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Arabia Saudí arresta a docenas de activistas y clérigos destacados

Fuentes: Jadaliyya Reports

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández.

Las autoridades saudíes han arrestado a docenas de personas, entre ellas varios clérigos prominentes, en lo que parece ser una represión coordinada contra la disidencia, según ha manifestado hoy Human Rights Watch. La campaña se produce tres meses después de que Mohammad bin Salman se convirtiera en príncipe heredero en junio de 2017.

Los arrestos de Salman al-Awda, Awad al-Qarni y más de una docena de activistas desde el 10 de septiembre son los últimos de la campaña de represión en curso contra los disidentes en Arabia Saudí, incluyendo pacifistas, periodistas y escritores. Un destacado escritor, Jamal Khashoggi, anunció que su periódico, Al-Hayat, le había prohibido que escribiera columnas de opinión de forma regular.

«Estos arrestos, al parecer políticamente motivados, son otro signo de que Mohammad bin Salman no tiene realmente interés en mejorar los antecedentes de su país respecto a la libertad de expresión y el imperio de la ley», dijo Sarah Leah Whitson, directora para Oriente Medio de Human Rights Watch. «Los supuestos esfuerzos de los saudíes para combatir el extremismo parecen demostrar que lo único que al gobierno le interesa es encarcelar a la gente por sus opiniones políticas».

Un anuncio de la Saudi Press Agency del 12 de septiembre pareció confirmar los arrestos, afirmando que la presidencia de la Seguridad del Estado, la nueva agencia de contraterrorismo del país, había estado trabajando «para controlar las actividades de inteligencia de un grupo de personas en beneficio de partidos extranjeros contra la seguridad del reino y sus intereses, metodología, capacidades y paz social, a fin de provocar la sedición y predisponer contra la unidad nacional». Dijo que en el grupo figuraban tanto saudíes como extranjeros.

Al-Awda y al-Qarni eran destacados miembros del «Movimiento Sahwa» de los primeros años de la década de 1990, que criticó la decisión de Arabia Saudí de permitir la presencia del ejército estadounidense en el país para protegerles de una potencial invasión iraquí. Las autoridades encarcelaron a al-Awda de 1994 a 1999. A partir de 2011, al-Awda está luchando por una democracia más consistente y por la tolerancia social. Al-Qarni anunció en marzo que las autoridades le habían prohibido escribir tras condenarle por promover desórdenes públicos.

Reuters informó que los mencionados clérigos no habían apoyado suficientemente las políticas saudíes, entre ellas el aislamiento de Qatar por parte de Arabia Saudí, los EAU y Egipto. The Wall Street Journal informó que los arrestos pueden estar relacionados con la preparación por las autoridades saudíes de la abdicación del rey Salman a favor de Mohammad bin Salman, su hijo.

Aunque las autoridades saudíes no han revelado las razones específicas de las detenciones, se ajustan al patrón de violaciones de los derechos humanos contra pacíficos activistas y disidentes, incluyendo acoso, intimidación, campañas de difamación, prohibiciones de viajar, detenciones y procesamientos.

Khashoggi se ha enfrentado ya en el pasado a la prohibición de escribir. La más reciente se produjo en noviembre de 2016, después de que la Saudi Press Agency afirmara que Khashoggi no representa al gobierno saudí tras haber criticado a Donald Trump en una presentación que hizo el 10 de noviembre en Washington DC.

Desde 2011, los tribunales saudíes han condenado al menos a 25 destacados activistas y disidentes. Muchos tuvieron que hacer frente a sentencias de hasta diez o quince años y la mayoría soportó todo tipo de acusaciones generales diseñadas para criminalizar la disidencia pacífica. Entre ellas «romper la lealtad con el gobernante», «sembrar la discordia», «incitar a la opinión pública», «establecer una organización sin licencia» y vagas disposiciones de la ley de 2007 sobre ciberdelincuencia.

Desde 2014, las autoridades saudíes han juzgado a casi todos los disidentes pacifistas en el Tribunal Criminal Especializado, el tribunal para casos de terrorismo de Arabia Saudí.

Las autoridades han arrestado y procesado a casi todos los activistas relacionados con la Asociación Saudí de Derechos Políticos y Civiles (ACPRA, por sus siglas en inglés), una de las primeras organizaciones cívicas de Arabia Saudí, que pedía una amplia reforma política en la interpretación de la ley islámica. Un tribunal saudí disolvió formalmente y prohibió al grupo en marzo de 2013. Los miembros se enfrentaron a vagas acusaciones similares, incluyendo la de desacreditar e insultar a las autoridades judiciales, de incitar a la opinión pública, de insultar a los líderes religiosos, participar en la fundación de una organización sin licencia y violar la ley contra la ciberdelincuencia.

Entre los activistas y disidentes saudíes que en la actualidad cumplen largas sentencias de cárcel en base únicamente a su activismo pacífico se incluyen Walid Abu al-Khair, Mohammed al-Qahtani, Abdullah al-Hamid, Fadhil al-Manasif, Sulaiman al-Rashudi, Abdulkarim al Khodr, Fowzan al-Harbi, Raif Badawi, Saleh al-Ashwan, Abdulrahman al-Hamid, Zuhair Kutbi, Alaa Brinji y Nadhir al-Majed. En estos momentos están siendo procesados Issa al-Nukheifi e Isam Koshak. A finales de julio pasado, una corte de apelación saudí confirmó una condena de ocho años de prisión contra Abdulaziz al-Shubaily. Mohammed al-Oteibi y Abdullah Atawi están siendo juzgados por formar una organización por los derechos humanos en 2013.

«Las grotescas sentencias contra activistas y disidentes pacíficos demuestran la total intolerancia de las autoridades saudíes respecto a los ciudadanos que se manifiestan a favor de los derechos humanos y las reformas», dijo Whitson.

 

Fuente: http://www.jadaliyya.com/pages/index/27143/report-by-human-rights-watch-on-saudi-arabia_promi  

Esta traducción puede reproducirse libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a la fuente original, a la traductora y a Rebelión.org como fuente de la misma.