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Discurso de la delegada de Cuba en el Consejo de Derechos Humanos de NNUU

Algunos países occidentales pretenden transformal al Consejo de Derechos Humanos en un tribunal inquisidor contra los países del Sur

Fuentes: Misión Permanente en Ginebra

DISCURSO DE MARIA DEL CARMEN HERRERA CASEIRO, DELEGADA DE CUBA, EN EL TEMA 4 «SITUACIONES QUE REQUIEREN LA ATENCION DEL CONSEJO» 14 SESION DEL CONSEJO DE DERECHOS HUMANOS. GINEBRA, 8 DE JUNIO DE 2010. Sr. Presidente La eliminación de la desacreditada Comisión de Derechos Humanos – plagada de politización y dobles raseros -, y el […]

DISCURSO DE MARIA DEL CARMEN HERRERA CASEIRO, DELEGADA DE CUBA, EN EL TEMA 4 «SITUACIONES QUE REQUIEREN LA ATENCION DEL CONSEJO» 14 SESION DEL CONSEJO DE DERECHOS HUMANOS. GINEBRA, 8 DE JUNIO DE 2010.

Sr. Presidente

La eliminación de la desacreditada Comisión de Derechos Humanos – plagada de politización y dobles raseros -, y el establecimiento de este Consejo, sustentó la esperanza de que se abriría paso a la cooperación internacional, como la única vía para promover y proteger efectivamente los derechos humanos.

Con profunda decepción, apreciamos hoy el actuar hipócrita de varios países occidentales que, nostálgicos del pasado, se empeñan en reeditar nocivas prácticas. Pretenden imponer un tema 4 a imagen y semejanza del antiguo tema 9. Su interpretación de que las «situaciones de derechos humanos que requieren la atención del Consejo» son sólo aquellas que ocurren en los países del Sur, se sustenta en sus delirios hegemónicos y en el afán de ocultar y extender impunidad a las violaciones masivas y flagrantes de los derechos humanos que ocurren en sus propios países y las que cometen contra toda la humanidad.

Estos países occidentales lamentan cínicamente una supuesta debilidad del Consejo para considerar situaciones de países. Reforzar la capacidad del órgano para la manipulación selectiva de dichas situaciones se ha convertido en una verdadera obsesión para ellos, de cara al proceso de revisión del Consejo.

¿Quién puede validar con justicia la doctrina de que las «situaciones que requieren la atención del Consejo» corresponden exclusivamente a situaciones de países?

¿Por qué volver a los vicios de la manipulación política y los dobles raseros que todos prometieron dejar atrás al establecer el Consejo?

¿Con qué derecho algunos países occidentales pretenden transformar al Consejo de Derechos Humanos en un nuevo tribunal inquisidor contra los países del Sur, que al propio tiempo garantice impunidad a las más aberrantes violaciones de derechos humanos cometidas desde el ejercicio del poder con pretensiones hegemónicas por algunos países del Norte?

Sr. Presidente

Hemos escuchado en este debate, la reiteración de trasnochados discursos de un imperio decadente – aunque aún muy agresivo – y de antiguas potencias colonialistas venidas a menos. Algunos de ellos, como Estados Unidos, buscan desviar la atención de las atrocidades que ellos han cometido dentro y fuera de sus fronteras.

Los Estados Unidos han enunciado una larga lista de países, todos del Sur; pero son incapaces de reconocer las graves violaciones de los derechos humanos que ese país comete contra los migrantes en su territorio y contra civiles inocentes en las guerras de agresión que desata. No han dicho ni una sola palabra de las torturas, las desapariciones forzadas y las ejecuciones extrajudiciales que Estados Unidos ha perpetrado con el burdo pretexto de la guerra contra el terrorismo.

Seguro escucharemos también a algún que otro país arrogante nostálgico del pasado, posiblemente Suecia, Alemania, Holanda y la República Checa, que son los mismos que encubren las brutalidades e ignominias cometidas en Abu Ghraib, Bagram, Guantánamo y otros centros de tortura y muerte, y que extienden un manto de impunidad a los responsables de tales actos. Son los que siguen sin responder, especialmente en Europa, por la participación y complicidad en los secuestros, torturas y vuelos secretos de la CIA, y por haber acogido, alguno de ellos, cárceles clandestinas.

Son, en fin, los que defienden un enfoque de derechos humanos que se ajuste a sus mezquinos intereses políticos de dominación.

Muchas gracias