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Presentación en Madrid de la FECU

Asociaciones cubanas denuncian la creación de un nuevo grupo al servicio del Partido Popular y la ultraderecha de Miami

Fuentes: Rebelión

El pasado 19 de noviembre fue presentado en Madrid el enésimo intento de aglutinar al caótico, y siempre enfrentado, «exilio cubano». En esta ocasión la organización creada, Federación Española de Asociaciones Cubanas (FECU), se presentó desde sus inicios con un interés premeditado por confundir y engañar. Algo que se puede comprobar desde su propio nombre. […]

El pasado 19 de noviembre fue presentado en Madrid el enésimo intento de aglutinar al caótico, y siempre enfrentado, «exilio cubano». En esta ocasión la organización creada, Federación Española de Asociaciones Cubanas (FECU), se presentó desde sus inicios con un interés premeditado por confundir y engañar. Algo que se puede comprobar desde su propio nombre.

Aunque en el acto de presentación sus impulsores aseguraron que su intención era la de «unir a las organizaciones anticastristas del exilio en España, y también a entidades culturales, humanitarias y a inmigrantes sin vínculos políticos», un día después el secretario general de la FECU, Ernesto Gutiérrez Tamargo, explico a Encuentro en la Red que la organización ha establecido nexos con grupos del exilio en Estados Unidos, que tienen «un papel fundamentalmente de apoyo», y llevará entre sus fines fundamentales el respaldo a las organizaciones de la disidencia interna cubana.

¿Española o no?

FECU dijo «englobar en una sola voz y por primera vez al 90% de las organizaciones cubanas en nuestro país», según se afirmaba en El Mundo, y mostró su intención de «integrar a inmigración cubana en España». Sin embargo, con su sentido restrictivo del término «organizaciones cubanas» ha dejado fuera de su universo a cuantas no comulgan con su ideología ultraderechista y sectaria, pues numerosas asociaciones de cubanos ya se han expresado en contra de este nuevo engendro creado para inmiscuirse en la política interna cubana y desestabilizar el sistema socialista de gobierno.

Incluso parece no contar, ni siquiera, con las de su órbita pues la Unión Liberal Cubana (ULC), que preside el terrorista Carlos Alberto Montaner, se apresuró a aclarar que no tenía «nada que ver» con la FECU.

Ya desde sus inicios esta nueva formación mostró su vocación ingerencista, vinculándose con los sectores más violentos e irracionales del exilio de Miami desde el autodenominado ámbito «español». Término que, por cierto, no ha gustado ni tan siquiera a muchos de los «disidentes» cubanos, a tenor de los comentarios recogidos en muchas páginas web donde se alberga la noticia.

Pero su acercamiento a lo «español» tiene otras conexiones. En el acto de presentación se dieron cita representantes del Partido Popular español y de la Dirección de Inmigración de la Comunidad de Madrid, gobernada por la ultraderechista Esperanza Aguirre.

Su presencia se debió, como publicaron algunos medios de prensa, al auspicio del expresidente español José María Aznar, y al apoyo financiero por parte de la presidenta de la Comunidad de Madrid y de diversas organizaciones radicadas en Miami.

En realidad, el «90% de las organizaciones cubanas en España», que la FECU dice aglutinar, son la Unión del Pueblo Cubano, presidida por Elena Larrinaga; la Asociación Cubano-Española de Derecho, a cuyo frente se halla el citado Ernesto Gutiérrez Tamargo; la Fundación Hispano-Cubana, engendro del PP; empresarios cubanos en el exilio y otras nueve asociaciones no políticas, con carácter cultural, humanitario o de ayuda a los inmigrantes.

Amenazas y ‘plantel de personalidades’

Pero la constitución de la FECU ha traído otros ‘gestos’ que merecen ser tenidos en cuenta. Gutiérrez Tamargo amenazó abiertamente a «aquellos miembros del régimen que tengan voluntad de cambio» al afirmar que «nosotros no buscamos venganzas, no queremos revanchas, no tenemos como objetivo fundamental la acción hostil [contra ellos], siempre y cuando estén dispuestos realmente a un cambio político en Cuba».

Por su parte el siniestro Ángel de Fana, connotado terrorista al servicio de la CIA durante años y ahora «demócrata» radicado en Miami, presentó durante el acto inaugural de la FECU una campaña de «apadrinamiento a presos políticos, disidentes y sus familiares, que pide a los participantes enviar 50 dólares mensuales a sus ahijados». Es decir, establecer un fondo para mercenarios que complemente económicamente lo que hasta ahora ha venido haciendo la administración norteamericana.

