Bassem Tamimi, el padre de Ahed, la joven palestina de 16 años que fue detenida el pasado 19 de diciembre por encabezar unas protestas en contra de la decisión de EEUU de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel, ha declarado que su hija liderará en los próximos años la lucha de su pueblo […]
Bassem Tamimi, el padre de Ahed, la joven palestina de 16 años que fue detenida el pasado 19 de diciembre por encabezar unas protestas en contra de la decisión de EEUU de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel, ha declarado que su hija liderará en los próximos años la lucha de su pueblo para constituir el Estado palestino.
«Estoy orgulloso de mi hija. Es una luchadora por la libertad que en los próximos años liderará la resistencia al Gobierno israelí», afirma Bassen Tamimi, de 51 años de edad, en un articulo titulado «Hija mía, estas son lágrimas de lucha», que publicó el pasado lunes, 8 de enero, el diario SurAméricaPress.
Ahed Tamimi, de quien se informó que se encuentra en una cárcel israelí esposada de pies y manos tras ser detenida en su pueblo Nabi Saleh, no sólo es la guerrillera que se enfrenta con sus puños a los soldados israelíes, sino también una joven extraordinaria que deja boquiabierto a todo el mundo que la escucha.
La nueva Juana de Arco palestina, que ha expuesto la causa de su pueblo en el Parlamento Europeo y en Sudáfrica, entre otros foros, expone siempre sus argumentos con una claridad, profundidad, amplitud de miras y madurez, que para sí querrían muchos líderes que gobiernan el mundo.
En sus conferencias (que este escriba ha podido escuchar en videos) destaca, por encima de todas las cosas, que: «No busca venganza, sino justicia». De su discurso no brota ni una pizca de odio. No está en contra de los judíos (comprende que están marcados por el holocausto). Ella lucha contra el «sionismo» y la «ocupación ilegal de las tierras palestinas».
Su padre, uno de los líderes de la resistencia palestina que ha pasado varios años tras las rejas, nos habla así de Ahed:
Mi hija ha pasado toda la vida bajo la sombra de la prisión israelí (…) Su propia encarcelación era sólo cuestión de tiempo. Una tragedia inevitable que tenía que suceder.
Bassen enfatiza que «su hija no está interesada en ser el centro de atención que actualmente está generando, debido a su arresto, sino en un cambio genuino».
Este hombre, que toda su vida a admirado a Mahatma Ghandi, cree que ha llegado el momento de dar paso a la renovación que representan, en la lucha política, las ideas de los jóvenes, para avanzar con éxito en la creación de un Estado palestino.
«El mayor deber de mi generación y el mío es apoyarles y dejarles paso, restringirnos, y no intentar corromper ni detener a esta joven generación (con los valores) de la vieja cultura e ideologías en las que crecimos», remacha Bassen, quien su mujer, Nariman, acaba de ser liberada tras pasar varias semanas en prisión, al igual que Nur, una prima de Ahed.
Bassen concluye su escrito con estas palabras dirigidas a la pequeña luchadora, convertida ya en el icono y bandera de la resistencia palestina:
«Ahed, ningún padre del mundo desea ver que su hija pasa sus días en una celda; sin embargo, nadie puede estar más orgulloso de tí que yo. Tú y tu generación sois lo suficientemente valientes para ganar (…) Tus acciones y valor me llenan de asombro y me hacen llorar. Pero -como tú dices- no son lágrimas de tristeza o arrepentimiento, sino más bien lágrimas de lucha».
Blog del autor: http://www.nilo-homerico.es/
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