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Artur Mas no será el futuro presidente de la Generalitat de Catalunya

Fuentes: Rebelión

Para Pietro Ingrao, in memoriam et ad honorem. Pidió la luna y luchó por ella como pocos. «Junts pel sí», con 62 diputados (los mismos que consiguió CiU en 2010 con menor participación electoral) y sin mayoría absoluta, no podrá formar gobierno sin el apoyo explícito, no valdrá la abstención, de las CUP. En estas […]

Para Pietro Ingrao, in memoriam et ad honorem. Pidió la luna y luchó por ella como pocos.

«Junts pel sí», con 62 diputados (los mismos que consiguió CiU en 2010 con menor participación electoral) y sin mayoría absoluta, no podrá formar gobierno sin el apoyo explícito, no valdrá la abstención, de las CUP.

En estas circunstancias, ¿podrá ser el hijo político del ex molt honorable el candidato a la presidencia? No, no podrá serlo.

En la noche del pasado domingo Antonio Baños, el presidenciable de las CUP, lo dejó meridianamente claro, sin aristas oscuras o ambivalentes: su organización no apoyará en ninguna circunstancia la investidura de Artur Mas si bien, apuntó, hay más nombres en la coalición vencedora, en «Junts pel si». Añadió: el problema no es de las CUP sino de «Junts pel sí».

¿Y quiénes podrían estar entre esos nombres en sustitución de Artur Mas? ¿Junqueras, Forcadell, Eduardo Reyes, Muriel Casals, Germà Bel, Oriol Amat, Lluís Llach, Josep Guardiola, Montserrat Carulla,…?

No será fácil encontrar un nombre adecuado que pueda ser apoyado por un partido de la izquierda comunistas de los Países Catalanes, y más teniendo en cuenta lo que apenas ha sido comentado en esta campaña centrada básicamente en el tema-monotema: la política económica ultra-neoliberal, la política represiva de Puig y sucesores, la marginación y maltratado de los sectores sociales más vulnerables, la intoxicación invivible de los medios de «información» públicos,… de los anteriores gobiernos de la Generalitat (algunos de ellos, como se recuerda, han contado con el apoyo explícito de ERC y, en otros momentos, del PP). Algunos sonados casos de corrupción han sido denunciados por regidores de las CUP (sea dicho, desde luego, en su honor).

¿Y entonces qué, qué otros escenarios son posibles si no hay ningún nombre? Un adelanto electoral (las cuartas elecciones en apenas 5 años) o la formación de un nuevo gobierno con nuevos condimentos: ERC, CUP, independientes y… ¿Catalunya sí que es pot?

Imposible: lo que no puede ser no puede ser y además es imposible. A la campaña y a los compromisos adquiridos ante la ciudadanía me remito.

Me olvidaba. La suma de los partidos o coaliciones que no han roto abiertamente con el neoliberalismo realmente existente alcanza la cifra de 114 diputados en el Parlamento catalán, más del 80%. ¡Lo nunca visto en estas tierras del Ebro! ¡La lucha final, sabido es, nunca ha sido lo nacional ni lo identitario!

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.