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¡Bien por los objetores de la derecha!

Fuentes: Hagada Hasmalit

Traducido para Rebelión por Carlos Sanchis y revisado por Caty R.

¡Felicidades a aquellos colonos que se niegan a obedecer los decretos emitidos por el gobierno israelí para el congelamiento de la construcción de las colonias en los Territorios Ocupados! ¡Felicidades a quienes declaran que continuarán construyendo incluso sin permiso!

Como miembro activo del ICAHD, el Comité Israelí Contra las Demoliciones de Casas, que adopto la estrategia de la desobediencia civil y reconstruye desde hace años, casas que el Estado de Israel demuele en Jerusalén Este, simpatizo con los colonos y los considero nuestros discípulos, pero al revés !.

Aunque ambos hemos adoptado la misma estrategia, hay una diferencia considerable. Nosotros reconstruimos las casas de los palestinos que residen en su propia tierra. mientras que los colonos, por contraste, construyen sus casas sobre tierra palestina que no les pertenece, en contravención del Derecho Internacional, y basandose en leyes legisladas por el gobierno israelí destinadas a desplazar a sus legítimos propietarios, leyes que sólo Israel reconoce mientras el mundo entero las condena enérgicamente.

Además, las casas árabes que nosotros reconstruimos no se interponen en el camino de la paz ni de la coexistencia entre nuestros dos pueblos; por el contrario, la solidaridad creada por nuestras reconstrucciones fortalece las condiciones de paz y reconciliación. Por otro lado, las casas que los colonos construyen en tierra palestina, son un obstáculo para la paz y socavan cualquier posibilidad de acercamiento entre los dos de pueblos.

Más allá de las diferencias entre nosotros, también es importante enfatizar lo que compartimos: ¡Ambos contribuimos al desmoronamiento del Estado de Israel! Es cierto que cada uno de nosotros venimos de una dirección diferente y estamos motivados por valores distintos, pero en cuanto al fin, ambos lograremos el mismo resultado. Estos colonos, al igual que aquellos soldados que se niegan a evacuar colonias, contribuyen al desmantelamiento de la autoridad del Estado y tan solo por ello, benditos sean !!!. Ellos han conseguido catalizar lo que nosotros hemos sostenido durante años, que el Estado de Israel en su forma actual debe desmantelarse.

El desmantelamiento es necesario si queremos crear algo nuevo, positivo y cuerdo. El Estado, tal como existe en la actualidad, esta tan torcido que ya no hay posibilidad de enderezarlo. La ocupación ha causado tantos estragos y ha corrompido el tejido social a tal punto, que no hay forma de componerlo. Sólo nos resta «cerrar la tienda», generar un cambio de estructura, ideología y política y comenzar todo de nuevo. La ocupación contiene dentro de sí misma las semillas del desmoronamiento del Estado y es bueno que los colonos esten ahora acelerando el proceso de descomposicion estatal, proceso que surge de las mismas raíces de esa ocupación. Hoy está claro para todos que es imposible mantener un estado democratico y los Territorios Ocupados, y que la ocupación ocasiona no sólo corrupción, sino también desintegración.

Un Estado normal necesita una ética compartida por la mayoría de sus ciudadanos, mientras que la ocupación ocasiona polarización e impide que la poblacion de Israel se unifique en derredor a una vision comun de estado. El futuro de los territorios ocupados , que una vez era tan solo un «desacuerdo» entre la derecha y la izquierda ha llegado a ser hoy una brecha imposible de unir. Hoy dia está claro que no tenemos nada en común con los colonos religiosos, y que deberíamos apresurarnos a distanciarnos de ellos antes de que el fuego que arde en sus venas nos queme tambien a nosotros.

Es lamentable que hayamos llegado a esta siituacion: no era por este Israel por el que rezábamos. Pero a partir del momento en que quedó claro que nos estacábamos profundamente en los Territorios Ocupados sin un acuerdo visible en el horizonte, es preferible desmantelar el Estado. En nuestra historia hemos conocido situaciones dramáticas en las que el pueblo judio fuera expulsado y exterminado y a pesar de ello, como el fénix, renació de sus cenizas y nos recreamos nuevamente. Esto volvera a suceder, y la proxima vez sólo puede ser para mejor, ya que no puede haber nada peor que lo que tenemos ahora, con la ocupación que atenta contra nuestra existencia nacional.

Un nuevo Estado sin los Territorios Ocupados será más cuerdo. Todavía tendrá pirómanos y nacionalistas de derecha, pero sin ingredientes inflamables en sus manos serán menos peligrosos. Desde luego será fastidioso convivir con reaccionarios en nuestra casa, pero por lo menos no constituirán un peligro ni para nosotros ni para los palestinos, y llegado el caso, sabremos cómo tratar con ellos.

Fuente: http://www.hagada.org.il/eng/modules.php?name=News&file=print&sid=301

Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.