Otros radicales de Miami pidieron a los cubanos actos de desobediencia civil que generen dificultades en los centros de trabajo, problemas de orden público, o la participación social en los asuntos comunitarios.

Silvia Iriondo, vinculada al Partido Repúblicano de George W Bush y a la mafia de Miami, calificó a los comunistas e izquierdistas españoles como bastardos, por no «abrir la puerta a los que luchan por la libertad» en la isla.

Otra de las asistentes, que será vicepresidenta honorífica de la FECU, fue Zoé Valdés gran admiradora de Fulgencio Batista y sobre el que prepara su biografía.

Denuncia de asociaciones cubanas en el extranjero

Por todo ello no es de extrañar que desde distintos puntos, numerosas asociaciones de cubanos en el extranjero hayan denunciado la constitución de la FECU por ser un intento de justificar y legitimar la política agresiva del gobierno de EEUU contra Cuba con la complicidad de algunos gobiernos europeos.

Según la Asociación Comunidad Cubana de Madrid «Sierra Maestra», los vínculos de la recién creada FECU con organizaciones de Miami como «Mar de Cuba», presidida por Silvia Irondo, y «Plantados hasta la libertad de Cuba», dirigida por Ángel Francisco de Fana, desmienten totalmente su carácter pacifico e ingenuo de «transición democrática», ya que estos grupos están vinculados al terrorismo contra Cuba organizado desde Miami.

Por ello, continúa la nota emitida por la Asociación, cuando hablan de «transición democrática» lo que en realidad tratan es de devolver a la oligarquía cubana el poder y con ello la posibilidad de integrar nuestra patria en los EEUU, dentro de lo que los gobernantes norteamericanos denominan ‘un retorno a la Unión’.

Tanto la Asociación de la comunidad cubana en Madrid, como la Asociación de cubanos Martí-Maceo del Reino Unido, la Asociación de cubanos Estrella de Cuba en Alemania y la Asociación de cubanos Raíces Cubanas de Francia, han emitido una declaración conjunta en la que advierten que la FECU «no representa la voluntad de las organizaciones de cubanos en España, y que el llamado consenso del exilio cubano no es más que una maniobra de una minoría para negar la voluntad del pueblo de Cuba», acusando a ésta y a la unión de organizaciones anticubanas de Miami de legitimar el genocidio perpetrado por los gobiernos norteamericanos a lo largo de estos casi cincuenta años».

Para las asociaciones denunciantes «el pueblo de Cuba, tiene derecho a vivir bajo el sistema político, económico y social que desee, y las políticas sociales desempeñadas por el gobierno cubano, no pueden ser destruidas por la ambición mezquina de unos pocos».

Aclararon que «la emigración cubana, no es diferente a la del resto del mundo, pues los flujos migratorios, en los tiempos que vivimos, no están motivados por razones políticas sino por la gran diferencia entre el primer mundo y el tercer mundo», puntualizando que «los emigrantes cubanos no representamos cifras significativas, en el anteriormente mencionado flujo migratorio».

Una agresión que va más allá de Cuba

Pero esta maniobra que parece dirigirse únicamente contra Cuba, también tiene otros destinatarios según explicaron las asociaciones de cubanos en el extranjero, pues en América Latina Cuba ya no es el único país que habla de socialismo, no se trata de una época de cambio, sino de un cambio de época.

En la misma línea se expresó la Asociacion Cultural José Martí de Argentina, para quien el eje España-Miami de exiliados anticastristas quieren extender su alcance contra gobiernos como los de Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Bolivia, Guatemala y Argentina.

Esta organización alertó en un comunicado expresó que de continuar estas intromisiones sobre Cuba y otras repúblicas soberanas, los manejos del fascista Partido Popular pondrían en riesgo las relaciones de España, y de sus empresas, con América Latina.

En cualquier caso todas estas Asociaciones dejaron bien claro que «el respeto a la voluntad de los pueblos, tiene que ser tenido en cuenta por las naciones del primer mundo» pues, de otro modo, las maniobras contra Cuba, por parte de los enemigos que tratan de destruir la obra de un pueblo, tendrán enfrente a «millones de personas en todo el mundo, ya que no solo Cuba es defendida por sus hijos naturales, dentro y fuera de sus fronteras, sino que son millones de cubanos de corazón, que luchan cada día por preservar la dignidad de una nación por ser libre y soberana».