Traducido por Alma Allende
El viceprimer ministro turco, Bulent Arinç, ha excluido toda intervención extranjera en Siria, también por parte de Turquía, nueve mese de represión contra la revuelta popular. «Estamos completamente en contra de toda intervención en Siria y rechazamos cualquier operación que implique a Turquía contra este país», dijo ayer jueves a los periodistas, según la cadena de información CNN-Türk.
«Algunos países dicen que Turquía va a intervenir en Siria; es absolutamente falso (…). Está fuera de cuestión el envío de soldados o una intervención turca en Siria. Tampoco permitiremos intervenir a otros países», dijo Arinç, portavoz del gobierno.
Según sus declaraciones, una intervención tendría gravísimas consecuencias en la región. Turquía ha adoptado una posición de firmeza contra su vecino y antiguo aliado. El primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, exhortó el martes al presidente sirio Bachar Al-Assad a abandonar el poder.
ZONAS TAPON
Por lo demás, Turquía tendría que reflexionar en torno a la idea de crear «zonas tapón», es decir, una zona de exclusión aéres en la frontera entre los dos países para evitar una masiva afluencia de población en el caso de una intervención militar siria en una zona próxima a Turquía.
Turquí acoge en estos momentos a unos 7000 opositores sirios que huyen del conflicto en su país. Entre ellos se encuentra Riad Al-Asaad, un coronel del ejército sirio que encabeza un grupo de desertores, el Ejército Libre de Siria. Ankara ha tomado distancias frente a este movimiento, aunque a cambio se ha presentado como un santuario para el Consejo Nacional Sirio, que reune a una buena parte de la oposición siria.