva moderada» de Hamas. Hamas confía en conseguir un paquete completo a cambio de su positiva postura. Según fuentes bien informadas de Gaza, el liderazgo del movimiento confía en que Occidente, especialmente la administración Obama, levantará o al menos aliviará sustancialmente sus sanciones contra Hamas.

La anterior administración Bush adoptó un enfoque restrictivo y manifiestamente hostil hacia Hamas, clasificando al grupo de la resistencia como organización terrorista y criminalizando cualquier contacto con el gobierno de Hamas, a pesar del hecho de que fue elegido en unas elecciones justas y transparentes que se celebraron a instancias de Washington.

Sin embargo, el Presidente Obama, en su histórico discurso al mundo musulmán en El Cairo a primeros de mes, habló en términos relativamente indulgentes sobre Hamas.

Se está extendiendo la creencia de que la administración Obama no va a insistir más en que Hamas debe reconocer a Israel como condición previa para cualquier contacto entre EEUU y el movimiento islámico palestino.

Además, Hamas confía en que un cierto acercamiento a EEUU y Occidente pueda también presionar al régimen de la AP en Ramallah para que abandone ya sus esfuerzos por aislar el movimiento. Esta semana, según se ha informado, el presidente de la AP, Mahmoud Abbas, ordenó que se liberara a cientos de prisioneros políticos afiliados a Hamas que se encuentran en las cárceles de la AP en Cisjordania.

Sin embargo, Abbas no mencionó cuándo se iba a poner en práctica la decisión y si la misma afectaría a todos los prisioneros, estimados en ochocientos, incluyendo la flor y nata del liderazgo civil e intelectual de Hamas en Cisjordania.

No es precisamente una decisión fácil de ejecutar. Al parecer, las agencias de seguridad de la AP se resisten a la decisión intensificando las redadas contra simpatizantes y seguidores de Hamas.

Según fuentes de Hamas, más de setenta leales a Hamas han sido acosados por varias agencias de seguridad de la AP desde que el 21 de junio se tomó la decisión. Además, algunas páginas de Internet palestina han informado que el general estadounidense Keith Dayton, que supervisa el entrenamiento y constitución de las fuerzas de la seguridad palestinas en Cisjordania, ha informado a Abbas de su oposición a que se libere a los seguidores de Hamas.

Finalmente, Hamas confía en que todos estos futuros desarrollos puedan crear las condiciones que conduzcan a un acuerdo para un intercambio de prisioneros con Israel mediante el cual cientos de prisioneros políticos y de la resistencia palestina, incluyendo al dirigente encarcelado de Fatah Marwan Al-Barghouti y a los políticos y diputados cautivos pertenecientes a Hamas, a cambio de que Hamas libere al soldado Shalit.

Hay otro elemento importante que contribuye a la campaña de moderación de Hamas. Los dirigentes de Hamas, que representan la fuerza motriz de la clase política palestina, están convencidos de que los actuales dirigentes israelíes no tienen voluntad alguna de dar pasos importantes hacia la paz. Para encubrir su verdadero discurso, que se basa en la prevaricación y en malabarismos verbales, es probable que el gobierno israelí continúe haciendo invocaciones a la paz e instando a reanudar las negociaciones de paz con los palestinos por una mera cuestión de relaciones públicas.

De ahí que Hamas piense que es importante y conveniente dar determinados pasos inocuos, que no contradicen sus principios de siempre y líneas rojas, tales como reconocer a Israel, para desenmascarar al estado sionista y demostrarle a la comunidad internacional, especialmente a EEUU, que Israel, no los palestinos, ni siquiera Hamas, es la parte que impide los esfuerzos de paz.

Y hay más, es probable que la percibida moderación de Hamas sirva para animar y fortalecer la posición de Mahmoud Abbas frente al Primer Ministro israelí Benjamin Netanyahu. Netanyahu ha estado utilizando el enfrentamiento entre Hamas y Fatah como una especie de cortina de humo para desviar la atención del rechazo israelí a la solución de los dos estados y también de la continuada expansión de los asentamientos judíos.

Esta semana, el Ministro de Defensa israelí Ehud Barak aprobó la construcción de al menos 200 unidades de casas prefabricadas para colonos en Cisjordania. Se cree que la decisión trata de comprobar la reacción del Presidente Obama frente a la cuestión de los asentamientos.

El 22 de junio, EEUU reafirmó su oposición a la expansión de asentamientos, incluso en Jerusalén Este. Sin embargo, queda por ver si, y en qué momento, EEUU traducirá su declarada oposición respecto a la cuestión en medidas políticas tangibles.

Enlace con texto original: http://weekly.ahram.org.eg/2009/953/re6.htm